Hace ya cerca de dos años de la llegada del virus en nuestro país y sucedió tal como en la mayoría de los países, cerraron sus centros escolares como parte de sus estrategias para combatir la pandemia, afectando a casi todos los estudiantes del mundo y las consecuencias han sido devastadoras. En nuestro país no tuvo diferencias, pues con la pandemia se detuvo de manera inesperada el sistema educativo y los cierres de escuelas afectaron a millones de alumnos.

Según el informe elaborado por UNICEF, la UNESCO y el Banco Mundial, en donde se presentan simulaciones actualizadas a escala mundial sobre las pérdidas de aprendizaje, así como una revisión de los datos disponibles hasta la fecha, provenientes de evaluaciones concretas de las pérdidas de aprendizaje debido al covid-19 en diferentes contextos. En el caso de México, muestra que 3 de cada 5 niños menores de 12 años dejaron de estudiar (una verdadera tragedia social). Después de más de un año de cierre de las escuelas, se perdió el equivalente a un año de aprendizaje.

La investigación muestra claramente como esta crisis incrementó en muchos sentidos las desigualdades educativas que ya existían antes de la pandemia en materia de educación. Pero no solamente han sido causadas por la crisis sanitaria con la que lidiamos, sino que ademas, el gobierno mexicano ha efectuado recortes enormes en este rubro, estamos hablando de una reducción del 98 por ciento de aportaciones federales, destinando al sistema educativo nacional, con tendencia a convertirse en uno de los más castigados de América Latina, partiendo del principio de que en la situación actual, la calidad en la educación mexicana recibe únicamente el 38 por ciento de recursos mientras que en otras naciones la cobertura rebasa el 54 por ciento.

La pandemia ha ahondado aún más en el aprendizaje, desafortunadamente, el lugar en donde naces, condiciona tu futuro. En los países de ingresos bajos y medios, la proporción de niños afectados por la pobreza de aprendizaje –que ya era superior al 50% antes de la pandemia– aumentará drásticamente según estimaciones de expertos, quizás hasta el 70%.

En Durango, existe rezago educativo, pues la modalidad "Aprende en casa" llegó a menos del 70 por ciento de los alumnos; el atraso es palpable en todos los niveles educativos, pues la posibilidad de aprendizaje con clases a distancia es limitada, pues como bien sabemos los alumnos que van un día a clases presenciales o son totalmente en linea, en su clase virtual únicamente se conectan, pero no participan y no trabajan; por consecuencia, el aprendizaje es deficiente o nulo en algunos casos.

Está claro que las clases en línea o por televisión no pueden nunca igualar a las clases presenciales, pero está en juego la vida de millones de niños que son el futuro de nuestro país, y la vida de miles de maestros que son forjadores de hombres y mujeres que la patria necesita.

Mientras que las autoridades tratan de convencer a la población para que envíen a sus hijos a clases presenciales diciéndoles que la nueva cepa del coronavirus es “más contagiosa, pero menos peligrosa”, “que se han reducido las hospitalizaciones y ha disminuido el número de muertos”, etc., lo cierto es que en las escuelas siguen sin la atención debida, en las escuelas no se ha invertido en equipos y materiales de protección, muchas escuelas siguen sin contar con los servicios básicos, algunas más fueron saqueadas durante la pandemia y dentro del PEF 2022, no se tomaron en cuenta todos estos problemas.

Pero ademas en este regreso a clases es necesario y obligatorio vacunar a los niños y reforzar a los docentes, mismos que aún no han sido vacunados con una dosis de refuerzo, puesto que la efectividad de la vacuna ya caducó desde hace casi cuatro meses, asi mismo los niños deben ser inmunizados para reducir los riesgos a la salud derivado de la convivencia en los planteles educativos.

Las pérdidas de aprendizaje han sido significativas y sumamente desiguales, afectando de manera desproporcionada a los estudiantes más jóvenes y a los más pobres. Puesto que la educación es la base del progreso y el desarrollo de una nación. Es necesario que sigamos denunciando la desatención educativa que padecen miles de estudiantes humildes y seguir exigiendo que se generen las condiciones necesarias en las escuelas para que se revierta, el grave atraso provocado por la pandemia. Esa es la tarea.