Estamos a pocos días del 6 de junio, día en que se elegirá gobernador, diputados federales y locales, presidentes municipales y regidores; esta elección se ha caracterizado por la participación abierta, pública, del presidente de la república, sin importarle que viole la ley, y con el claro propósito de favorecer a su partido Morena, quien busca consolidarse en el poder.
Antes, debo de decir, que sí intervenía el Estado, el gobierno, el presidente y que favorecían a gente afín al sistema, siempre se estuvo criticando eso, y por ello, el pueblo exigió la independencia del órgano electoral, que años atrás estaba controlado por Secretaría de Gobernación y como resultado de esa demanda social surgió el Instituto Federal Electoral, hoy Instituto Nacional Electoral. O sea que, antes, las elecciones el gobierno las manipulaba, pero ahora, se siguen manipulando, nada más que, de formas más descaradas, nunca antes se había notado, como hoy, la intromisión tan descarada, tan cínica de un presidente de México en la contienda, como queda constancia en eluniversal.com.mx del día 11 de mayo de 2021 donde dice: “El presidente aceptó que “está metiendo la mano” en el proceso electoral y aceptó que tuvo que ver con el que la Fiscalía General de la República (FGR), por medio de la Fiscalía Electoral (FEDE) investigue a los candidatos a gobernador de Nuevo León, Adrián de la Garza, por el PRI, y a Samuel García de Movimiento Ciudadano, por posibles delitos electorales”.
Más claro ni el agua. Él es el presidente y por lo tanto debe de ser imparcial, cuidando las formas para evitar desórdenes, si cree que se están violando las leyes, para eso están las instancias adecuadas y correspondientes a las cuales se deberían de dirigir las denuncias. No se hace esto, al contrario, con el abuso del poder, él pide se investigue a sus opositores, a los que le van ganando a los candidatos de su partido Morena. Lo que no puede lograr en las urnas, se quiere ganar por la vía de la represión e intimidación de los opositores.
Esto es el problema central. ¿Por qué la gente no sigue a los candidatos de Morena, cuando menos a una parte? porque el ciudadano ya se está dando cuenta de que nuestro presidente navega con bandera de “austero”, de “incorruptible” e insistente de hacer creer al ciudadano de que “México ahora está mejor que antes” cuando la realidad dice todo lo contrario.
Veamos lo que dice el doctor Abel Pérez Zamorano, catedrático de la Universidad Autónoma Chapingo, al respecto, en su artículo Austeridad que mata, publicado en Facebook el 27 de mayo: “Engañosamente nos venden la idea de que México tiene un enorme gasto público y social, pero en la realidad esta tesis no se sostiene. En 2020, el gasto público (% PIB) de algunos países fue: Francia 62.1, Finlandia 56.7, Canadá 52.4, España 52.3; en México, apenas 29.1 (Banco Mundial 2020)”.
Lo que esto significa es que aquí, en México, le destinamos mucho menos dinero a las necesidades básicas de nuestra gente como son al drenaje, vivienda, pavimentos, escuelas, etcétera, o sea, a todo que haría que tengamos una vida digna, a eso no se le invierte.
En el caso de la corrupción, todo mundo, cuando menos todo aquel que tiene dos dedos de frente, se da cuenta que también la bandera de la corrupción es para ganar simpatías en aquellos que hartos de tantas injusticias esperan un cambio, pero la actuación contra la corrupción es aparente, es falsa, se da solo en los medios de comunicación, porque cuando alguien busca algo en serio, es el primero en poner el ejemplo, y en esto sale reprobado el presidente porque su círculo cercano, hermano Pío, Prima Felipa, Bartlett, etc., han sido señalados de acumular riqueza de manera dudosa, y sin embargo, pareciera que el presidente, porque lo que dice él, (que los señalamientos son de mala fe, desproporcionados, que pertenecen al grupo conservador que saqueó en el periodo neoliberal, y que ahora como no tienen influencias, mienten, son falsarios, por eso calumnian) quedan excluidos o limpios de toda culpa, lo cual no es cierto sino más bien que él es un solapador.
Y, también es falso eso de que ahora estemos mejor. No puede ser que estemos mejor, cuando por mala política sanitaria se nos murieron 222 mil mexicanos, en sus mayoría gente pobre que no pudo atenderse por no tener dinero; en la inseguridad las cifras de homicidios dolosos llegaron a 80 mil 231 en la que va de AMLO, según la página web intolerancia con una tendencia al alza; y en los crímenes contra candidatos en estas elecciones son de los más altos según Etellekt, llegando a 79 asesinatos de políticos y aspirantes, lo que significa un aumento de 29% respecto a las elecciones intermedias de 2015, los datos nos indican que tampoco en el tema de la seguridad y de la salud estamos mejor, sino todo lo contrario.
En cuanto a la economía las cosas han empeorado. En 2019, año en que empieza a gobernar Morena, el PIB se contrajo, es decir, hubo menos producción de bienes; en 2020, ya en plena pandemia el PIB se contrajo más, llegando casi al 9 por ciento.
¿Qué refleja esto? que si no hay producción, no hay trabajo, y si no hay trabajo veremos desempleo y pobreza, como se pudo ver ya en el estudio de El Coneval del mes de febrero del presente año. Este organismo público que mide la pobreza en el país, presentó el Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (IEPDS) 2020, cuyo escenario pesimista calcula 70.9 millones de pobres por ingreso, el 56.7% de la población y también agrega que, por la pandemia, hay casi 10 millones más de pobres en México.
La realidad ahí está, no es un invento, la pandemia y la inacción del gobierno federal para evitar cierre de negocios, han provocado que aumente el número de pobres, eso explica la emigración de nuestros familiares a Estados Unidos, el que muchos ciudadanos vendan por fuera de sus casas frituras, ropa usada y otras cosas más, y que veamos también a mucha gente pidiendo ayuda en los cruceros de las ciudades.
Todo esto está pasando en nuestro país, sería un error que cerremos los ojos ante el grave daño que se le está haciendo a la vida de todos los mexicanos y a las instituciones de nuestro país, por eso te invito a razonar tu voto este 6 de junio y juntos evitemos que nuestro país se siga destruyendo.
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