Empezaré mi opinión semanal con una fábula tratando de hacer una analogía en cuanto a la necesidad de la unidad ideológica, organizativa y de acción para salvar a nuestro país de la inanición del estado mexicano. Es elemental la seguridad alimentaria de nuestro país y se debe actuar en consecuencia en todos los ámbitos de gobierno, y por supuesto esto debería iniciar por el principio, que en este caso quien debiera promover y ejecutar un proyecto de autosuficiencia alimentaria debe ser el gobierno federal en turno, bien:
Había una vez un gato que vivía a toda leche en una céntrica casa de una gran urbe.
A toda leche porque sus dueños se esforzaban por darle todo lo que el gato requería para sentirse como un gran animal doméstico, querido y consentido por los humanos.
Así, el minino de nuestra historia tenía un confortable cojín en el que echarse a disfrutar sus siestas, ovillos para jugar cada vez que le apeteciera, comida en abundancia y todo cuanto podamos imaginar para el deleite de un gato. Por tener, el felino tenía hasta una panda de ratones en casa, a los que perseguía y atosigaba cada vez que tenía la oportunidad. Era ver un ratón y allá iba el gato a perturbarlos e impedirles tomar cualquier cosa de su cocina. Los perseguía y arrinconaba hasta que los obligaba a volver a su madriguera. Tan bueno se había hecho el gato de nuestra historia en la persecución, que los ratones optaron de pronto por no salir más, pues realmente le temían. Sin embargo, las escasas provisiones que habían logrado almacenar en su ratonera se agotaron un día, por lo que tuvieron que analizar cómo poder obtener alimentos para no morir de inanición. Sabían que si salían de su escondite el gato no tardaría en descubrirlos y los haría correr hasta el cansancio, sin permitirles obtener alimento alguno. No obstante, la situación era tan dramática, que requerían medidas urgentes para tratar de aliviarla. Por ello convocaron a una asamblea en la que debían estar presentes todos los ratones de la casa; niños y adultos, hembra y machos.
Así, comenzaron a debatir para tomar la mejor decisión e idear un plan que les permitiese obtener los necesarios suministros. Todos opinaron, pero ningún criterio era factible. Siempre había un gran obstáculo que ningún plan parecía vencer al gato. De pronto, un ratón joven tuvo una idea que agradó a todos. Si ponía un cascabel al gato, por el sonido podrían saber siempre por dónde andaba y la salida de la ratonera y la búsqueda de alimentos sería más segura y tranquila. Todos aplaudieron y vitorearon al joven, pues la idea lucía perfecta. De materializarse, atrás quedarían los días en que el gato los asediaba y les impedía alimentarse como Dios manda. Sin embargo, un nuevo problema surgió. ¿Quién le pondría el cascabel al gato?
Ante la falta de voluntarios, pues todos alegaban problemas que les impedían ser ellos los que pusieran el accesorio al felino, el plan se descabezó.
Era la mejor estrategia, surgida de la mejor de las opiniones, pero los roedores descubrieron ese día cuán fácil era opinar y qué difícil es actuar. Dicen que aún debaten cada día para ver quién es el héroe que se atreve a colocar el cascabel al gato, antes que el hambre termine por acabar con sus vidas.
En el modelo económico neoliberal prevaleciente se concentra la riqueza en unas cuantas manos mientras la mayoría no tiene ni que comer para poder subsistir y nuestros gobernantes brillan por su ausencia para dar ideas y soluciones concretas. Esta es la triste realidad de nuestra clase trabajadora.
Decía más arriba que trataría de hacer una analogía con nuestra fabula atribuida al escritor griego Esopo (S.VI a.C.) La Grecia clásica atribuyó a Esopo la invención de uno de los géneros más antiguos de la literatura, la fábula, bien, continuando con la idea, hoy en nuestros días ante las circunstancias actuales, en el contexto mundial del cual México no escapa de la concatenación social, política y económica, México se ve desfavorecido ante la falta de alimentos por los conflictos mundiales como es el caso del conflicto que se da entre “Ucrania” (OTAN-E.U.) y Rusia, viéndose afectado el incremento de los precios y desabasto de los alimentos en general en todo el territorio nacional
Para este fenómeno, México debiera producir los alimentos que consume para no depender de las importaciones, decimos y por ello, nuestro gobierno estar buscando como reactivar la producción para el autoconsumo. El mandatario federal en turno acusa a los políticos tecnócratas, de gobiernos anteriores al suyo, de haber abandonado al campo y en tres años y poco más que lleva su administración el abandono al campo se ha incrementado. Podemos querer culpar a otros entes como el conflicto entre Rusia y Ucrania que dispara la inflación y provoca una mayor crisis mundial. ¿y mientras mexicanos y gobierno que hacemos?
Es urgente producir lo que consume nuestra población, nuestro país es rico en recursos naturales, se tiene las tierras y el agua, lo que no se tiene es un plan de desarrollo por parte del gobierno de la cuarta transformación; dice el señor presidente el licenciado Andrés Manuel López Obrador “vamos a dar apoyos para que pequeños propietarios ejidatarios y comuneros nos ayuden sembrando, como siempre lo hacen, pero a lo mejor ahora pueden ampliar sus áreas de producción, hay que hacer esa campaña de producir para el autoconsumo", esto comunicó apenas en días pasados. Tenemos un ejemplo muy cercano con nuestro país vecino del norte en cuanto a la producción de alimentos y sus necesidades energéticas, podemos decir que la producción de sus alimentos no se basa en fortalecer a los pequeños productores, no es así cómo satisface su autosuficiencia alimentaria. En el caso de México se necesita de un proyecto agropecuario de gran envergadura que considere todos los aspectos técnicos y científicos, además de una inyección de grandes recursos económicos y humanos en vez de gastarse el dinero en apoyos directos y otros proyectos que no ayudan a la producción de alimentos, a la vez ejecutada dicha acción, esto se traduzca en la generación de alimentos a gran escala reduciendo los costos de producción y por lo tanto el producto final tanto alimentos de origen vegetal como animal y después de producir eficientemente y priorizando el mercado interno y una vez satisfecha la necesidad interna se podrán vender los excedentes de alimentos vegetales y animales, y no al revés como sucede hoy, que tratando de obtener una mayor utilidad vendemos nuestros mejores productos agropecuarios al extranjero porque así es una manera de obtener una mayor plusvalía, claro está que necesitamos empezar por producir lo que consume la mayoría de los mexicanos, como es el maíz, frijol, arroz, trigo, huevo, leche, la carne verduras etc., todo alimento que es indispensable para garantizar seres humanos vigorosos, saludables y fuertes.
Una verdadera autonomía e independencia, en buena medida nos la proporciona la autosuficiencia en alimentos y energéticos que blindarán a cualquier país y México no será la excepción. Nuestra independencia parte de una autosuficiencia alimentaria, al estar sujetos a otras economías somos totalmente dependientes que es lo que sucede actualmente con el México ante factores como el conflicto Rusia-Ucrania. Que como sabemos va más allá de un simple Rusia-Ucrania, existen intereses geoeconómicos, políticos y sociales de dominación global por los que se consideran dueños del mundo, la clase burguesa dueños del dinero y los medios de producción del mundo entero, que considera a la unidad del pueblo trabajador un peligro a su existencia y permeancia de dominio. Es por eso que hago la analogía de la fábula ¿Quién le pone el cascabel al gato? Pues en este caso quien puede cambiar, quien le puede poner el cascabel a los malos gobiernos y gobernante, para cambiar el estado de las cosas en este mundo inmensamente injusto e inequitativo, es la clase trabajadora por su gran numero, pero que en las circunstancias desafortunadas actuales, desinformado, manipulado y en “ocasiones hasta sometido” es simple polvo, es necesario dar un giro de ciento ochenta grados, convertirse en una roca indisoluble e indestructible, con visión humanista y solidaria, claro que se puede, hay que politizar e ideologizar a nuestra masa de trabajadores del campo y de la ciudad es de vida o muerte, hacer conciencia plena de su situación pueril y cuál es su salvación, para que unidos y organizados siempre se esté dispuestos a dar la lucha por un mundo mejor y en una acción conjunta desbancar a la clase a burguesa y por ende al gobierno lacayo fiel servidor de sus intereses de dominación, y así la clase trabajadora de la mano de sus representantes más conspicuos, verdaderos representantes del pueblo sencillo y trabajador, no de falsos profetas como los que nos gobiernan actualmente; es necesario e indispensable la toma del poder político, además esto se puede y debe hacer dentro de los límites de nuestra carta magna por la vía democrática. Esto solo lo puede lograr un pueblo inconforme, molesto e insatisfecho, dispuesto a dar la lucha y se logrará teniendo claro de que tiene derecho a un mundo mejor, porque simple y llanamente es el mayor productor y transformador de la riqueza existente en Nuevo León, México y el mundo entero.
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