Una educación de calidad es aquella que forma integralmente a las personas y las prepara para la época que les corresponde vivir. Hoy hablaré de un tema que azota a la mayoría de los estudiantes, principalmente a los que se encuentran en el nivel básico.
Como resultado de los avances en la educación, hoy reconocemos el valor de la diversidad, las exigencias de la democracia, de la construcción de la equidad, del ejercicio de las libertades y del respeto a los derechos humanos y el estado de derecho, esto lo digo entre comillas porque hoy en día estás garantías y este estado de derecho, sale sobrando porque lo único que importa al gobierno de la 4T es servir a un vil mitomamo que, día con día, engaña a los mexicanos.
El desarrollo de los individuos y las nuevas formas de convivencia ya no admiten las certezas del pasado, por lo tanto, debemos basarnos en la realidad en la que vivimos.
Las matemáticas se remontan desde la época de Pitágoras, un gran filósofo matemático que le dio al mundo muchos aportes, entre ellos el que más se reconoce es el teorema pitagórico que permite calcular la longitud de algún lado del triángulo.
Estamos en una época difícil por la pandemia de la covid-19, la cual ha sido complicada para para muchos estudiantes desde nivel básico, hasta educación superior, y entre ellos me incluyó.
En el municipio de Matamoros, Coahuila para ser más exactos en la unidad habitacional mejor conocida como "Los Olivos", hace aproximadamente tres años iniciamos con un proyecto educativo que incluye preescolar y primaria. A raíz de faenas y mucho sacrificio construimos dos aulas improvisadas, una de cartón y la otra de concreto, pero actualmente las condiciones no han cambiado, han pasado administraciones que se escudan en el recorte al Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), y la verdad no los culpo, la falta de recursos para la obra pública es muy evidente en cualquiera de los aspectos.
Independientemente de eso yo invito a mis compañeros de Matamoros a que sigamos organizados y que nunca nos soltemos la mano del Movimiento Antorchista porque si nos separamos nunca va a hacerse realidad nuestro sueño de tener una escuela bonita.
Con este tipo de condiciones es muy difícil aprender matemáticas y todas las asignaturas. Pero el ánimo no debe de decaer, porque dónde decae el ánimo, decaen los sueños.
La sociedad del tercer milenio en la cual vivimos es de cambios acelerados en el campo de la ciencia y tecnología. Los conocimientos, las herramientas y las maneras de hacer y comunicar la matemática evolucionan constantemente; por esta razón, tanto el aprendizaje como la enseñanza de la matemática deben estar enfocados en el desarrollo de las destrezas necesarias para que el estudiantado sea capaz de resolver problemas cotidianos, a la vez que se fortalece el pensamiento lógico y creativo.
La enseñanza y el aprendizaje de las ciencias y las matemáticas deben ocurrir dentro de una concepción constructivista del conocimiento, esto es, el sujeto posee una competencia cognoscitiva para asimilar los problemas y situaciones que se le presentan. Si aparecen obstáculos para la asimilación, el sujeto deberá modificar sus esquemas, reconstruyéndolos o acomodándolos, de modo que el desequilibrio creado desaparezca y se constituya un nuevo equilibrio.
La gran mayoría de los alumnos consideran a las matemáticas como un obstáculo imposible de pasar al momento de estar en el salón de clase o resolviendo una tarea. Esto hace que ellos se sientan desmotivados durante su proceso de aprendizaje, por lo que su conducta es de negación hacia las matemáticas al considerar poco probable la adquisición de los conocimientos.
La reacción que el alumno adquiere hacia las matemáticas es en la mayoría de las veces poco positiva, como, por ejemplo, el odio, el rechazo, la ansiedad, entre otras. Es muy común que esta asignatura sea la menos atractiva y poco entretenida para los alumnos o tal vez sea el desempeño del docente en el aula, pero el punto es, que el alumno, por más que se discipline y responsabilice en la comprensión de esta área del conocimiento siguen presentando resultados pocos favorables por diversos factores.
Las interacciones entre el estudiante, el objeto a conocer y el docente deben ser fuertemente participativas. El estudiante, deseando conocer por él mismo, anticipando respuestas, aplicando esquemas de solución, verificando procesos, confrontando resultados, buscando alternativas, planteando otros interrogantes. El docente, integrando significativamente el objeto de estudio según los significados posibles para los estudiantes, respetando estados cognoscitivos, lingüísticos y culturales, acompañando oportunamente las respuestas y las inquietudes y, sobre todo, planteando nuevas preguntas que le permitan al estudiante descubrir contradicciones en sus respuestas equivocadas, o "abrirse" a otros interrogantes. En cuanto al objeto de conocimiento, este no debe asumirse como un producto terminado, siempre debería ofrecer posibilidades de profundización y ampliación. En diferentes momentos del aprendizaje, el objeto poseerá diferentes significados, de acuerdo a los logros de los estudiantes para comprenderlo en variados sistemas teóricos, los que a su vez permitirán reconocerlo en distintos sistemas de aplicación.
La situación problema debe fomentar la movilización de habilidades básicas, tanto del pensamiento científico como matemático. En cuanto al primero, son generalmente reconocidas las habilidades para observar e interrogar los fenómenos, además de sistematizarlos, estructurarlos y explicarlos. En cuanto al segundo, la comprensión significativa de los conceptos, la ejercitación de algoritmos y la resolución de problemas parecen dar cuenta de lo esencial en cuanto a la habilidad matemática.
Lograr un aprendizaje significativo en los alumnos siempre será fundamental, hablando de operaciones básicas es tratar con lo que podría ser la mayor problemática del por qué los niños no comprenden sobre algún tema de matemáticas, ya que como coloquialmente se dice, “no se aprende a correr primero sin antes saber caminar” y aquí sucede lo mismo, si los jóvenes no manejan lo más básico de esta ciencia, con mayor facilidad se rendirían ante temas de mayor complejidad en los que sería importante la utilización de simples sumas, restas, multiplicaciones y/o divisiones.
Algunos alumnos tienen problemas con la materia en el sentido de que prefieren omitir el trabajo y por ello es necesario pensar en las estrategias con las cuales se llame su atención y por ende su interés por aprender, las operaciones básicas son un tema que a primera vista es sencillo, sin embargo, se trata de un proceso de desarrollo muy importante en los niños, al ser sus bases de la materia de matemáticas y las cuales ocuparan en temas posteriores.
Se trata de lograr un aprendizaje personal en el diseño de una actividad escolar (se refiere al orden y organización que se tiene de un conjunto de elementos, en este caso a las actividades y/o consignas aplicadas en el grupo de estudio) con la que los alumnos logren un manejo eficiente de las operaciones básicas, al aplicar y tener un análisis de las actividades se tendrá un parámetro de lo que se logró o dicho de otra manera, si resultó efectiva la propuesta y en qué porcentaje se cumplió, sin embargo lo primordial siempre será conseguir que los jóvenes cumplan con un aprendizaje esperado el cual se menciona en los propósitos de estudio.
Hay ocasiones en las que el alumno no comprende el vínculo tan grande que existe entre ecuación numéricas y la matemática en general. Incluso, al alumno le pueden padecer atractivas las sumas, pero no las multiplicaciones, ya que no se percata de que una ecuación es la secuencia de la otra; por ejemplo, no puede hacer una división sin una multiplicación ni una multiplicación sin una suma y resta, así sucesivamente, el autor nos menciona en uno de sus objetivos, un punto clave para la mejor comprensión de la materia, por el alumno. Ver la matemática como la evolución de una idea a través de la historia y no como una colección de temas independientes” (Atehortua R. 2016).
Durante los últimos años se ha dicho que la educación tradicionalista ha quedado en el pasado ya que se dice, que la mejor opción es el aprendizaje centrado en el alumno y esto ha llevado a un gran cambio en la educación, por ejemplo, al docente ya no se le permite una serie de acciones con los alumnos, ya que en la actualidad se le ha dado un gran papel a la sociedad, en la educación, al igual que una gran involucración por parte de los padres de familia en las decisiones de la institución.
En el Movimiento Antorchista también tenemos grandes matemáticos surgidos de las filas del mismo pueblo, entre ellos el doctor Romeo Pérez, nacido en Oaxaca, quién fue estudiante del Instituto Tecnológico de Tecomatlán en el estado de Puebla. Gracias al Movimiento Antorchista Pérez fue a estudiar un Doctorado en Rusia.
El pueblo ocupa muchos Romeos para que pongan sus conocimientos a su servicio y alcance.
Sin más que decir, ya sólo me gustaría hacer un reconocimiento a todos los docentes, principalmente a esos que, a pesar de las inclemencias y la falta de condiciones para enseñar sus asignaturas, se esfuerzan porque el niño o el joven aprenda. Me despido con una frase que le viene muy bien a los maestros y luchadores sociales, "el que no vive para servir, no sirve para vivir" (Rabindranath Tagore).
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