“Nos podemos quejar porque los rosales tienen espinas,
o alegrarnos porque las espinas tienen rosas”.
- Abraham Lincoln
Para llegar a 2024 hay que cruzar algunas aduanas, ya pasamos por 2021 cuando se renovó la Cámara de Diputados federal, se modificó parcialmente el mapa político, la oposición tuvo avances sustantivos que se reflejaron en la intentona del presidente Andrés Manuel López obrador al enviar su iniciativa de reforma eléctrica, la cual no pasó en gran parte por la presión de la sociedad en redes sociales y por el bloque que parece se consolidó en torno a un reclamo social.
La embestida de la 4T contra la alianza no se ha hecho esperar, se dieron a conocer audios donde presuntamente el presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas es el protagonista. Este en respuesta, difundió otro audio con el senador del partido verde, Manuel Velasco, en el que le hace saber el mensaje del “dos”, acerca de que él y el “uno” se irían “con todo” en caso de que los diputados priistas no apoyaran la reforma que se discutió en plena semana santa.
Es entendible entonces que la desesperación ha llevado a Morena a las peores de las prácticas con tal de demostrar un músculo electoral fundado en entrega directa de recursos.
El 6 de junio, parece que, con datos del PREP, Morena ganaría 4 de 6. Lo mas grave es que se confirma la entrega de dos estados priistas: Hidalgo y Oaxaca. La moneda de cambio parece que es inmunidad y embajadas, ojalá esto no sea así por el bien de la credibilidad del PRI y la unión de la alianza.
No gana Morena, pierde México, de 20, ahora gobernarán 22 estados, y para muestras bastan pocos botones, el desastre en Morelos, Veracruz y Puebla. Morena no sabe gobernar a pesar de tener priistas reciclados, acomodaticios y traidores.
Viene el 23 y más elecciones estatales, y el 24 será fundamental para la vida democrática de este país, pero estamos cayendo en el punto que quería el presidente, hablar más de elecciones que dé resultados de gobierno.
Con una sucesión adelantada 3 años, con una oposición que no termina de cuajar desde sus bases, desde los municipios, donde se debe consolidar la unidad de los partidos, seguimos lamiendo heridas del 21. O nos concentramos en ofertar una propuesta seria de gobierno con perfiles honestos, o la ciudadanía dejará de confiar en este sistema de partidos tan desgastado.
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