Justo apenas la sociedad sudcaliforniana festejó a sus infantes con motivo del llamado Día del Niño. Siempre es bueno procurar a los pequeñines momentos de risa, bellas y edificantes ilusiones y cuanta alegría se pueda, siempre, pero siendo honestos, los adultos poco tendríamos que festejar y bien haríamos en sincerarnos y reconocer que la situación real no es para estar contentos sino sumamente preocupados: según el Informe Anual sobre la Situación de Pobreza y Rezago Social 2024, el 48.1 % de la población de Baja California Sur de menos de seis años se encuentra en situación de pobreza.
Es un informe oficial de la propia Secretaría del Bienestar federal, no se trata de ningún invento. Esto significa que, desde el punto de vista gubernamental, casi la mitad de los niños sudcalifornianos vive sin suficiente agua potable, sin drenaje, sin vivienda adecuada, pasando hambre, sin educación de calidad, sin pavimentos, con mala salud, etcétera y ese mal social se encuentra concentrado en La Paz y Los Cabos, como no puede ser de otra manera.
Tuvo AMLO en sus manos todo el poder, todas las posibilidades, pero no era su objetivo, no quiso y le falló a los que ilusamente confiaron en él.
Además, el comentado informe dice que, en Baja California Sur, el porcentaje de pobreza en primera infancia ha aumentado en 12.8 puntos porcentuales desde el año anterior, es decir, desde 2022.
Y la mera verdad, todos sabemos que los gobiernos actuales hacen mil malabares para maquillar la información estadística y ocultar sus desvergüenzas y fracasos, así que el lector nos deberá perdonar por ser mal pensados, pero suponemos con toda razón que los niños que padecen pobreza en la tierra sudcaliforniana son muchos más de los que nos quiere hacer creer el citado informe del gobierno de la 4T.
Pero entonces, ¿para qué sirvió la 4T si seguimos teniendo tantos niños pobres? Los datos duros dicen que no sólo no disminuyó la pobreza entre nuestros niños, sino que aumentó. Estas cifras y datos catastróficos quitan a AMLO toda autoridad moral para recomendarnos quién debe gobernar al país.
Sin ánimo de molestar a la gente honesta y patriota que decidió apoyar a la 4T porque confió en que por fin alguien acabaría con los males que oprimen a los humildes, ya es tiempo de que se dé cuenta de que otra vez la engañaron por seis años y de que no basta, ni de lejos, con que este Gobierno “regale” unos cuantos pesos cada dos meses a algunos de los mexicanos, sobre todo a los más viejos.
Lo que hemos perdido a cambio de ese poco dinero ha sido el futuro de millones de niños en el país, entre ellos los niños choyeros; tal cual los antiguos aztecas, intercambiamos nuestras preciosas joyas por unas cuantas canicas.
Pero si bien este informe acerca de la niñez es sólo un único indicador estadístico, está vinculado estrechamente a muchos otros indicadores que conforman todos juntos una situación desastrosa para el país.
Las cifras malas en salud, educación, vivienda, cultura y artes, deportes, desempleo, inflación, y muchas más se acumulan mostrando que no solo se trata de un error, de un fracaso, sino que la 4T nunca quiso en realidad resolver estos graves problemas de los humildes.
El sistema de tuberías para la distribución del agua potable en Los Cabos, por poner un ejemplo, nunca sufrió mayor transformación, sigue con el mismo diseño fundamental y ha beneficiado siempre, y en estos seis años también, a los ricos capitalistas hoteleros, condenando por años a muchedumbres de niños cabeños a graves carencias de agua buena, a precio accesible y saludable, como demostré en un artículo del pasado 2 de marzo.
Tuvo AMLO en sus manos todo el poder, todas las posibilidades, pero no era su objetivo, no quiso y le falló a los que ilusamente confiaron en él; demostró con sus hechos que en realidad nunca quiso pues los niños no votan, los viejitos sí y piensa que es fácil obtener su agradecimiento en las boletas.
Sin embargo, el presidente y sus compinches son gobierno y hasta el último día de su administración debemos exigirles que cumplan sus promesas, obligaciones y compromisos. Justamente eso hicimos antes del actual presidente, estamos haciendo con él y seguiremos haciendo los antorchistas con quienes vengan.
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