Mucho se dice que los niños son el futuro de México, que hay que ver por ellos, trabajar por un mejor país para su beneficio, pero en la realidad, son pocos o nadie ve en realidad por ellos.
El actual Gobierno federal morenista, que encabeza Andrés Manuel López Obrador (AMLO), pregonó en campaña electoral que vería por los mexicanos pobres y por sus nuevas generaciones, pero los hechos dicen más que mil palabras. López Obrador ha sido el principal promotor para agredir el bienestar de los niños.
Ejemplo de lo que digo es la cancelación de apoyo a madres solteras, que llevaba implícito un beneficio para los niños; y recientemente, la cancelación de las Escuelas de Tiempo Completo, en ambos casos, con el argumento que había corrupción en estos. Sin ver de fondo el asunto o quiénes serían o son los principales perjudicados.
En el programa de las Escuelas de Tiempo Completo, los principales beneficiarios eran los niños porque dentro de las escuelas con horario escolar extendido ingerían su primer alimento, fundamental para su crecimiento; asimismo, el programa ayudaba a que mientras los padres estaban trabajando, los estudiantes no se quedaban solos. Este programa también ayudaba al gasto familiar, sobre todo, en estos tiempos en que la inflación va en aumento.
Sin esta ayuda, habrá un golpe para la economía familiar, aquella ya de por sí maltratada, y no quedará de otra que los niños que antes estudiaban ahora tengan que dejar la escuela para aportar al gasto familiar trabajando a temprana edad en alguna actividad que les sea redituable.
A la larga, o a corto plazo, habrá deserción escolar, más de la que ya se registró por la pandemia de covid-19 y que ha provocado, a su vez, un atraso en la educación de México.
México siempre ha destacado en rankings mundiales o de Latino América en los primeros lugares, pero no exactamente por su buen desempeño, sino por los malos resultados en el sistema educativo.
Ejemplo de esto son las cifras que da la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) que evidencian que México es el segundo país de América Latina con mayor nivel de trabajo infantil, sólo por debajo de Brasil. Cerca de 3.3 millones de niñas, niños y adolescentes se encuentran trabajando y el sector agropecuario es donde se concentra la mayor parte de este trabajo.
Hay, sin duda, una brecha abismal que ahora con la cancelación de programas se verá más marcada. Ante esto y sin un Gobierno que vele por el bienestar del pueblo de México, en particular por los niños, es necesario que éste se organice en una lucha social.
El antorchismo sí ve, le preocupa la educación y el desarrollo de los infantes, tan es así que les inculca las bellas artes, la poesía, danza, música y teatro, ante ello, es más urgente que el pueblo de México se organice y vea en verdad por nuestro futuro, y en el antorchismo es lo principal, por ello lucha por un México mejor para ellos.
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