Las políticas migratorias de nuestro país son el muro de contención de estos indocumentados que quieren llegar a los Estados Unidos, desde el inicio de la administración del actual gobierno federal y poco antes de él, nuestro país se ha dedicado a hacerle el trabajo sucio a los gringos, desde la frontera del sur y la frontera del norte, aquí es donde hemos visto cómo cientos de migrantes son detenidos por soldados y son arremetidos para impedir su paso.
Muchos documentales, películas, notas, crónicas, reportajes, y demás, hablan de este hecho y de los miles de tragedias que tienen que sufrir los migrantes en su paso por México, pero además de sufrir esas arbitrariedades, se unen a ellas la carencia de un sustento económico o violaciones por grupos delincuenciales y muchas veces por la misma policía migratoria, que viola, en efecto el libre tránsito en nuestro país, como lo marca la Constitución.
Hasta el mes de noviembre, más de 84 millones de personas se habían visto obligadas a desplazarse en 2021, según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), un número que supera los registrados en 2020 y 2019, cuando ya se habían batido marcas en cuanto al número de desplazados forzosos en el mundo.
La administración Biden detuvo entre octubre de 2020 y septiembre de 2021 a 1,6 millones de personas. La cifra más alta desde que se tienen registros, superando a los Gobiernos de Barack Obama y Donald Trump.
La mayoría de las detenciones en México se han producido en la frontera sur con Guatemala, puerta de entrada de la migración procedente de Centroamérica. Palenque (Chiapas) es el municipio del sur con más detenciones, casi 9.500; seguido de Suchiate, con 8.834. Sin embargo, se percibe un aumento de las detenciones en Estados alejados de las rutas migratorias, como Guerrero, Michoacán o Tlaxcala; una consecuencia del aumento de la vigilancia y la presión en los viejos itinerarios. Como consecuencia las personas optan por tomar otros caminos más peligrosos en su rumbo hacia el norte. También han aumentado las aprehensiones en el norte del país. Tamaulipas, Sonora o Nuevo León registran incrementos significativos.
Miseria, desastre, hambre, muerte y las peores tragedias, son las que viven los migrantes; con este tema y con la delicadez que lo requiere el tema, es orgullo señalar que los grupos culturales del Movimiento Antorchista de Baja California, presentarán en el Encuentro de Folclor Internacional que celebra nuestra organización este 29 y 30 de enero, una representación de lo que viven los migrantes al llegar a este sueño americano, el maltrato y las burlas que reciben de los gringos y principalmente de la policía que se dedica a detener a migrantes, Country y el lejano sueño americano, es una idea que ha puesto en marcha la responsable del trabajo cultural en este estado, Alethia Mejía López, quien demuestra, a través de la danza, los pesares de aquellos que dejan sus lugares de origen para buscar una vida más justa y equitativa.
Y en efecto, es lejano ese sueño, muy pocos han logrado llegar y éstos que han llegado han sufrido la discriminación más brutal, quienes logran pisar tierras estadounidenses, no solo se han puesto al servicio de los gringos, sino que también han entregado sus vidas a servir a este país que se ha mostrado como el más feroz y despiadado en cuanto a derechos humanos.
La política de migrar no es la salida a los problemas, tampoco el que nuestro país o muchos otros dependan de las remesas que envían quienes se la juegan en el norte, como tanto lo aplaude Andrés Manuel López, la salida no es considerar que los migrantes se queden en nuestro país, sino crear condiciones verdaderamente correctas para que todos los mexicano tengamos un trabajo bien remunerado, para que este sueño se tenga en México y se viva en nuestro país y no en otro, que el gobierno concrete condiciones de vida justas y que el sueño sea por un mundo mejor en México.
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