De acuerdo con datos Ricardo Cortés Alcalá, director general de Promoción de Salud, a finales del mes de abril, el número de defunciones en nuestro país, por covid-19, suman ya 216,907 personas; según el Gobierno federal se está logrando una disminución de casos por contagio en México, “estamos domando la pandemia” como dijera López Obrador.
Por otro lado, desde que se anunció la creación de vacunas contra el virus; el Gobierno federal fue muy optimista al dar a conocer su esquema de vacunación en todo el territorio nacional, cuyas etapas serían de la siguiente manera: 1. Personal de salud de primeria línea de control de la covid-19 de diciembre 2020 a febrero 2021; 2. Personal de salud restante y personas de 60 años y más, de febrero a abril; 3. Personas de 50 a 59 años, de abril a mayo; 4. Personas de 40 a 49 años, de mayo a junio; 5. Resto de la población de junio a marzo de 2022. Y se anunciaba que al irse incorporando nuevas vacunas de otros laboratorios y farmacéuticas se fortalecería el esquema y se aceleraría el proceso.
Hoy en día, deberían haberse cumplido las metas de vacunación para las etapas uno y dos (es decir, el personal de salud y los adultos mayores deberían ya estar vacunados); la realidad nos dice otra cosa, existen constantes manifestaciones de médicos que aseguran no se les ha tomado en cuenta para la aplicación de la vacuna y es un riesgo mantenerse así, al mismo tiempo apenas se han aplicado poco más 17 millones de dosis, entre médicos, adultos mayores, y profesores.
De entrada, el esquema de vacunación planteado por el gobierno ya no se está cumpliendo, pues tan sólo el número de adultos mayores en el país rebasa los 15 millones de habitantes y muchas de las vacunas que se aplican en México son en dos dosis; el plan de vacunación está sujeto a las ocurrencias del presidente de la República, quien “afortunadamente” ya reconoció que en México el único lugar para que los niños, niñas y adolescentes, aprendan es en el aula, y por ello planteó que en las entidades donde exista condiciones de regreso a las aulas, se vacune ahora a los maestros. Los adultos mayores deberían estar ya vacunados, lo mismo que todos los médicos del país.
Mantener una estrategia (ocurrencia diría yo) de vacunación así, simplemente nos llevaría años para que todos los mexicanos queden vacunados; además, si únicamente se considera para el regreso a clases que se vacune a los profesores sin tomar en cuenta a los estudiantes, aumentaría de forma alarmante el número de contagios con la convivencia en las aulas y en el transporte.
El gobierno de la República debe entender que es necesario ejecutar un verdadero plan de vacunación que agilice la inmunización de todos los mexicanos, urge retomar las actividades económicas, urge un regreso seguro a las aulas, y eso no será posible si nos mantenemos al ritmo en el que vamos.
Incluso invertir en el desarrollo de nuestra propia vacuna haría que las cosas fueran más fáciles para todos; la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), en su Laboratorio de Inmunología y Vacunas, ha logrado en muy poco tiempo desarrollar una vacuna llamada Quivax 17.4, que probada en animales ha logrado resultados positivos; para la prueba en seres humanos sólo hace falta su fase clínica y la aprobación de la Cofepris, pero se encuentra detenida por falta de recursos.
Si confiara el gobierno en las investigaciones mexicanas y priorizará la vida de la población económicamente activa, la de los estudiantes y maestros, estaríamos ante otro escenario; por ahora el llamado es a que se ordene y acelere un plan de vacunación más efectivo, y así garantizar un regreso seguro a las aulas.
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