Como mencionaba en mi artículo anterior, las campañas electorales están a la vuelta de la esquina, y es que ahora con los medios de difusión masiva, principalmente las redes sociales como Facebook y Twitter, aparecen los políticos con su mejor cara para promocionarse, esto sin olvidar que comenzará el “chapulineo político”; es decir, el acto de “brincar con ventaja; cambiar de un partido político a otro y cambiar de opinión de forma radical”, y es precisamente esto, lo que se está viendo ya, por parte de algunos políticos, con tal de salir bien librado su pellejo.
Pero eso es lo de menos, pues finalmente cada quién va a querer acarrear agua a su molino. Lo que realmente preocupa es que nadie llegando al poder, cumple con lo que prometieron en sus campañas políticas y dejan a su suerte al pueblo que confió en ellos, y para muestra recordemos al presidente Andrés Manuel López Obrador, que prometió el oro y el moro con tal de llegar al poder y ahora la situación para millones de mexicanos es lamentable.
No tenemos en México un sistema de salud como el de Dinamarca o Canadá, que fue uno de los 100 compromisos que hizo el presidente el 1 de diciembre, tras asumir el cargo, garantizar a los mexicanos atención médica y medicamentos gratuitos. Ante esto, tenemos en cambio, un sistema de salud deficiente, y solo como ejemplo pondré a nuestro pequeño Estado de Colima, que en este se resumen todas desgracias que viven millones de mexicanos. Veamos.
El portal web Colima Noticas menciona lo siguiente: La secretaria general de la Sección 30 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSA), Dolores Meza, expresó que en el Instituto Estatal de Cancerología de Colima se registra desabasto de oncólogos. “No sé qué esté pasando, en realidad hemos platicado con los médicos que han renunciado y prácticamente no hay buena coordinación con autoridades del centro y no hay ambiente laboral agradable”.
Aseguró que en menos de tres meses han renunciado dos oncólogos y es difícil reponerlos, lo que ha generado carga en el trabajo que tenían, dando lugar a que se alargue la atención. […] “Es importante reforzar cancerología en cuanto al personal médico y paramédico, por ejemplo, está la plaza vacante de patólogo, y al momento no hay uno con la especialidad que se requiere, y se espera que se encuentre pronto”.
¿Dónde quedó aquello de garantizar la salud de los mexicanos? Por lo visto, esa promesa se olvidó. También habló de su Plan Nacional de Paz y Seguridad para combatir la violencia y pacificar al país, mencionó que “no se puede enfrentar la violencia con la violencia” “ni se puede pagar el fuego con el fuego” y hasta ahora, lo que corre por las calles de nuestro país es sangre, reina la violencia y la impunidad. Su estrategia de “abrazos no balazos” no ha funcionado.
La ciudad de Colima, y su área metropolitana, se coloca en el primer lugar del ranking de las 50 ciudades más violentas del mundo durante 2022, con una tasa de 181. 94 homicidios dolosos por cada 100 mil. El ranking, gestionado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Social, revela que de las diez primeras ciudades en completar el listado de mayor violencia a nivel mundial, 9 son mexicanas.
Y eso solo en materia de salud y seguridad, de las demás promesas, ya mejor ni hablamos, pues la gasolina no está a 10 pesos, como prometió.
Urge, pues, que el pueblo se eduque políticamente y aprenda a defenderse de los lobos disfrazados de ovejas, si no queremos que nuestro país siga sumido en la miseria. La realidad siempre es terca y pondrá de manifiesto a los que han querido engañar al pueblo con promesas huecas. Luchemos juntos y organizados para darle un nuevo rumbo a nuestra patria, después, puede ser demasiado tarde.
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