Parece que hoy la situación política más actual se ha centrado en figurar en las redes sociales y en todos los medios habidos y por haber, pues la publicidad constituye una de las mejores opciones que un político necesita para promocionarse y hacerse llegar hasta el último rincón; es aquí donde, precisamente, plantean las propuestas que en muchas ocasiones son imposibles de llegar a un vasto número de personas, pero esto disminuye la posibilidades de que sea la gente quien se favorezca de esas propuestas.
Un ejemplo claro fue la campaña de Andrés Manuel López Obrador, esto a cuatro años que logró hacerse del poder y como respuesta, ya en el Gobierno federal, seguimos con los altos precios de la gasolina, la cuesta de enero pesa sobre los hombros de millones de trabajadores, quienes aunque recibieron un aumento salarial este solo se tradujo en pagar el costo de la inflación que ahoga a las familias.
Sufrimos de un gobierno que ha tratado de disfrazar la situación a costa de lo que sea, apoyado por las vías de comunicación que hoy acapara en sus tan famosas mañaneras, pues su papel está enfocado en dar la primera noticia del día, aun sin importar que esta sea una exageración o en su caso información falsa argumentando que él tiene otros datos, aunque en esta declaración no precisa qué datos son los correctos y quién dice la verdad, si los organismos encargados de registrar la información o a un presidente que quiere maquillarlos.
Estas declaraciones dejan a un lado la voz de los miles y miles de mexicanos que sufren en la pobreza y en la marginación, empezando por quienes se encuentran empleados en los trabajos informales y que no gozan de aumento salarial, mucho menos vacaciones ni prestaciones, para ellos el aumento al salario solo impacta en conformarse con lo poco que ganan.
Hoy vemos, como cada año, los problemas que no se han resuelto y que continúan haciendo estragos entre la población; por ejemplo, la inseguridad, la delincuencia, la pobreza, pero estos a nadie le resultan incomodos ni mucho menos necesario resolver, pues es claro que no son tiempos de elección para escuchar el clamor del pueblo y con esto hacerle una promesa que sabemos nunca resolverán, porque estamos tan acostumbrados a recibir una sarta de ofertas que no cumplirán, lo que es igual a no resolver de fondo los problemas y que estos beneficios de los que tanto hablan no lleguen al pueblo trabajador.
Para esto, hace falta un gobierno que se preocupe por el pueblo trabajador, que se interese por resolver los problemas fundamentales y básicos, como los servicios públicos para que el pueblo tenga una vida digna, pues es característico en las colonias encontrarnos con drenajes que se desbordan en las calles, con olores insoportables; baches que desde hace muchos años llevan limitando el traslado a la ciudadanía y el deficiente transportes públicos que mueven a la gran mayoría de la población, pero que su servicio deja mucho que desear, pues es recurrente que terminen con fallas mecánicas.
No dejemos a un lado el tema de la salud, que es de mayor importancia, pero que hasta que no nos toca pasar por algún problema difícil, conocemos desde las entrañas el mal servicio que proporcionan a la población y sí, la salud es un derecho constitucional, porque es el pueblo quien cubre los gastos a través de los impuestos, aunque a la fecha esto ha dejado mucho de importar al Gobierno federal y ahora está peor que nunca.
Para lograr mejores condiciones de vida para todos, es necesario que el pueblo se organice y luche por mejorar sus condiciones materiales, pues hasta la fecha ningún político, ningún gobierno del color que sea, ha cambiado la realidad del pueblo trabajador, sobre todo porque no le interesa y no le preocupa; para lograrlo, es necesario la organización porque solo el pueblo trabajador podrá resolver los problemas que por muchos años ha sufrido.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario