La economía de nuestro país está en decadencia, enfrentamos una economía con crecimiento negativo y sin vistas de recuperación; la salida de capitales del país, la caída en la inversión pública, perdida y cierre de pequeñas y medianas empresas, desempleo, informalidad, salarios sin poder adquisitivo, jóvenes y adultos buscando como sobrevivir, obreros buscando un mejor salario, todo eso nos ha llevado al incremento desmedido de la pobreza y la pobreza extrema entre los mexicanos.
Lo ultimo y mas cruel para los más desprotegidos, pues tiene que enfrentar una inflación que pasó del 3% que pronosticaba el Gobierno para 2021 a casi el 8%. De acuerdo con el Banco de México (Banxico), la inflación es, en este caso, la elevación sostenida de los precios, esto quiere decir que, con la inflación, suben los precios de los bienes y servicios, lo que genera una disminución o caída del poder adquisitivo; el aumento sostenido y generalizado de los precios de los bienes y servicios de una economía, generan efectos negativos para la economía de las familias mexicanas, sobre todo para la clase trabajadora, pues el alza de los precios en los productos de la canasta básica, representa subsistir con menor alimentación diaria.
Además, a todo esto, hay que sumarle casi 4 millones (3 millones 943 mil 764) de contagios por el virus SARS-CoV-2 que produce la Covid-19 y que nos ha llevado a casi 300 mil muertos (298 mil 508), ocupando nuestro país la cuarta posición a nivel mundial. México es un país enfermo, no solamente por la pandemia, sino de pobreza, y uno de los países con mayor desigualdad en el mundo, donde el 10 por ciento de la población más rica concentra el 79 por ciento del capital y los activos; mientras el 50 por ciento más pobre tiene “cero riquezas” -World Inequality Report 2022-.
En México, cada vez más se incrementa la pobreza y la desigualdad. Según la medición realizada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), de enero 2015 a noviembre 2021: en nuestro país hay 55.7 millones de pobres; en tanto, la pobreza laboral (ingreso insuficiente de un hogar para alimentar a todos sus miembros) alcanzó el 40.7 por ciento, resultados provocados por la Covid-19, pero tambien consecuencia de una tendencia inflacionaria al alza que no se ha controlado.
Para el pueblo trabajador termina un año difícil, pues seguramente 55.7 millones de mexicanos, no tendrán que llevar a la mesa en estas fechas, para ellos, las fiestas serán un día más, que pasarán con el estómago vacío, pues los “buenos deseos” del presidente de la república, no los llenarán y tampoco les proporcionará felicidad.
Se necesita que el gobierno federal aplique políticas públicas reales, capaces de subsanar los males que lastiman la vida de los mexicanos y de esa manera curar el mal de raíz, Antorcha no se equivoca y propone un modelo económico basado en 4 ejes fundamentales: empleo para todos, mejores salarios, impuestos progresivos y garantizar la inversión de esos recursos en producir bienes públicos universales, para garantizar educación, salud e ingreso básico, especialmente para los más pobres de este país. Es urgente y necesario un nuevo modelo económico en nuestro país, que permita acabar con la pobreza y mejorar la calidad de vida de los mexicanos.
Llamo a mis compañeros antorchistas de todo el país, a cerrar filas y que el espíritu y discurso de estas fechas, no distraigan nuestros ánimos, por el contrario, nos dispongamos a luchar por la solución de las justas demandas del pueblo organizado en nuestras filas. Ese es nuestro mejor deseo y nuestro compromiso con el pueblo trabajador. El mensaje es trabajar para alcanzar un México más digno y justo para todos. Así lo hacemos, todos los días, en el Movimiento Antorchista Nacional.
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