Como macabra, creo yo que debería de calificarse, la facultad que tenga todo aquel, sin ser el creador del todo, de decidir quién vive, o quién muere en pandemia por Covid-19. Pero más macabra aún, es la otra facultad, es decir, aquella de poder manipular insolentemente la información sobre las vacunas con fines netamente electorales. Y por lo que vemos hoy por todo el país, a mí me parece que son estas, precisamente, las facultades que ahora se está arrogando el señor Presidente y su gobierno de la 4ªT.
Pero ya lo dije en otro momento y hoy solamente lo repito: por mucha y exagerada propaganda que se haga en torno a las poquísimas vacunas que han podido llegar al país, no se podrá nunca ocultar lo que por naturaleza es inocultable, que hoy nos enluta y embarga a todos los mexicanos, es decir, el grandísimo número de muertos y de contagiados que se suman ya, regados por todo el inmenso territorio de nuestra patria. Los datos que se hacen oficiales al día de hoy son reveladores: 169 mil 766 fallecidos y un millón 957 mil 889 casos positivos confirmados de coronavirus. Con esto, y sin tomar en cuenta que el Inegi afirma que el número de muertos es 44.8 por ciento más de los que dice el Sector Salud, somos ya el tercer lugar en países de todo mundo, con mayor número de muertos por pandemia.
Pero además, por otro lado, en una nota publicada por EL UNIVERSAL del día 9 de febrero pasado, se lee que México es el país con la tasa de mortalidad más alta del mundo, según datos de la Universidad Johns Hopikins. Se dice ahí, que esto es así porque en México mueren 8.6 personas de cada 100 infectados por coronavirus; que este porcentaje supera con 5 puntos, al segundo país con mayor mortalidad, que es Perú, con 3.6 por ciento, y al tercero, que es Italia, con 3.5 ¿Cómo se pretende esconder tamaña, evidente y macabra realidad?
Sin embargo, no obstante este terrible desbordamiento de mortandad que sufrimos hoy todos los mexicanos por todos los rincones, causado evidentemente por el malísimo manejo que ha hecho la 4ªT de la pandemia, hay indicios muy claros de que el Presidente, su gobierno y su partido, se aprestan ya a hacer un insolente uso faccioso y electoral de las pocas vacunas que hay. Salvador García Soto lo dijo así en uno de sus trabajos en el periódico EL UNIVERSAL: "…Por encima del personal médico, que aun falta de recibir su dosis de vacunación, los llamados "servidores de la nación", que no son otra cosa que la estructura electoral del lopezobradorismo y de Morena, con el reparto de apoyos sociales comenzaron a ser vacunados, porque serán parte de las brigadas de vacunación, y llevarán las dosis con todo y uniforme del gobierno en color guinda del partido oficial”.
Lo cierto es que la decisión del Presidente no deja lugar a dudas, y, ejerciendo su facultad de primer mandatario, acordó que serán, la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y sus "servidores de la nación&rdquo, los encargados del Plan Nacional de Vacunación, cuya estrategia llamada "Operativo correcaminos&rdquo, tendrán a su vez la facultad de decidir quién recibe y quien no, la dosis contra el coronavirus.
Pero volvamos a lo afirmado por García Soto y muchos otros columnistas bien informados, que se han manifestado al respecto: por encima del personal médico que deberían ser la prioridad inmediata, el Presidente usa las vacunas para sus "servidores&rdquo, para que salgan por doquier a las calles a promover al partido oficial. He aquí el uso electoral de la vacuna. Se sabe que los profesionales de la salud y demás personal médico, suman algo así como 1.1 millones de personas, y que los mayores de 60 años, que representan la segunda etapa del plan de vacunación considerado por el portal de salud, son 14 millones 460 mil 754 adultos mayores. Si sabemos que la población total de México, según Inegi, son más de 126 millones de personas, y que el Presidente ocupará gran parte de las dosis según sus facciosas facultades, ¿ya podemos imaginar hasta cuándo nos llegará la dosis de vacuna al resto de los mexicanos?
Pero en Colima, cuyo número de población es el más pequeño de todo el país, la situación resulta muy reveladora en relación a lo que he venido denunciando. Tampoco aquí se ha concluido con la primera etapa de vacunación, es decir, con la atención a todo el personal médico en general. Y en relación a la segunda etapa, que se dice está por iniciar, debe abarcar a 91 mil 557 colimenses mayores de 60 años. Pero, según datos publicados por el periódico Diario de Colima del día 10 de febrero pasado, el portal mivacuna.salud.gob.mx, informó que a esa fecha, solo estaban registrados en el sistema 17 mil 987 adultos mayores, es decir, el 19.6 por ciento del total. Al día de ayer sumamos ya en el estado a mil 49 fallecidos por Covid, y llegaron a 9 mil 411 los casos positivos acumulados. ¿Cuántos muertos más se sumarán, antes de que nos llegue la vacuna a todos los colimenses?
Pero el proceso electoral, ya casi está a todo lo que da. Y aquí también operarán los "correcaminos” y "servidores” del Presidente. La consigna que traen es clara y concisa, y las preguntas mediante llamadas telefónicas son evidentes: "¿quiere usted la vacuna?&rdquo, "¿votó usted por López Obrador?” Esto lo sé bien, porque son muchos mis compañeros adultos mayores consultados, que necesitan urgentemente la vacuna y están a la espera de ella.
Pero no debemos dejarnos manipular. Las vacunas que compró el gobierno del Presidente de la 4ªT a otros países, las adquirió con dinero que juntamos con nuestros impuestos obligados todos los mexicanos. Todos, dije. Y por eso es que opino, que todos tenemos derecho a ser vacunados ya, para salvar la vida, sin distingo partidista de por medio. Ya es momento de poner un alto al abuso insolente de los que se dicen defensores de los pobres en tiempos electorales. ¡Alto al uso electoral de la vacuna! El Presidente no debe decidir quién vive o quién muere en pandemia. Esa facultad no le corresponde. Nos vemos en las urnas.
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