En México, la violencia es un tema alarmante y de preocupación constante. En los últimos años, el país ha enfrentado altos índices de violencia con graves consecuencias a la sociedad. La violencia está presente en diversas formas, incluyendo la delincuencia organizada, el narcotráfico, la violencia de género y la violencia intrafamiliar.
En nuestro país ha dejado un impacto profundo en la sociedad, generando altos números de homicidios dolosos y feminicidios; es un problema multifacético que requiere una respuesta integral.
Para comprender la magnitud del problema, es preciso analizar algunas cifras que reflejan la situación actual. Es importante destacar que las cifras de muertes relacionadas con la violencia pueden variar según las fuentes y los criterios utilizados para contabilizar los casos. Además, hay que tener en cuenta que muchas muertes violentas no son reportadas y registradas adecuadamente, lo que significa que las cifras oficiales podrían subestimar la magnitud real del problema, las cifras reales podrían ser aún más altas.
Debemos tomar en cuenta que estas cifras son solo una parte del panorama de la violencia en nuestro país en lo que va de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. Veamos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2018, ocurrieron 35 mil 685 homicidios en México, de los cuales 32 mil 765 eran hombres, 3,752 mujeres y 168 no se pudo determinar su sexo. En 2019, fueron asesinadas 36 mil 661 personas, de esa cifra escalofriante 32 mil 530 eran hombres, 3,893 víctimas mujeres y 238 víctimas sin especificar.
Para 2020, la cifra llegó a 36 mil 773 homicidios dolosos, de estos 32 mil 530 fueron hombres, 3,893 mujeres y 301 no se pudo determinar su género. En el año 2021, la cifra de muertes violentas fue de 35 mil 700; de esta cifra, 32 mil 336 fueron hombres, 3,957 mujeres y 435 no fue identificado su género.
Al cierre de 2022, la cifra cerró en 30 mil 968 muertes, de las cuales 27 mil 214 fueron hombres y 3,754 mujeres. La violencia relacionada con el crimen organizado y el narcotráfico es uno de los principales factores que contribuyen a estos números preocupantes, además de los homicidios, otros tipos de violencia, como la violencia de género o violencia intrafamiliar, que también tienen un impacto significativo en el país.
Es preciso señalar que todas estas cifras reflejan una realidad lacerante que sufre nuestro México, representan las vidas humanas arrebatadas diariamente, en contextos y realidades distintas, cada una en circunstancias particulares que merecen atención, empatía y sobre todo merecen justicia. Esta realidad alarmante requiere una respuesta inmediata y efectiva y cada vez nos queda más claro que la política implementada en el tema de seguridad que ha impulsado el presidente de la república, la tan alabada política de “abrazos no balazos”, no está funcionando.
El sentimiento de inseguridad, en muchas ciudades mexicanas, ha llevado a un deterioro en la calidad de vida de la población, afectando negativamente la convivencia pacífica, su efecto provoca daños colaterales en la economía del país que de por sí ya está muy afectada. Es necesario abordar las causas subyacentes de la violencia, como la pobreza, la falta de oportunidades y la desigualdad que existe en nuestra sociedad, y al mismo tiempo fortalecer las instituciones encargadas de garantizar la seguridad y se promueva una cultura de paz y respeto para generar un sentimiento de seguridad y no generar un impacto negativo en la calidad de vida de los mexicanos.
Es importante destacar que la violencia en México no sólo tiene consecuencias en términos de pérdida de vidas, sino también en la economía y el desarrollo del país. La falta de seguridad y la presencia de la violencia dificultan el progreso y limitan las oportunidades de crecimiento.
Así pues, las cifras de violencia en México son alarmantes y reflejan la urgencia de abordar este problema de manera efectiva. Es necesario implementar políticas públicas integrales que promuevan la seguridad, la justicia y el respeto a los derechos humanos.
Solo a través de un esfuerzo conjunto de la sociedad y las autoridades se podrá construir un México más seguro y pacífico para todos, es fundamental trabajar de manera conjunta para encontrar soluciones efectivas que promuevan un México seguro, pacífico y próspero para todos los mexicanos. La violencia en México es un desafío complejo y de múltiples dimensiones que requiere una atención prioritaria porque las cifras no mienten.
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