No habían pasado ni cinco días del mortal accidente en Chiapas, donde un tráiler volcó y dejó sin vida a 55 personas, la mayoría guatemaltecos, y más de 100 heridos, cuando en la Ciudad de México (CDMX), cientos de granaderos, bajo las órdenes de Claudia Sheinbaum como gobernante, eran los encargados de recibir y “brindar hospitalidad” a la caravana de migrantes que llegaba a la Metrópoli. La travesía de los migrantes, en este 2021, ha sido de constante represión por parte de las policías que comandan Morena y la Cuarta Transformación.
En México la política migratoria que intenta llevar AMLO y su 4T no es la más adecuada y tampoco ha sido la más efectiva; por ejemplo, se sabe que hasta el mes de octubre el gobierno había detenido a 228 mil 115 personas migrantes que transitaban por nuestra nación, la cifra es mayor que en los últimos 20 años y representa un 37% de incremento con respecto al 2019, un año antes de la pandemia; los datos son oficiales, de la Secretaría de Gobernación (Segob) federal.
En el mes de mayo de 2019, aún con Donald Trump en el poder de Estados Unidos, López Obrador se llenó la boca refrendando su compromiso de defender a los migrantes: "Siempre vamos a defender a nuestros paisanos migrantes y no solo a los migrantes mexicanos, todos los que por necesidad se buscan la vida y salen a otras partes y se echan a andar porque no tienen oportunidades de trabajo o porque en sus lugares de origen hay mucha violencia", también dijo que "Todos los migrantes merecen nuestro respeto, comprensión y mano fraterna", pero sus palabras pronto se las llevó el viento.
Y entonces, en el tema migratorio vemos dos caras; la primera es la supuesta defensa, el respeto y comprensión en el repetido y ya muy trillado discurso oficial; la segunda, lo que la realidad grita y expone ante los ojos de los ciudadanos y las naciones del mundo. El diario “El País” tituló su nota del 13 de diciembre como: “La policía y migración nos han tratado como animales”, aseguró una voz de las más de 300 personas migrantes que se encuentran en un campamento de la Ciudad de México, antes de seguir su camino.
Los testimonios, tras la agresión del pasado domingo, donde la policía de Claudia Sheinbaum arremetió contra los migrantes, son claros y desenmascaran la verdadera política de gobierno de Morena en la capital del país; y conste que esta agresión no es la única porque apenas hace unos días, cuando la gobernante de una de la ciudades más grandes del mundo, daba un mensaje con motivo de su tercer año de gobierno, cientos de granaderos reprimieron a manifestantes de las alcaldías de Tláhuac y Tlalpan que exigen atención a elementales demandas de obra social como vivienda; también, como ejemplo, está la represión policíaca que ordenó Sheinbaum contra la recién electa alcaldesa Lía Limón.
La misma nota de “El País” da fe de esto otro: “Yo no quiero quedarme en México…”, “me gusta, pero me golpea mucho su violencia. Hemos sido muy maltratados, la policía y migración (Instituto Nacional de Migración) nos han tratado como animales”. En lugar de la promesa de AMLO para defender los derechos de los migrantes, brindarles atención y respetarlos, el gobierno ha desplegado miles de elementos de la Guardia Nacional, del Instituto Nacional de Migración y policías estatales, evidenciando un ambiente de represión.
En los hechos trágicos de Chiapas es "voz generalizada" que tras el accidente, los sobrevivientes agarraron monte para refugiarse y protegerse, se escondieron en ríos y algunos, solicitando ayuda médica y hospitalaria, lograron que habitantes de la zona los recibieron en sus hogares; para su sorpresa, la Guardia Nacional, armada hasta los dientes, los sacó de esos hogares, de los ríos y de la maleza y los golpeó y arrastró, volando así sus derechos humanos más elementales; incluso, la cifra de los fallecidos aún es una incógnita, porque los testigos, que estuvieron hasta 40 minutos antes de que arribara alguna policía o autoridad, hablan de un verdadero horror humano: brazos y pies por todos lados, un verdadero infierno y dolor, y al parecer siguen desaparecidos muchos migrantes que viajaban en el tráiler de la muerte.
Los migrantes, en caravana o en tráileres hacinados buscan cruzar por nuestro país; para algunos la caravana es más segura que la opción de viajar con coyotes donde los cobros son excesivos, desde 90 o 100 mil pesos hasta 150 o 200 mil pesos. Desgraciadamente los países subdesarrollados no tienen una política adecuada y efectiva para contener la migración; los gobernantes, como López Obrador en México, han sido ineficientes para combatir la pobreza, la marginación y la crisis económica de sus respectivas naciones que son las verdaderas causas de el alto incremento del fenómeno migratorio. Por el momento, querido lector, es todo.
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