El campo mexicano ha sido una de las áreas productivas más desatendidas del país. A pesar de que, durante buena parte de décadas pasadas, el campo fue el principal pilar de la economía mexicana, hoy en día para la 4T ha perdido relevancia.
Desafortunadamente, en México el abandono al campo ha sido una constante, generando problemas como la perdida de la soberanía alimentaria, el aumento de la pobreza en zonas rurales, la migración de millones de mexicanos de sus lugares de origen y con ello el estancamiento de la economía nacional. La falta de apoyos campo ha tenido también repercusiones en la calidad de vida de las personas que viven en zonas rurales.
La austeridad del gobierno de Andrés Manuel López Obrador que, ha llevado cabo en los programas de apoyo a los productores agrícolas en México, propició, en los tres primeros años de su gestión, la mayor pobreza del país. Con lo cual, la presente y las futuras generaciones tendrán que luchar considerablemente, apenas para subsistir en condiciones limitadas y con una dependencia en alimentos no vista en los últimos cien años.
Un ejemplo de ello lo representa, el recorte realizado en el PEF 2021, en donde se eliminaron 17 programas o se redujo el presupuesto a varios de ellos, que involucran 5 mil 300 millones de pesos. Entre los programas que desaparecieron por completo, destacan el “Crédito Ganadero a la Palabra” que en el año anterior contó con un presupuesto de alrededor de mil millones de pesos; “Desarrollo Rural” que tuvo 100 millones; “Vinculación Productiva” con 3.7 millones; y “Fomento a la Ganadería y Normalización de la Calidad de Productos Pecuarios” con 4.1 millones.
Con esto, se observar que, con un presupuesto cada vez más restringido para los apoyos al campo, pasamos de un Estado mínimo a un Estado ausente, generador de pobreza en el campo en donde vive el 25% de la población y al que solo le asigna el 5.4 % del gasto total.
Otra de las consecuencias que trae su abandono, es la migración de los jornaleros con sus familias, los cuales se contratan en condiciones de esclavitud, en pésimas condiciones laborales y con la explotación de menores de edad en otras áreas de cultivo, en donde ponen en riesgo su salud al ser muy pequeños y estar en contacto con fertilizantes, al recolectar las cosechas sus manos llenan de los químicos que luego se llevan a la cara, o las introducen en la boca, desarrollando enfermedades como cáncer en el estómago, incluso ceguera en muchos de ellos. Sin olvidar que estos niños dejan de estudiar.
Ante los malos resultados de la política de la 4T para llevar a cabo sus tres pilares para el campo que son: “Incrementar la productividad, hacer una agricultura muy sustentable y alcanzar una agricultura más incluyente”, las fuerzas políticas, así como la sociedad civil y organizaciones sociales deberán dar la batalla, al actual gobierno para que Presupuesto de Egresos de Federación para el 2022, no tenga aún mayores recortes al campo y como consecuencia su pauperización del mismo.
El Presupuesto de Egresos la Federación para el 2022 tendrá que ser analizado a profundidad, para no llevar al colapso social al país también en otros rubros como, la Salud, Educación, Seguridad, Economía, y problemas sociales, donde se pueda desarrollar una hambruna por la falta de financiamiento a los programas sociales.
Hasta dónde hemos llegado con tan alto grado de pobreza, sin trabajo y un gobierno que no responde a las necesidades reales de una emergencia económica, política y social. Con pocas expectativas de salir de la crisis agravada por la pandemia.
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