En una sociedad con o sin clases sociales, la ideología tiene como función fundamental, asegurar determinadas interacciones entre los seres humanos, con sus condiciones de existencia, con el fin de adaptarlos a sus tareas fijadas por la sociedad, cada uno desempeñando su respectivo rol. Así es como la ideología amalgama a los individuos en su cometido y todas sus relaciones sociales, tarea de la que nadie puede escapar; siendo ajenos a su voluntad, es como el cemento que cohesiona a un edificio. Por ende, la ideología impregna todas las actividades del hombre en su vida diaria, contemplando entre ellas: la práctica económica, actividad política, cultural, familiar, cultural, religiosa, educativa, entre otras.
El contenido ideológico es la estructura social, está compuesto por sistemas de ideas-representaciones sociales, es decir ideologías en sentido restringido; ideas políticas, jurídicas, morales, religiosas, estéticas y religiosas de una sociedad determinada en un momento histórico, por otra parte, los sistemas de actitudes-comportamientos sociales; hábitos, costumbres y tradiciones. Las relaciones dialécticas entre ambos sistemas pueden ir desde la identidad total o parcial, hasta la contradicción. Lo ideológico, es una realidad objetiva indispensable para la formación y el desarrollo de todo núcleo social.
Es necesario aclarar que los sistemas ideológicos no son neutros ni espontáneos, desde que apareció la propiedad privada y el estado como instrumento de sometimiento y control, este sistema es clasista y encierre contenido difícil de descifrar y para ello se requiere estudiar y profundizar con el método científico.
Las sociedades que han existido tienen una base económica y una superestructura jurídico-política e ideológica, ambas vinculadas mediante una articulación compleja, siendo la primera la que determina todo el cuerpo social. Decía Marx: la ideología dominante es la de la clase dominante. La dueña de los medios de producción, que posee el poder económico y político, es la que domina ideológicamente a la clase explotada, representada por las inmensas mayorías trabajadoras, para este fin, han desarrollado medios masivos de comunicación efectivos, poderosos y atractivos, adornándolos con todo un esquema de ideas preconcebidas, en pocas palabras, todo un sistema de ideas sutiles, suaves y efectivas que controlan la mente, el comportamiento y las interacciones de los individuos dominados, sometidos y explotados.
Han creado y perfeccionado poderosos medios masivos: la televisión con las novelas, películas, caricaturas, series, noticieros; la radio, con la música; el periódico con toda su propaganda de consumismo; el cine, las diversas redes sociales con todo el tipo de contenido que debe consumirse.
Los mexicanos somos de los que más ven televisión, escuchamos radio y consultamos redes sociales. Es cierto, que no toda la información que recibimos a través de los medios de comunicación masiva es basura, pero en su mayoría es propaganda cargada de contenido que lleva el fino, efectivo y sutil propósito de cumplir con la misión de entretener, distorsionar, deformar, adormecer, manipular y controlar las mentes de las mayorías. De esto somos víctimas cada instante de nuestra existencia.
Sobran ejemplos cotidianos de cómo hacen pasar noticias falsas como verdaderas, sueños guajiros como metas alcanzables, nos han sembrado necesidades con fines de consumismo, comerciales asociados al sexo desenfrenado y estilos de vida inalcanzable para las mayorías, para ello la clase poderosa ha formado sus voceros profesionales que hacen su trabajo todos los días.
Basta ver a las mayorías pegados a un teléfono, tableta o televisión; todo el día escuchando música estruendosa y chatarra. Los obscuros fines de la propagación ideológica de una clase social sobre otra, tiene un fin de manipulación, control y explotación como clase dominante, solo así los explotados y dominados aceptaran las condiciones de explotación, como una ley social y natural, en la que nada se puede hacer para cambiarla.
En estos momentos, la manipulación ideológica es ofensiva, donde es difícil de encontrar información objetiva e imparcial de los acontecimientos de toda índole del día a día. Toda la propaganda que lanzan los medios está diseñada con un fin; consumismo, manipulación, enajenación, entretenimiento y sometimiento.
Por eso, hoy por hoy, se necesitan discursos alternativos con contenido objetivo e imparcial que estén pensando en la concientización y liberación de las mayorías, que poco a poco los vaya concientizando de su gran tarea histórica que tienen; para luchar por una sociedad sin propiedad privada, ni aparato estatal represivo, donde sea repartida la riqueza de forma justa y equitativa entre todos las que la producen.
Para lograr alcanzar esto, es necesario ir tejiendo, construyendo un partido proletario que realice esta gran proeza, siendo la única vía para alcanzar una sociedad donde se reparta de manera más equitativa la riqueza, este libre de manipulaciones ideológicas y sometimientos de una clase sobre otra. La humanidad debe aspirar a buscar formas de existencia menos hostiles, egoístas, injustas y desiguales, donde el ser humano conviva plenamente y sea verdaderamente feliz. Así allá debemos virar los desposeídos de esta tierra o por el contrario estamos condenados a seguir padeciendo un mundo de pobreza entre tanta riqueza.
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