Al igual que la teoría de la guerra de distracción o del chivo expiatorio, que consta de la creación de guerras al exterior de los países como método de distracción de los asuntos internos, la política mexicana se ha encargado de hacer de los asuntos nacionales el menor de sus problemas para dar paso al montaje de asuntos de interés personal, intereses convenientes para la prosperidad y futuro de su huella en la historia, su partido y su popularidad.
Hablo de uno de los temas que acaparan no todos los periódicos pero si sus mañaneras. El asunto de las elecciones de 2024. Las declaraciones de López Obrador descalificando a los opositores de su color, específicamente a Bertha Xóchitl Gálvez, actual senadora y aspirante a candidata del Frente Amplio por México, coalición integrada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD); pero también su postura antidemocrática y dictatorial de posicionarse por encima del Instituto Nacional Electoral y sus leyes.
Si volteamos los ojos hacia los periódicos y medios de difusión masiva como las redes sociales y el internet, podremos enterarnos de los temas y opiniones que maneja el discurso de la política mexicana encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador: Xóchitl, fifís conservadores y la DEA.
Pero mientras este circo, que no pienso difundir, marea a los mexicanos, estos viven las peores consecuencias del aparato de Estado, sus frentes y sus instituciones mismas que poco se difunden y cuya importancia recae en la decisión de los mexicanos para la próxima contienda electoral.
Pobreza, educación e inseguridad, son tres elementos que constituyen el talón de Aquiles de nuestra sociedad hoy en día. Hay muchos más como los servicios, tanto de prestación como de calidad, la efectividad de los programas sociales, etcétera, pero son estos tres los que se presentan a nivel nacional y que inciden directamente en los problemas nacionales más apremiantes de los últimos meses.
El 36.3 por ciento de los hogares mexicanos tuvieron preocupación de que la comida se acabara y el 9.9 por ciento, se quedaron sin comer por falta de recursos; por otro lado, el 24.6 por ciento de hogares, tuvo dificultades para alimentar a menores de edad, pero el 1.9 por ciento tuvo que dejar sin comida un día completo a sus pequeños por falta de recursos, así lo dio a conocer la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2022 (ENIGH), encuesta que se realiza cada dos años y cuya publicación se efectuó hace una semana.
Menciona además el documento que los hogares más pobres, además de vivir en esta condición, lo hacen dependiendo de remesas y apoyos gubernamentales, pero en primer lugar, conocemos que el valor del peso mexicano subió frente al dólar, pero esto no beneficia precisamente a las familias pobres, pues las remesas que vienen de Estados Unidos, aquí valen menos, por lo tanto, el apoyo efectivo es menor; y por otro lado están los apoyos gubernamentales, mismos que no están bien dirigidos a la gente más necesitada.
Según la misma encuesta, se redujo el apoyo en 32 por ciento de los hogares más pobres que recibían apoyos del gobierno, pero aumentó en 144 por ciento los hogares más ricos en los últimos dos años. Por lo tanto, no hay disminución de la pobreza, al contrario, se aumentó a niveles exorbitantes.
Por otro lado, la educación. Sabemos de los resabios educativos que heredamos de la pandemia, y de los retrocesos que tuvimos a nivel nacional al respecto, por lo tanto, era y es tarea de los gobernantes crear políticas que realmente ayuden a resarcir los daños, pero no pinta para que sea así. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las tasas de deserción a nivel secundaria es de 12.3 por ciento, mientras que la de nivel Media Superior es del 17.4 por ciento. En el primer caso, la principal razón es la situación socioeconómica de las familias (36.6 por ciento) por la necesidad de trabajar y contribuir al ingreso familiar, pero también por el entorno escolar, la ausencia de docentes capacitados, la falta de programas académicos, la deficiencia en infraestructura y falta de motivación. En el segundo caso, abandonan sus estudios por la falta de interés por la preparación académica, falta de acceso a la educación en zonas rurales, pobreza extrema y discriminación.
Y este ciclo escolar se suma algo nuevo con lo que ya se venía amenazando, que son los libros de textos gratuitos, cuya deficiencias tanto de contenido como de calidad, ha puesto al país entero a hablar sobre esto. Estos problemas educativos, tienen consecuencias graves no solo a nivel educativo o individual, si no también a nivel social y económico, pues al desertar de las aulas, los niños y jóvenes se enfrentan a dificultades mayores, como el desempleo y el empleo informal, los bajos salarios, los gastos familiares que al final repercute en el ciclo de desigualdad, pobreza, competitividad y desarrollo del país.
Y finalmente, la inseguridad o los derechos humanos en general. La única y peligrosa política de seguridad que ha mantenido este gobierno cuyo eslogan es la de “abrazos no balazos”, ha sumido a la nación en un mar de sangre, lamentaciones y temor.
Los actos delictivos que se efectúan a nivel hogar, como escolar y en las calles a diario, han colocado a este sexenio como el más violento de la historia moderna como aseguró la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex). Violencia, desapariciones, crimen organizado, extorsión, migración, asaltos, homicidios e incluso la ola de calor reciente, se ha cobrado la vida de miles de mexicanos. Por eso es que incrementó a 62.3 por ciento la percepción de inseguridad a nivel nacional.
Por supuesto, como decía al principio, eso no lo menciona el mandatario nacional en sus mañaneras, y seguro no se ha enterado tampoco que su audiencia ha bajado hasta 1% de sus seguidores (LaSillaRota.com). Los temas que lleva son irrelevantes para los problemas reales de los mexicanos que viven las represalias de no obtener un programa o ayuda gubernamental si no apoyan sus ideas y a su partido.
La falta de criterio, capacidad y vergüenza de este gobierno, no se acaba con AMLO, detrás de él están los irresponsables que tenían un cargo en sus secretarías y dependencias y que el día de hoy son sus “corcholatas”. De continuar así, estaremos otro sexenio sumidos en la pobreza y con la delincuencia a niveles inimaginables, depende de todos los mexicanos que no se salgan con la suya.
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