En los tiempos que corren, mucho se habla sobre la educación como un derecho humano, incluso, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 24 de enero Día Internacional de la Educación, esto, según los asambleístas, en celebración del papel que la educación desempeña en la paz y el desarrollo. Este derecho, está consagrado en el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Sin embargo, hay que analizarla con cuidado para determinar si en efecto, la educación impulsada por el sistema capitalista, desempeña el papel que los asambleístas de la ONU afirman, es decir, paz y desarrollo en el mundo.
Algunos estudiosos sobre el tema en comento, dicen que: “la educación es un proceso humano y cultural complejo, ya que el hombre debe aprender usando, en principio, los andamiajes de la cultura para adaptarse y transformar su medio y su propia historia individual. El hombre necesita aprender lo que no le es innato, lo que no se le ha dado por nacimiento y potenciar lo que se le dio por herencia genética”. Por eso -dicen los especialistas- necesita de otros y de la cultura para garantizar su tránsito por el mundo.
En estricto sentido, estos estudiosos tienen razón, porque la educación debiera buscar la perfección y la seguridad del ser humano, de esa forma, los hace libre, es decir, la educación hace libre al ser humano. Pero esta libertad es relativa, depende mucho del momento histórico en que se esté viviendo.
Hemos visto, que en todas las sociedades que han existido hasta el momento, la educación le ha servido a los que tienen el poder. Carlos Marx, un gran teórico del capitalismo dijo: “En una sociedad dividida en clases, la ideología dominante, será la de la clase dominante”. Es decir que, depende mucho de la clase social que esté en el poder, puesto que la educación servirá a los intereses de esa clase.
El mismo Carlos Marx en compañía de su gran amigo Federico Engels en 1848 escribieron el Manifiesto del Partido Comunista, en esta obra, también nos ponen de manifiesto cómo se desarrolló la sociedad; al respecto dicen: “La historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases. Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y aprendices, en una palabra: opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, velada unas veces y otras, franca y abierta; lucha que terminó siempre con la transformación revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las clases beligerantes”.
Es decir, que cada momento histórico por el que ha pasado la humanidad, la clase que domina en ese momento, utiliza la educación de acuerdo a sus intereses. No busca el bienestar de todos los integrantes de esa sociedad, sino de los que tienen el control político, económico y social. Si esto es así, entonces pudiéramos afirmar con toda certeza que la educación en tiempos del capitalismo, no sólo no es diferente, sino que, han perfeccionado su modus operandi. Es decir, que hacen creer a la gente, que ellos si son diferentes, que están por la “paz” y “desarrollo” de los pueblos.
Así pues, hoy día, en el capitalismo, con el argumento de que la “educación” es el gran remedio para casi todos los males sociales e individuales, se usa como una de las más “respetables” trincheras ideológicas burguesas aparentemente irrefutable por su filantropía, pero en realidad, es un argumento hipócrita, insustentable e ilusionista.
La educación financiada por la burguesía en todos sus niveles (con algunas honrosas excepciones) es una maquinaria ideológica empeñada en sistematizar, en las aulas, los modos y los medios para amaestrar personas; disfrazan la ideología de la clase dominante con el “prestigio científico” para hacer creer a los pueblos que el sistema capitalista, verdaderamente ve por el interés de la mayoría.
En los tiempos actuales, como diría Marx en el Manifiesto del Partido Comunista: “la burguesía ha despojado de su aureola a todas las profesiones que antes eran bien reputadas de venerables y veneradas. Del médico, del jurisconsulto, del sacerdote, del poeta, del sabio ha hecho trabajadores asalariados”.
Así, van preparando “mano de obra calificada” para que funcionen sus empresas con mayor eficacia. Ahora, ya educan a los trabajadores en las “competencias básicas” como formación permanente para garantizar una mayor flexibilidad de la mano de obra y para que ésta se vaya adaptando rápidamente a la evolución constante de los medios de producción.
También educan la mano de obra calificada con el rollo de la “Comunicación efectiva” “como elemento de éxito en los negocios” o con lo que ahora le llaman “Competencia emocional” que no es más que una serie de habilidades que tiene un individuo para potenciar su inteligencia emocional en su vida cotidiana -según los educadores del sistema- para lograr mejorar su calidad de vida, pero que, en realidad, es tener mano de obra calificada que haga crecer sus negocios.
La burguesía en nombre de la “libertad” y de una “verdadera educación” de los pueblos ha cometido verdaderos genocidios en el mundo. Ha invadido pueblos libres con una cultura diferente a la de occidente con el pretexto de liberarlos de los “dictadores”, cuando en realidad lo que busca son las riquezas naturales de esos pueblos y abrir nuevos mercados para sus mercancías que producen al mil por hora.
Por lo tanto, el sistema Capitalista, basado en todo lo anterior, no es cierto que traiga paz y desarrollo, al contrario, está a punto de acabar con el planeta. Es necesario que los luchadores sociales, los revolucionarios del mundo, con una educación diferente a la capitalista, redoblemos esfuerzos para seguir educando la clase trabajadora y, en un tiempo no muy lejano, el capitalismo sea derrocado y cambiado por un sistema que verdaderamente vea por los intereses de la mayoría. Vale.
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