En modo de espera es como se encuentran miles de campesinos que desde hace más de cinco años han solicitado la reparación de sus caminos saca cosechas y de las vialidades que conectan a diversas comunidades de la zona rural pertenecientes al sur de Quintana Roo.
Los miles de afectados, que en su inmensa mayoría son campesinos, siguen solicitando al Gobierno estatal y federal la reparación de sus caminos que abarcan más de 100 kilómetros, trabajos en los que no se ha avanzado desde 2017, esto, a pesar de las constantes gestiones ante las diversas autoridades gubernamentales.
Las inversiones se han dirigido a proyectos turísticos que benefician a unos pocos, en lugar de atender las necesidades básicas de la población rural.
Cabe mencionar que el actuar insensible de estas autoridades ha tenido como consecuencia que los habitantes tengan dificultades para trasladarse de un lugar a otro, además de que han resultado afectados por los constantes accidentes que se han generado por las pésimas condiciones en las que se encuentran las vialidades.
La nula atención de las necesidades básicas de los trabajadores del campo, es resultado de las malas políticas de los gobiernos locales, algo que la 4T sigue al pie de la letra, pues nada se ha hecho para contrarrestar este mal que afecta a los campesinos y a quienes transitan a diario por la zona. Sin embargo, con los recortes presupuestales para obra pública, ahora se hacen más evidentes las problemáticas que se generan; no se puede invertir en la reparación de caminos porque los recursos fueron destinados a otros rubros que no benefician a los pobres, al contrario, esos dineros prefieren destinarlos para proyectos turísticos, que nada más beneficiará los bolsillos de los pudientes.
En municipios como Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos, Lázaro Cárdenas, Othón P. Blanco Bacalar y Tulum, las mismas autoridades hicieron el compromiso con los habitantes para atender las demandas, reconstruir y mejorar los caminos deteriorados en las localidades, sin embargo, nada se concretó, todo quedó en un: “hay veremos”
A decir del titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca se constata que muy poco esfuerzo se ha hecho para atender esta añeja demanda, pues afirma que solo se pudieron construir algunos caminos saca cosechas en la zona cañera de Othón P. Blanco, pero que aún falta la reparación de muchos caminos que son indispensables para que los campesinos puedan trasladar sus productos y comerciarlos en las ciudades más cercanas.
Y es que la principal demanda de los campesinos es que se rehabiliten estos y que se construyan más caminos para que tengan la facilidad de entrar o salir de sus áreas de trabajo porque si no hay acceso en buenas condiciones difícilmente podrán transportar sus productos al mercado lo que provoca que no se obtenga cuando menos lo invertido o en el peor de los casos, pérdidas pese al enorme esfuerzo y recursos económicos que se invierten.
Asimismo, la rama agrícola no es la única afectada económicamente, también los apicultores entran en apuros al no poder trasladarse con seguridad por el mal estado del camino, algo que se replica con el transporte de ganado.
Además, lo que se debe hacer en la mayoría de los casos es construir vías alternas en vez de reparar, pues en tiempos de lluvia el acceso se vuelve a destruir desperdiciando de esa forma mucho material y sobre todo recursos económicos.
Para que la causa del pueblo sea escuchada es necesario intervenir políticamente a través de la lucha organizada y exigir que los recursos sean bien invertidos, que ya no se siga invirtiendo en obras que en nada beneficia a las mayorías del sur del estado; no estamos en contra de que se le invierta y se impulse el turismo en el norte del estado, sin embargo, las ganancias van a parar a manos de extranjeros y no al trabajo local, a los obreros y al campesinado que con mucho esfuerzo y dificultades saca su trabajo, es para los trabajadores para los que se tiene que invertir y luchar para mejorar sus condiciones de vida.
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