Consigno algunas de las más recientes declaraciones del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, acerca de la indispensable y urgente aplicación de las vacunas contra la covid-19, hechas durante su gira por Oaxaca el pasado fin de semana. Según reportó el periódico El Universal, el mandatario afirmó que "a partir de este martes (el 16 de febrero) no dejarán de llegar las vacunas contra el Covid-19 a nuestro país”. Hago notar, porque es muy importante para hacer conciencia de la situación en la que se encuentra nuestro país y las posibilidades de mejoría con el gobierno de la llamada Cuarta Transformación, que ya muy pronto se van a cumplir dos meses de múltiples y contradictorias declaraciones del presidente y sus principales funcionarios acerca de la "llegada” de las mentadas vacunas y, al día de hoy (martes 16 de febrero), la cantidad de mexicanos inmunizados, es verdaderamente insignificante. Conclusión: muchas promesas, mucha propaganda, mucha tierra a los ojos de los mexicanos para que no hagan conciencia de que ya pronto cumplirán un año en el desamparo enfermándose y muriendo ante una terrible pandemia. Esa es la verdad.
Hago notar, también, que el orgullo, lo que presumen las autoridades acerca de las vacunas, es que ya muy pronto van a llegar, es decir, que las están trayendo del extranjero. Los mexicanos nos debemos preguntar ¿y por qué no se producen en nuestro país? ¿Por qué países a los que se ataca un día sí y otro también, como Cuba, que tiene sesenta años sufriendo un bloqueo asesino por parte de Estados Unidos, supuestamente porque es un gobierno dictatorial, ya tiene vacunas y está vacunando a toda su población y hasta a los turistas que llegan de visita? No tenemos vacunas en México porque hemos padecido gobiernos que no han invertido en cuidar al pueblo, eso es cierto, pero a los paniaguados de la 4T les gusta quedarse hasta ahí y se cuidan muy bien de agregar que la famosa 4T, tampoco está haciendo nada para que algún día los mexicanos produzcan sus propias vacunas (indignan en este sentido las declaraciones del presidente de la república que ya le puso nombre, pero no dinero para producirla a una hipotética vacuna mexicana). Así de que tanta ostentación y fiesta porque ya vienen las vacunas, solo exhibe el atraso en el que está el país y demuestra la urgente necesidad de un cambio de gobierno en favor del pueblo.
Ahora se prometen reiteradamente las vacunas y se nos advierte la peligrosidad de la pandemia. Pero debe tenerse siempre presente que el gobierno de la 4T y el propio presidente de la república, le restaron importancia durante muchas semanas y engañaron sobre su peligrosidad. Apenas hace unos días declaró López Obrador: "Vamos a seguir enfrentando las adversidades, la crisis sanitaria, el Covid, esta terrible enfermedad que tanto daño ha causado, sobre todo por la pérdida de vidas humanas". Estas palabras contrastan radicalmente con las que usó el pasado 17 de marzo y que el pueblo de México nunca deberá olvidar: "Hay quien dice que por lo del coronavirus no hay que abrazarse, pero hay que abrazarse, no pasa nada”. ¡¿No pasa nada?! ¡Pero si ya estamos llegando a los 180 mil fallecimientos! ¿Cuándo creer al presidente? ¿Cuando dijo que no pasaba nada o cuando habla de una terrible enfermedad que está costando pérdida de vidas humanas?
Ahora, la novedad es que trayendo vacunas de aquí y de allá, con tropiezos a cada paso, con declaraciones contradictorias y hasta falsas, a paso de tortuga (se dice que) se empezará a vacunar a la población. Pero debe saberse que hasta ahora sólo se cuenta con 870 mil vacunas de la empresa AztraZeneca que donó el gobierno de la India y que esa cantidad solo alcanza para el 6 por ciento de la población adulta del país. Otra vez es indispensable difundir la verdad. El ruidero que se ha hecho con la llegada de las vacunas y el inicio de su aplicación recuerda la vieja y conocida historia de los montes que tronaban, rugían y estremecían la comarca y, finalmente, parieron un diminuto ratoncito.
La verdad, pues, es que se ha declarado el inicio de una campaña nacional de vacunación en el momento en que se dispone de una cantidad de vacunas que no alcanza ni para el uno por ciento de la población nacional. Otra maniobra mediática. Otra más. No obstante, adentro del pan viene la navaja. Los ya conocidos servidores de la nación, esos activistas de Morena uniformados y pagados con el dinero de los mexicanos, que además ya están siendo vacunados prioritariamente, estarán al frente de todas las brigadas de vacunación y serán la tercera parte de los integrantes de cada una de ellas. Así de que a nadie debe sorprender, aunque a todos los mexicanos debe indignar, que el mensaje que porten sea "Vacúnate y vota por Morena”. Ante la sucia maniobra electoral, cabe gritar que las vacunas las paga con el sudor de su frente el pueblo de México y entregarlas al pueblo es obligación elemental del gobierno, nada hay que agradecer.
Antes bien hay que insistir en que, aun sin la pandemia que agrava escandalosamente la situación, el problema fundamental del país, ya era, y sigue siendo, la injusta distribución de la riqueza y eso es lo que hay que atacar. No a los proyectos faraónicos. No a un tren turístico en la península de Yucatán, menos todavía en momentos en los que la economía del mundo está postrada y el turismo está por los suelos; no a una nueva refinería en Dos Bocas mientras no haya posibilidad de usar la capacidad existente para refinar más allá del 38 por ciento del petróleo producido y no a un nuevo aeropuerto, cuando solo el 8 por ciento de la población viaja en avión y ese porcentaje ha disminuido drásticamente por la contracción de los viajes de negocios y de placer. No a los caprichos y ocurrencias individuales. El único proyecto grande, enorme, de verdadera trascendencia que se debería emprender de inmediato es el de salvaguardar la salud de los mexicanos. Pero sin demagogia y sin campaña electoral.
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