Nuestro país vive bajo el modo de producción capitalista porque la riqueza social generada por la fuerza de trabajo de los obreros es acaparada por unos cuantos burgueses multimillonarios (Carlos Slim, Ricardo Salinas Pliego, Germán Larrea, Familia Servitje), que son los dueños de los medios de producción, y son quienes concentran inmensas fortunas; a cambio, a nosotros sólo nos pagan míseros salarios.
Esa es la causa de que la inmensa mayoría de los mexicanos vivamos en la pobreza y de que carezcamos de todo, por ejemplo, no tenemos una vivienda digna o propia; no gozamos de buena salud porque nuestra alimentación es deficiente, y tampoco tenemos dinero para atendernos con buenos médicos, ni para comprar buenas medicinas; nos resulta imposible educar a nuestros hijos en buenas escuelas y, en el peor de los casos, estas carencias provocan que nuestros jóvenes se metan a grupos delictivos o ingieran drogas, lo que implica la destrucción del núcleo familiar, y la descomposición de la vida a nivel nacional. El poco dinero que obtenemos en salarios, o mediante el autoempleo, nos alcanza cada vez menos para cubrir nuestras necesidades básicas.
Esto se explica porque el propio gobierno de los ricos crea sus partidos políticos y les da registro, para luego juntos, desentenderse de la obligación de regular la vida económica del país, como el mercado y la inflación. Todos, sin excepción, han renunciado a garantizar los derechos constitucionales de los mexicanos, y ahora son Morena y López Obrador quienes han aumentado el número de pobres, el hambre, el desempleo, el número de niños y jóvenes sin escuela, el número de gente que trabajan para el crimen, el número de homicidios y desaparecidos; todos los males del país se han agravado. Morena y López Obrador quitaron el Seguro Popular, las Estancias Infantiles, las Escuelas de Tiempo Completo, desaparecieron los programas de apoyo al campo, quitaron los apoyos a la ciencia y a la investigación, ya no hay apoyo ante desastres naturales como huracanes o terremotos. En resumen, vivimos una terrible tragedia.
¿Qué hacer? La clase trabajadora debe crear su propio partido político; primero, sus elementos más destacados, los más inteligentes, los más valientes y disciplinados, debe organizarse en círculos de estudio con el Movimiento Antorchista, para después crear una fuerza política nacional capaz de establecer la propiedad colectiva de los medios de producción (fábricas, máquinas, locales, herramientas) y así, sustituir el modo de producción capitalista por un modelo económico superior que garantice:
1.Trabajo para todos los mexicanos que estén en edad de trabajar.
2.Salarios bien remunerados.
3.Política fiscal equitativa, que se cobren más impuestos a quienes ganan más.
4.Reorientación del gasto público, en obras y servicios, como redes de agua potable, energía eléctrica y drenaje, pavimentación de calles, centros de salud, hospitales, universidades, unidades deportivas y áreas de recreación.
5.Apoyo al campo.
Este partido de la clase trabajadora no puede resolver los problemas sin la lucha del pueblo pobre unido (obreros, artesanos, campesinos, trabajadoras domésticas, maestros pobres, comerciantes pequeños) encabezados, antes, ahora y siempre, por los activistas y militantes del Movimiento Antorchista, hasta lograr una país más justo, más democrático y más soberano, tal como ya lo lograron otros países, de los cuales debemos seguir su ejemplo. Sea.
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