Como bien se sabe, el sector salud en México carece tanto de material de calidad, como de médicos capacitados; ahora con la situación actual que está viviendo el mundo con la covid-19, en el país se ha visibilizado la problemática al carecer de material sanitario en los hospitales.
La inquietud de los médicos es cada vez más evidente, ya que no cuentan con el equipo necesario para tratar a los pacientes que han dado positivo a las pruebas del virus que provoca la enfermedad pandémica; la situación los ha llevado a manifestarse en redes sociales, exigiendo insumos necesarios en los hospitales, se encuentran cansados de que no se ha implementado ningún programa para el sector salud, que aun arriesgando su vida están haciendo su trabajo con pavura y, encima de eso, al dirigirse a sus casas los abucheen; pero aun con el miedo y riesgo latente de contraer el virus y contaminar a más personas, los trabajadores de la salud no han bajado la guardia.
Ante esta situación, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), no ha dado respuesta alguna y mucho menos una solución para el pueblo mexicano, incluso, debido al recorte presupuestal de 2020, cuyo fin es acabar con la corrupción como él mismo señaló; el sector salud ha sufrido un fuerte impacto por la falta de insumos en los hospitales, es ahí donde la población debería cuestionarse, ¿en qué se ha utilizado todo ese dinero del recorte presupuestal?… aún no se sabe, pero es evidente que continúa la construcción del Tren Maya, el Aeropuerto Santa Lucía y la Refinería de Dos Bocas.
En esas construcciones se está gastando el capital de nuestros impuestos (dinero del pueblo); de lo que podemos estar seguros, es que no se ha ocupado para crear programas de apoyo a la gente más vulnerable, mucho menos para equipar con los insumos necesarios al sector salud. Es una contradicción por parte del presidente, ya que como él ha sostenido, que se le dé preferencia a la gente humilde, por el bien de todos, primero los pobres, lo cual es una calumnia.
Así mismo, pide a la población, por medio de sus conferencias matutinas, que nos quedemos en casa y no salgamos, incluso el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell ha proporcionado cifras de los posibles contagios y muertos que hay en el país y estas son una vil mentira, ya que las está disfrazando con un menor número.
De igual manera AMLO ha dicho que él estará apoyando a los mexicanos, o por lo menos a la mitad de la población, con un programa de bienestar; pero son solo palabras, no hemos escuchado ahí mismo en sus matutinas el avance de los programas, el seguimiento de esos recursos para el pueblo vulnerable y menos nos ha llegado algún apoyo.
Debido a la situación, la gente empieza a desesperarse, ya que no cuentan con los recursos suficientes para quedarse en casa y no ir a trabajar, siendo concretos 31.3 millones de la población mexicana no tiene un trabajo formal, es decir, vive al día. ¿Cómo sobrevivirá a la contingencia sanitaria la gente que vive al día? No lo sabemos aún.
El país se ha visto afectado económicamente lo cual es alarmante; esta situación ha expuesto a una gran cantidad de la población que no tiene para comer y ha comprometido el ingreso de 346 mil 878 personas que han sido despedidas en el último mes; así que, si no nos mata el coronavirus, el hambre lo hará.
Es evidente, porque, datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) el 47 por ciento de la población se encuentra en pobreza y cuatro millones de personas viven en pobreza extrema, a los cuales no les llega absolutamente ninguna ayuda del Gobierno federal, o si es que este recurso les llegara a algunas personas, son míseros que no cumplen con el propósito que el mismo gobierno ha pregonado de acabar con la pobreza y corrupción.
Como lo hemos escuchado, AMLO nos indica que debemos usar el equipo necesario de protección para evitar la propagación de este virus, pero algunas personas no cuentan ni siquiera con agua potable en su hogar o incluso con una casa digna para poder mantener la distancia de un metro con cada integrante de su familia, mucho menos con recursos para adquirir el equipo de salubridad (cubrebocas, gel antibacterial, guantes de látex); la población sin empleo, viviendo al día, que se debe exponer a contraer el virus por sobrevivir y alimentar a su familia, es bastante alarmante y una realidad muy cruda.
La población mexicana está sufriendo de una manera inesperada por la actual contingencia sanitaria y aún más con un presidente inconsciente, que solo ve por el bienestar propio, invirtiendo capital y recursos en construcciones que en este momento no son prioridad y solo benefician a unos cuantos.
Por ello, nuestro país debe unirse y exigir al Gobierno federal programas de apoyo alimenticio y la implementación de insumos al sector salud. Hago la invitación a los mexicanos para que se concienticen ante esta situación, por la cual debemos levantar la voz y luchar para sacar adelante a nuestro país, estudiando y prepararnos día a día para llegar a ser personas críticas y lograr el desarrollo que México necesita.
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