MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La 4T ya no cae en gracia

image

El pasado 10 de abril se realizó un ejercicio inédito en México; la Cuarta Transformación y el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) celebraron un censo para la revocación del mandato presidencial, es decir, votar por quitarle o no el poder al presidente antes de que termine su periodo de gobierno. Fue una petición del mismo López Obrador y no de la ciudadanía, como lo instruye la ley. 

Aunque la revocación de mandato no es mala la idea, y el ejercicio aparentemente es democrático, la realidad nos dice a todos que primero hay que generar las condiciones básicas para que funcione, es decir, se debe garantizar la verdadera democracia para que este ejercicio valga.

Según la Real Academia Española (RAE), la democracia es el “sistema político en el cual la soberanía reside en el pueblo, que la ejerce directamente o por medio de representantes”.

La pregunta aquí es: ¿en verdad es el pueblo el que decide? Yo creo que, aunque así debería ser, no lo es todavía. A nuestro país le hace mucha falta educación política para ejercer verdaderamente la democracia, pero, ¿en qué momento se le da a los mexicanos esa educación política, cuándo, cómo, y quién se encarga de educarle?

A pesar de la falta de educación política, hay una facultad y capacidad que nadie le podrá quitar al pueblo: que siente, que es sensible. 

Los resultados de la revocación de mandato confirman, que hubo un gran porcentaje de abstencionismo; a nivel nacional fue del 82.2 por ciento y a nivel estatal del 84.3 por ciento; es decir, que en Colima 8 de cada 10 habitantes no salieron a votar, o sea, 465 mil 917 de las 552 mil 480 personas de la lista nominal (https://www.meganoticias.mx/11/abril/2022). Y si a eso agregamos que, de los votantes, 3 mil 953 están de acuerdo con que se revoque el mandato, tenemos un total de 469,870 colimenses no están de acuerdo en que siga López Obrador, contra solo 82 mil 610 que dicen que sí. Esto significa un 85 por ciento contra el 14.9 por ciento. 

Con estos datos no podemos decir que Colima esté de acuerdo con la forma en que gobierna López Obrador con la bandera de Morena y de su supuesta Cuarta Transformación; y es que, aunque el pueblo poco sepa de política y de democracia, se guía de la realidad concreta en la que vive; por ejemplo, nunca en Colima habíamos padecido tanta inseguridad como lo vemos ahora, ni tampoco se había tenido una crisis hospitalaria con falta de medicamentos tan grave como en estos tiempos.

En el caso concreto de Manzanillo, solo 40 mil 949 habitantes votaron a favor de que siga AMLO, cifra que representa aproximadamente el 23 por ciento de la población votante en el puerto. O sea, que al 76 por ciento de la población, aproximadamente, no le cae en gracia este gobierno lopezobradorista, dato que resulta asombroso, pues por segunda ocasión gobierna Morena, lo que, a cualquiera, haría pensar que hay muy buena aceptación de parte de los manzanillenses, pero el resultado dice otra cosa. 

En el discurso se podrá decir lo que sea, pero en la realidad, el municipio de Manzanillo padece la falta de atención a sus demandas sociales más apremiantes, por ejemplo el problema de vivienda, pues según la propia autoridad, hay más de 82 colonias irregulares que carecen de algún servicio público, y muchas otras colonias populares que ni siquiera enlistadas están y que carecen de electrificación,  drenaje, alcantarillado, agua potable en las viviendas, y todos los servicios públicos como recolección de basura, alumbrado, servicio de vigilancia.

El problema no es menor y se agrava cuando no hay estrategias para solucionar estas necesidades, pero peor aún, cuando ni siquiera existe el buen gesto de atención. Además de eso, basta con hacer un recorrido por la ciudad para darse cuenta de que no hay inversión seria y suficiente en la infraestructura de la ciudad, específicamente en calles y avenidas, alumbrado público, espacios para la recreación. Para quienes hemos nacido y vivido aquí toda nuestra vida, si es notable la falta de inversión en obras públicas en beneficio del pueblo.

Este resultado nos dice que somos muchos los inconformes con este gobierno, y no es para menos. También nos dice que es cierto lo que digo, con el 85 por ciento de los votantes en contra de la 4T podemos afirmar que el pueblo manda. ¿Existe entonces la verdadera democracia? Juzguen ustedes. 

Es evidente, falta que el pueblo se eduque políticamente para que aprenda a elegir a quien lo represente dignamente y le haga caso, de otra manera seguiremos viendo casos como el de nuestro puerto, por un lado, una doble reelección y por el otro lado la falta de atención del gobierno hacia sus gobernados, mismos que los llevaron al poder. La realidad nos va acomodando en un solo frente, que ahora queda más claro gracias a la revocación de mandato, somos muchos los que no estamos de acuerdo con Morena y con López Obrador, y somos mayoría los que queremos un gobierno distinto, ¡trabajemos por que así sea!

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más