MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La 4T y la espiral digital

image

En la era digital, donde la información fluye a velocidades vertiginosas y las plataformas de redes sociales se han convertido en las nuevas plazas públicas, la teoría de la espiral del silencio adquiere un nuevo matiz.

Esta teoría, propuesta por la socióloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann en 1974, sugiere que las personas tienden a permanecer en silencio cuando perciben que sus opiniones son minoritarias, por miedo al aislamiento o a la desaprobación social.

Aunque originalmente fue concebida en el contexto de los medios de comunicación tradicionales, su aplicación en las redes sociales nos ofrece una perspectiva sobre la manera en que se maneja el discurso público en la actualidad.

Estas, con su promesa de democratizar la comunicación, han dado voz a millones de personas; sin embargo, también han creado un entorno donde el miedo al exilio digital puede ser paralizante.

Cuando las voces disidentes son silenciadas por miedo al exilio, se elimina cualquier indicio de crítica o duda, lo que provoca que se puedan tomar decisiones basadas en percepciones distorsionadas de la opinión pública.

La naturaleza de estas plataformas, que prioriza el contenido más popular o polémico, refuerza la percepción de que ciertas opiniones son mayoritarias, mientras que otras quedan relegadas al silencio.

Esto no solo afecta la diversidad de información que consume el usuario, distorsionando la percepción de la opinión pública.

Este no es un error, ya que el algoritmo de todas estas plataformas está diseñado para causar una reacción, buena o mala, pero reacción al fin de cuentas. Esto nos causa alegría o rechazo al instante, todo ello superficialmente. ¿Por qué superficialmente? 

Porque plataformas como Facebook, X o Instagram pueden contener y soportar propaganda de extrema derecha, racismo y hasta discurso de odio disimulado, pero causas verdaderamente incómodas e importantes como el genocidio en Palestina o los discursos y ideas de líderes políticos contrarios al establishment norteamericano son totalmente olvidadas.

Estas ideas son las que a menudo optan por no expresarse, temiendo la censura o represión. Este fenómeno puede crear una falsa unanimidad, donde las opiniones percibidas como mayoritarias no reflejan necesariamente el sentir de la mayoría, sino simplemente el de los más ruidosos.

La espiral del silencio en redes sociales también se alimenta de los llamados “tribalismos digitales”. Las comunidades tienden a agruparse alrededor de intereses, ideologías y valores compartidos, lo que refuerza las cámaras de eco. Dentro de estos espacios, la discrepancia es vista no solo como una opinión diferente, sino como una amenaza a la identidad grupal. El miedo al rechazo y la necesidad de pertenencia llevan a muchos a autocensurarse, contribuyendo a la homogeneidad del discurso dentro de estos grupos. 

Cuando las voces disidentes son silenciadas por miedo al exilio, se elimina cualquier indicio de crítica o duda, lo que provoca que se puedan tomar decisiones basadas en percepciones distorsionadas de la opinión pública, lo que puede llevar a resultados que no reflejan las verdaderas necesidades y deseos de la sociedad.

Aquí es donde entra la estrategia de la 4T, que, aprovechando este fenómeno, busca generar una espiral del silencio alrededor de la figura mesiánica del presidente López Obrador y de su sucesora, Claudia Sheinbaum, a través de pseudo “influencers” y “periodistas” que han hecho de estas prácticas su modo de vida. 

Basta con que den su palabra en garantía para que en X y Facebook se llenen de insultos y vituperios en contra de cualquiera que intente dudar del beato de Palacio Nacional. 

Claro que esto no lo logran ellos solos, ya que existe una red gigantesca al servicio de la 4T, denominada la Red Amlove, cuya única función es hablar a favor del presidente o descalificar a sus contrincantes.

Algunos de sus exponentes, como Epigmenio Ibarra o el medio Sin Línea Mx, son curiosamente las fuentes de donde surgen los ataques a cualquiera que quiera romper esa espiral.

Esta red fue ampliamente investigada por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) con motivo de los primeros meses del gobierno morenista. Ahí se describe de manera precisa su funcionamiento y dimensiones, además de los terribles efectos que produce en la población y hasta en la libertad de expresión en nuestro país.

En sus ataques, suelen actuar de forma violenta y amenazante en contra de cualquiera que difunda información que discrepe con el presidente, además, “(…) producen un cerco coercitivo en relación con la información u opiniones críticas hacia AMLO, de modo que a éstas les resulte cada vez más difícil producirse, sin esperar las represalias de la red”.

Entonces, ¿qué podemos hacer para contrarrestar la espiral del silencio en las redes sociales? Las plataformas de redes sociales son enemigas de implementar políticas que promuevan el debate constructivo y protejan a los usuarios del acoso y la intimidación.

Por lo anterior, la respuesta debe estar en el trabajo colectivo del usuario: un usuario que no tenga miedo de hablar de lo que piensa y que no se vea apabullado frente a la percepción que le quieren imponer.

Un usuario informado y educado que pueda analizar correctamente la realidad. Solo así se puede aprovechar plenamente el potencial democrático de estas plataformas, para que no se conviertan en un monólogo de unos pocos.

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más