La presidenta municipal de La Paz, Cristina González Cruz, inauguró la avenida Francisco Paz, ubicada en la colonia 20 de mayo, de la sección San Isidro.
Esta obra fue esperada ¡por más de 20 años! Pero los colonos organizados en Antorcha no desistieron en realizar gestiones para lograr que se construyera pues es indispensable para obreros, comerciantes, mujeres trabajadoras que cada día se trasladan a la Ciudad de México para cumplir las labores que les proporcionan el sustento familiar y satisfacen sus necesidades más apremiantes.
Esta obra también beneficia a gran cantidad de jóvenes, quienes utilizan la avenida para trasladarse más cómodamente a sus instituciones educativas y a las madres de familia les ayuda a acercarse a los mercados céntricos de la zona para hacer rendir su gasto: que les alcance para más productos de la canasta básica.
Por fin, una obra para la gente que realmente lo necesita, pues el Gobierno federal, tras cancelar el Ramo 23, que era una partida presupuestal destinada a obras para comunidades marginadas, se ha enfocado en trabajar para los adinerados, para los burgueses.
El Gobierno federal, tras cancelar el Ramo 23, que era una partida presupuestal destinada a obras para comunidades marginadas, se ha enfocado en trabajar para los adinerados, para los burgueses.
Y dígame usted, amable lector, si no: allí está su aeropuerto de Santa Lucía, que triplicó el gasto programado para su construcción y que es pagado con los impuestos de los trabajadores. ¿Quién usa el dichoso aeropuerto? ¿Acaso el campesino, ese trabajador incansable gracias al cual tenemos alimentos del campo? ¿O es el obrero el que tiene necesidad de un aeropuerto?
Bien merecería el trabajador viajar de vez en cuando en avión, pero no lo hace porque su mísero salario no le alcanza para eso, a pesar de que con su trabajo produce la riqueza que hay en este país.
Las obras de relumbrón, como el AIFA sólo las utilizan los dueños de las empresas, los muy ricos, los extranjeros, pero los trabajadores mexicanos ni una vez al año podrían disfrutar del AIFA o del Tren Maya, pues el boleto de un viaje sencillo ronda los mil 200 pesos.
Además, hay que tener mucho cuidado; ya ve usted que el transporte más usado por el pueblo trabajador, el Metro, va de desgracia en desgracia porque el Gobierno no invierte en el transporte de los trabajadores.
Bien por la presidenta municipal, Cristina González Cruz, quien construye caminos de calidad para las zonas marginadas, en donde el transporte es tan malo que, como dice el dicho “todo les suena, menos el claxon”.
Además, hay vialidades donde en temporada de lluvias suceden accidentes terribles y cuando las unidades se quedan a medio camino, los usuarios caminan largos trechos entre agua y lodo, arriesgándose a sufrir un accidente o asaltos.
La alcaldesa debe seguir mejorando nuestras comunidades con obras de drenaje, alumbrado y pavimentaciones; mejorar la calidad ý distribución del agua y seguridad para los pacenses.
La presidenta va cumpliendo algunos de los compromisos que hizo con los ciudadanos, pero los pacenses queremos el engrandecimiento de nuestro municipio: mejores condiciones de vida, más seguridad y bienestar para todos.
La avenida Francisco Paz se construyó a pesar de la arbitraria cancelación del Ramo 23 que proveía recursos para la realización de obras municipales. Esos dineros públicos ya no se utilizan para construir obras municipales que brinden mejor calidad de vida a la gente; ahora, esos dineros, producto del trabajo diario de la gente y que se presentan en forma de impuestos, cada día hinchan más las arcas federales para cumplir los caprichos del presidente, pero que son obras inútiles para la gente. Así, pues, con Morena no hay esperanza de una vida mejor para los trabajadores.
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