De acuerdo a la página web Worldometers dice que hasta enero del 2021, había en el mundo 7 mil 840 millones 766 mil 869 habitantes, y en el top de los 20 países con mayor población la encabeza China, le sigue India, luego Estados Unidos, y México ocupa el número décimo. Hace unos días a través de diversos medios de comunicación veíamos con gran indignación que se anunciaba que los ricos del mundo aumentaron sus fortunas en el 2021 a pesar de la pandemia, mientras en contrapartida 97 millones de personas en el mundo perdieron su empleo por la pandemia del Covid-19, y México no es la excepción. El periódico digital (El País del 2/enero/2021) dice “Las numerosas fortunas del mundo vieron crecer su patrimonio conjunto en 500,000 millones de dólares (440,000 millones de euros), casi un 30% más…” Dicha lista de los hombres más ricos del mundo la encabeza el fundador de Tesla, Elon Musk con una fortuna en miles de millones de dólares: 273.5; le sigue el fundador y propietario de Amazon, con una fortuna de 194.2; y en el décimo quinto lugar Carlos Slim, con una fortuna de 73.5. Mientras por su parte, El Economista del 5/enero/2022 habla sobre el mismo tema: “entre el 2020 y los primeros días del 2022, las fortunas combinadas de las diez personas más adineradas del mundo aumentaron casi 2.4 veces, según la lista de Forbes. Estas personas tienen en sus portafolios activos valuados en 1 billón 526,000 millones de dólares, un valor de mercado superior al Producto Interno Bruto (PIB) de casi cualquier país fuera del G10”.
Como se puede observar, por una parte incrementa la riqueza de los multimillonarios, y por otra parte crece de manera insultante el número de pobres en el mundo; por ejemplo, México antes figuraba entre las 15 economías del mundo, y de ahora está en el número 16. Y la pregunta obligada sería ¿Qué están haciendo mal los gobernantes de nuestro país para que en lugar de ir escalando una mejor posición, vayamos retrocediendo? Nuestro país tiene prácticamente todo, cuenta con una gran biodiversidad, patrimonio cultural, tenemos minas, gran extensión marítima, petróleo, gente trabajadora que se levanta muy temprano y termina de trabajar ya muy tarde, y a pesar de eso el número de pobres aumenta de manera alarmante sin que el gobierno en turno se inmute tantito y piense que solo dando limosnas en becas a los estudiantes y a los de la tercera edad va a acabar con la pobreza y la corrupción. Por otra parte también deberíamos preguntarnos ¿por qué si México es un país muy rico, la pobreza aumenta de manera acelerada? A poco que se le busque, llegaremos a la obligada respuesta de una mala distribución de la riqueza. El modelo de distribución por goteo no está funcionando para el pueblo. El mercado sí es generador de riqueza, pero no es un distribuidor de esa riqueza. El sistema capitalista tiene como base fundamental la concentración de la riqueza en unas cuantas manos, a cambio de que en el otro lado se mantenga al mayor número de pobres. Pero esto no puede ser eterno. Los mexicanos encontramos una respuesta a nuestro sufrimiento en la unidad integral, en que nos organicemos y eduquemos políticamente para luchar hombro con hombro para cambiar el modelo económico que nos domina, el capitalismo. El Movimiento Antorchista planteó desde hace algunos años una alternativa a los problemas sociales, que se resumen en cuatro ejes: 1.- Generación de empleos para todas las personas en condición de trabajar. 2.- Salarios bien pagados a todos los trabajadores. 3.- Una política fiscal progresiva, de modo que quien más gana, pague más y quien menos gana, pague menos. 4.- Reorientación del gasto social. Es decir, que haya mayor inversión en obras para el pueblo. Esto puede ayudar a disminuir el problema de los mexicanos. De lo contrario, nos estaremos encaminando a un estallido popular. Pues la pobreza ahorca cada vez con más fuerza al pueblo, lo está dejando sin aire, y esto puede ser peligroso.
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