No hay fecha que no se llegue, ni plazo que no se cumpla, reza el dicho popular. Desde que se hizo “oficial” el destape de las corcholatas por el Tlatoani morador de Palacio Nacional, Andrés Manuel López Obrador, veníamos escuchando, un día sí y otro también, discursos ahogados y plagados de mentiras disfrazados de verdad, en que los procesos para elegir al representante quien será el que coordinará a los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación se elegiría de manera democrática al interior del partido guinda y que los candidatos tendrían las mismas oportunidades para realizar su recorrido y visitas a las bases de su partido.
De esto ¿Qué fue lo que vivió México en esos meses de campaña? Pues bien, se inundó el país con cientos de espectaculares, miles de bardas, spots en radio y televisión, eventos masivos, participación de actores políticos afines a ese partido, etc.Vimos también los golpes bajos, descalificaciones de unos contra otros, tratando de quedar bien con sus simpatizantes, aprovecharon muy bien la tribuna que de manera desvergonzada les proporcionaban las mañaneras del presidente y cada discurso oficial. A principios del mes de septiembre, en la víspera de la algarabía en conmemoración a la Independencia de México, se realizaron las “votaciones” internas de Morena, en donde se eligió a quien deberá cargar con la responsabilidad de continuar con la 4T.
Los resultados dieron el triunfo a Claudia Sheinbaum Pardo que obtuvo una preferencia electoral del 39% y ganó las encuestas como candidata presidencial en las elecciones de 2024. El resultado final fue una participación de 26% en encuestas partidistas y “espejo”, realizadas por empresas independientes bajo el contrato de Morena para legitimar el proceso. La tercera cifra la dio Adán Augusto López con el 11% de los votos, seguido por Gerardo Fernández Noroña del Partido del Trabajo con el 10,6%; Manuel Velasco, se quedó en quinto lugar con un 7% de las votaciones y Ricardo Monreal terminó con un 6%.
Aunque la dirigencia morenista sostuvo, hasta último momento, que el proceso interno fue limpio y siempre legal, el candidato más cercano a la ganadora no estuvo ni está de acuerdo con los resultados obtenidos, denunció que el proceso estuvo amañado. El excanciller Marcelo Ebrard ha enlistado en su queja las razones por las que considera que el proceso interno de definición de la candidatura fue irregular. Señala que la Comisión de Encuestas de Morena actuó siempre a favor de la ex mandataria de la Ciudad de México, especialmente la titular de ese órgano partidista, Ivonne Cisneros, y el comisionado Rogelio Valdespino, que han expresado públicamente su apoyo a Sheinbaum.
También se señala que funcionarios de la Secretaría de Bienestar encargados de la entrega de los programas sociales del Gobierno hicieron campaña activa a favor de la ex gobernante; de igual modo, se denuncia que algunos encuestadores fueron anteriormente brigadistas o promotores de Claudia Sheinbaum. Ebrard sostiene que se trata de un caso de desvío de recursos públicos a favor de una candidata y que constituye una violación constitucional que copia el viejo modelo de corrupción que se utilizaba por otros partidos en el pasado y, afirma, hubo un uso deliberado y clientelar de la Secretaría de Bienestar que rompió con los acuerdos de imparcialidad establecidos por el mismo partido. La posibilidad de la salida de Ebrard y el enfado de sus seguidores no facilitarán la tarea, el ex primer ministro advirtió: "No nos quedaremos en silencio".
En este contexto, a los mexicanos de a pie, nos toca seguir viendo la novela ante la triste realidad en la que vivimos, en una desesperación terrible por las cifras tan alarmantes en materia de seguridad donde 6 de cada 10 habitantes mayores de 18 años de edad y más consideraron que es inseguro vivir en su ciudad de origen, datos arrojados por la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) al mes de julio del presente año, convirtiendo a este sexenio como uno de los más sangrientos en la historia del país con cifras que ya rondan los 180 mil muertes violentas a manos del crimen organizado.
En un ambiente donde más de 5 mil mujeres sufren algún tipo de violencia de género que termina en feminicidio y que se han convertido en una cifra más en las maquilladas del gobierno en turno; a los miles de desempleados que, al no contar con un empleo seguro se tienen que convertir en vendedores de la mercancía ambulante en el mejor de los casos porque en el peor escenario engrosan las filas del crimen organizado. A todos los que tiene que cuidarse de la más mínima infección que le pueda provocar una enfermedad y lo obligue a usar los “servicios de salud”.
Adelantándome a los posibles resultados de las elecciones presidenciales de 2024, donde resultara ganadora Claudia Sheinbaum, ellos tendrán que buscar un discurso distinto al que usó Obrador en su campaña, ya no podrá venir con los cantos de sirena diciéndonos que ahora sí ella es la que eliminara la corrupción y erradicará la pobreza de los mexicanos, ni podrá echar la culpa a las administraciones pasadas porque eso sería darse un tiro en el pie. Es más que evidente que el plan es que Sheinbaum recibirá inmediatamente la "ayuda" de López Obrador y que ella será candidata, si logran quitar a Marcelo del camino, en las elecciones presidenciales del 2 de junio de 2024.
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