El pasado 22 de marzo de 2022 se instaló en la Cámara de Diputados el Grupo de amistad de México con la República Popular China en presencia del embajador de China en México, Zhu Qingqiao. En estos momentos tan delicados que atraviesa el mundo, dada la intención de una potencia, Estados Unidos, de quererse hacer con el poder hegemónico del mundo, engañando y manipulando a la humanidad, acusando a los rusos y también a los chinos de ser los causantes de los males, como el que grita: ¡al ladrón, al ladrón!, con el botín en la mano, pronunciarse a favor de China es fundamental. En este evento, el embajador, en el regalo que hizo al Grupo de amistad, que fue la réplica de una vasija antigua de tres pies, cuya original proviene de más de 3000 años de antigüedad, dijo que correspondía con los tres elementos en los que descansaba el desarrollo de China: el poder, la paz y la estabilidad; dijo que un mundo unipolar no es estable y que el mundo debe ser multipolar, con diversos protagonistas. Con ello estamos de acuerdo.
Comparto, por este medio, el discurso que pronuncié en el evento de arranque de este Grupo de amistad México-China, del cual tengo el honor de ser vicepresidente.
Posterior a la Segunda Guerra Mundial nació la Revolución China en 1949 encabezada por el inmortal Mao Tse Tung. Teniendo conciencia del activo más importante de China, es decir, su pueblo, se iniciaron las grandes obras que sentaron las bases para la revolución futura. En los años setenta se inició el proceso de Reforma y Apertura. En ese marco se dio la visita de Richard Nixon en cuyo Comunicado de Shanghái de 1972 señaló: "Estados Unidos reconoce que los chinos a ambos lados del Estrecho de Taiwán sostienen que hay una sola China y que Taiwán es parte de China. Estados Unidos no cuestiona esa posición”.
Este momento decisivo permite el desarrollo de las inversiones de capital en China que, congruente con su política marxista-leninista, apuesta por el desarrollo de las fuerzas productivas para generar riqueza y poderla repartir equitativamente. Se vuelve a aprovechar de las poderosas ventajas competitivas de China: su pueblo altamente productivo y el gran mercado que representa.
China es ya una potencia mundial y ello se debe a dos razones según mi punto de vista: al hecho de mantenerse fieles a la ideología marxista-leninista y, por ello, a colocar el pueblo por encima de todo y al Partido Comunista de China como la vanguardia del pueblo al servicio del pueblo.
Xi Jinping dijo que en los últimos poco más de ocho años, casi 100 millones de personas han dejado la pobreza extrema. "Hemos completado la ardua tarea de erradicar la pobreza extrema". Pero estos resultados van más allá del contexto de la propia China: "Los logros del Partido Comunista de China no son solo para el pueblo de China. Son un modelo a seguir para la gente de todo el mundo", dijo a Xinhua el secretario internacional del CPB, John Foster, en una reciente entrevista virtual.
“El Comité Central llama a todo el partido, todo el ejército y a la gente de todos los grupos étnicos a unirse alrededor del Comité Central con el camarada Xi como su núcleo, para poner en marcha la nueva era de socialismo con características chinas”.
Para lograrlo, debe el pueblo contar con dirigentes excepcionales. Xi Jinping escribió: “Los cuadros, no deben aspirar a puestos altos, sino a no defraudar al pueblo”… Deben “ser prudentes, modestos y libres de arrogancia y precipitación en el estilo de trabajo, perseverar en un estilo de vida austero y de lucha esforzada, así como ejercer verdaderamente el poder por el bien, en favor y por el interés del pueblo”.
Escribió también: “mantener la rectitud y la honradez de los cuadros dirigentes de los distintos niveles es la principal tarea del fomento del estilo del Partido y de la gobernación honrada y un importante aspecto para el fortalecimiento de la capacidad de gobierno del mismo”.
También señaló: “el objetivo de la crítica es corregir los defectos y errores que criticamos y advertir a los demás camaradas que aprendan la lección. Si no aceptamos las críticas ni escuchamos opiniones diferentes, ¿cómo vamos a hacer avanzar nuestra causa?”
Desde mi modesta perspectiva, considero que China debe: 1) continuar con la ejemplar política de combate a la pobreza con el seguimiento que han establecido; es decir, verificar que aquellos que salieron de la pobreza extrema no regresen a esa condición; ahora bien, se debe insistir en la atención a la desigualdad, dado que el desarrollo económico ha concentrado, necesariamente, la riqueza de tal suerte que resulta conveniente que los ricos más ricos aporten más para alcanzar, cuanto antes, la sociedad modestamente acomodada que debe ser ejemplo para México y para todo el mundo, que ya se construye en China. Que pongan más los que más tienen y que ganan gracias al trabajo del pueblo chino. 2) Deberán fortalecer las acciones de educación del pueblo de Taiwán, de la comunidad internacional y hacer todo lo que esté a su alcance para evitar la perversa intención del imperialismo norteamericano de dividir a los países para tener bases militares, ahora en contra de China, por la vía de tener el control de Taiwán y dividir al pueblo chino (ya lo intentaron en Hong Kong). No debe permitirse semejante atropello. Me pronuncio a favor de una sola China. 3) Seguir, con tenacidad, desarrollando la tecnología 5G y 6G, para bien de la humanidad entera, de tal suerte que sirva como un elemento para desarrollar la cooperación internacional en materia de medicina, educación, ciencia, actividad productiva, en el ánimo de construir un mundo más integrado y libre de egoísmo y 4) desarrollar la acción internacionalista del pueblo chino, que se vio con la donación de vacunas a Sudáfrica, por ejemplo, y los exitosos resultados en el combate de la covid. Hoy muchos mexicanos conservan la vida gracias a la vacunación que se hizo con vacunas chinas. El mundo sufre de miseria y la solidaridad internacional de una potencia humanista como es la República Popular China, es necesaria y fundamental.
Aprovecho la ocasión para felicitarles por las resoluciones de sus Dos reuniones recientemente celebradas. Bienvenidos y bienvenida la amistad de nuestros pueblos en el marco de los 50 años del inicio de las relaciones de México con la República Popular China.
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