El estiaje, temporada del año que se distingue por bajas o nulas precipitaciones pluviales, provoca, en el centro y sur del país, sus máximos siniestros en los meses de abril, mayo y junio. Este fenómeno trae consigo la escasez de agua potable en las grandes poblaciones, y altas temperaturas que causan que la flora se seque con más rapidez provocando incendios forestales que dañan grandes extensiones de vegetación.
La escasez de agua para consumo humano es, en este tiempo, el problema que más sufrimiento provoca en los ciudadanos que la padecen. Y aunque es un problema repetitivo y las autoridades en ciertos momentos pretenden resolverlo, las medidas abordadas no dan buenos resultados y tal parece que los presupuestos destinados a construir las obras que ayuden a remediar la escasez del vital líquido se esfuman.
En Chilpancingo, durante todo el año, suceden protestas de los habitantes porque a pesar de pagar los recibos de cobro del servicio a la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado de Chilpancingo (CAPACH), el agua no llega a todos los hogares. En estos tiempos de estiaje, la insuficiencia de agua se agrava y prácticamente a diario se instalan bloqueos de calles en distintas colonias, exigiendo a las autoridades resolver la falta de agua. Este problema no es sencillo, pues según algunos estudiosos del tema, en la actualidad, en Chilpancingo existe un déficit de 300 litros de agua por segundo, con el riesgo de que en el año 2025 aumente a 500, si no se toman las medidas acertadas.
La gravedad aumenta, pues en la actualidad no se sabe que la presidencia municipal o la CAPACH tengan planes para resolver este problema que crece año tras año. El último proyecto que se anunció para solucionar la escasez de agua en Chilpancingo fue hecho en el año 2013 por el entonces presidente de la república Enrique Peña Nieto, quien, en un atropellado evento realizado en el Zócalo de esta capital, anunció la inversión de 450 millones de pesos para este fin. Sin embargo, su administración terminó, lo mismo que la estatal y la municipal de ese momento, y el problema se quedó. ¿Qué tanto se avanzó con esa inversión? no se sabe porque la población sigue sufriendo por el agua.
Seguramente que la falta de agua potable en la ciudad capital, no la resolverá solamente la presidencia municipal con su organismo operativo, se requiere el concurso del Gobierno estatal y federal, pues el presupuesto que se requiere para ello es grande. Perforar pozos profundos, construir una represa en Amojileca, rehabilitar la presa "Cerrito Rico" ubicada al norte de la ciudad, aprovechar las aguas subterráneas del río Huacapa, son algunas alternativas que pudieran llevarse a la práctica para resolver el desabasto de agua en Chilpancingo, esto, de acuerdo con algunos importantes criterios preocupados en el caso.
Ciertamente que las actuales autoridades tienen un enorme reto ante este problema, y a 18 meses de haber tomado el mando, no se les ve por dónde empezarán a solucionarlo. Es un buen momento para que los cientos de plantones ciudadanos que se hacen durante el año en demanda de abasto de agua se conviertan en una fuerza gigante, que les exija y obligue a las autoridades a realizar un gran proyecto hídrico que resuelva la falta de agua por muchos años en nuestra querida capital.
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