De acuerdo con los datos de Conagua, en México hay 757 cuencas hidrológicas; de ellas están disponibles solamente 649, pero 105 están sobreexplotadas. No sólo eso, sino que además ocho de las trece regiones hidrológicas (61.5 %) ubicadas en el país “sufren estrés hídrico y más del 70 % de los ríos, lagos y presas presentan un grado de contaminación importante (…) el 57 % del agua que consume el país se pierde por evaporación [por otro lado, hay un] saqueo comercial hídrico y la privatización de pozos públicos o comunitarios” (Ecooesfera, 2022).
Otro dato importante que recoge Ecooesfera es que en México 70 % del agua se utiliza en la agricultura; el resto se divide en uso industrial, público y energético. Esto quiere decir que con la escasez del agua a nivel nacional, la agricultura, que es la principal fuente de alimentación de los mexicanos, dejará de realizarse y por tanto, habrá escasez de alimentos y finalmente la llegada de la hambruna. La escasez del agua, por tanto, debe estar en el primer punto de la agenda de trabajo del gobierno estatal y federal.
El sufrimiento es terrible. La muerte de la flora y la fauna por toda la mixteca es evidente y pronto los pozos comenzarán a secarse, porque el río se ha secado y no habrá forma de alimentar los mantos acuíferos.
Pero un dato revelador y preocupante que recoge la investigación es que hay empresas que concentran la mayor parte del agua y lucran. Hay un mercado de unos 10 mil millones de dólares que se encuentran en tres empresas: Danone (Bonafont), Coca-Cola (Ciel) y Pepsico (E-pura), con un 38 %, 25 % y 19 % respectivamente. Dichas empresas capturan, dice, el 82 % de todo el mercado de agua embotellada.
En cuanto a concesiones, Conagua lleva gran parte de la culpa. Ha otorgado 6 mil 427 concesiones a grandes usuarios privados quienes son los que concentran y acaparan “un millón de metros cúbicos o más de agua al año” (Gómez y Moctezuma, 2020, p. 17).
Estos usuarios, que incluyen “empresas, asociaciones civiles y personas físicas” son los que usan el agua principalmente “para uso agrícola, industrial, servicios o combinaciones de éstos” (Gómez y Moctezuma, 2020, p. 17).
El autor señala que entre los usuarios que cuentan con concesiones se encuentran “cerveceras, mineras embotelladoras, agroindustria e incluso Petróleos Mexicanos y la CFE” (Gómez y Moctezuma, 2020, p. 22).
En el documento mencionado vienen desglosados los hectómetros cúbicos gastados por cada empresa al año. Solamente por mencionar un ejemplo: “ArcelorMittal, la siderúrgica más grande del mundo, explota cada año en México 100.5 hectómetros cúbicos de agua, con lo que se llenarían 100 y medio estadios Azteca” (Gómez y Moctezuma, 2020, p. 25).
Es verdaderamente terrible lo que ocurre en México. Veamos este otro ejemplo: en México existe un grupo fuerte de empresarios que concentran grandes volúmenes de agua:
13 millones 183 hm³/año en total para uso privado, de los 59 115 hm³/año, concesionados. El grupo comprende 966 empresas tanto de energía eléctrica como cerveceras, acereras, agroindustrias, mineras, papeleras, automotrices, embotelladoras, entre otras, que explotan 5 805 hm³/año; 1,537 personas físicas dueñas de concesiones por 2 547 hm³/año de agua y 801 asociaciones civiles que tienen concesionados 4 856 hm³/año. (Gómez y Moctezuma, 2020, p. 35).
Como acaba de darse cuenta, amigo lector, la escasez de agua tiene una causa real. La primera, que las empresas mencionadas son las principales causantes del desabasto y la escasez del agua.
Hay una explotación desmedida por satisfacer sus intereses más mezquinos a costa de lo que sea, a costa de la muerte de los seres humanos, al consumir desmedidamente el líquido vital que nos mantiene vivos a todos, incluidos ellos. Y son ellas las principales contaminadoras de los ríos, lagos y presas.
La segunda, que por parte del Gobierno federal y Conagua que entregan concesiones a diestra y siniestra sin que haya un control estricto en la extracción del agua.
La tercera, que no hay un programa de recuperación del agua, no hay un plan de reforestación, no hay un plan ni mucho menos se asigna un presupuesto para rescatar las cuencas hidrológicas.
Así como lo señala Viri Ríos, columnista de El País:
“…las reglas han favorecido la poca coordinación, un reducido presupuesto, así como la concentración del agua en manos de un puñado”.
Estas son las causas principales por las que los ríos, lagos, presas y pozos se están secando. Como consecuencia de ello, el río Mixteco que alimenta de agua a los agricultores de varios municipios de la Mixteca poblana, entre ellos Tecomatlán, se ha secado.
El sufrimiento es terrible. La muerte de la flora y la fauna por toda la Mixteca es evidente y pronto los pozos comenzarán a secarse, porque el río se ha secado y no habrá forma de alimentar los mantos acuíferos.
Es urgente y necesaria la intervención del estado de Puebla, del Gobierno federal y de Conagua, encargada de salvaguardar los ríos y el agua del país. Si no hay una respuesta ante esta terrible realidad, los habitantes nos organizaremos para exigir solución inmediata ante este desastre ocasionado por la ambición de las empresas señaladas más arriba.
Los culpables de este “desastre natural” tienen nombres y el pueblo pobre de la Mixteca poblana lo debe saber. No nos vamos a quedar de brazos cruzados.
Estudiantes, docentes y campesinos de Tecomatlán exigiremos a Conagua y al Gobierno estatal y federal que se nos atienda de manera urgente.
REFERENCIAS
Gómez, A. A., y Moctezuma, E. A. “Los millonarios del agua: una aproximación al acaparamiento del agua en México”, El agua de la nación: entre los derechos humanos y el mercado, Dossier, Año 33, núm. 93, mayo-agosto 2020, p. 17-38.
Ecooesfera, Crisis de agua en México: de la sequía al saqueo y la mala gestión. Recuperado el 5 de diciembre de 2022 de https://ecoosfera.com/noticias/agua-crisis-mexico-escasez-causas-saqueo-contaminacion-red-hidrica/
Ríos, V., México seco. Recuperado el 21 de agosto de 2023 de https://elpais.com/mexico/2023-08-21/mexico-seco-las-cifras-ocultas-de-la-carestia-del-agua.html
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