Desde hace tres años que Cuitláhuac García asumió la gubernatura del estado de Veracruz, la entidad atraviesa una crisis de seguridad, la cual se refleja tanto en la opinión ciudadana como en los reportes y las notas de los medios de comunicación.
Si hacemos la comparación hacía el 2018, antes de que Cuitláhuac García llegará al poder, encontramos que la tasa de carpetas de investigación por cada 100 mil habitantes aumentó en 148.1% para el caso de secuestro y 54.5% en feminicidios. Desde otra perspectiva los casos de feminicidio en Veracruz, hicieron que la entidad pasará del lugar 11 al primero en el ranking nacional, mientras que en secuestro subió del lugar tres a la posición número uno de entre todos los estados de la República.
Durante su campaña, el ahora gobernador prometió que la estrategia de seguridad se basaría en cuatro pilares: detener la migración del campo a la ciudad, atender a los jóvenes para que sigan estudiando, impulsar programas de capacitación para policías municipales y estatales y capacitación para detener delitos de alto impacto. ¿Pero en realidad existe una estrategia?
Hasta ahora ni el gobernador ni alguno de los funcionarios de su gabinete se han pronunciado respecto a la creación y puesta en marcha de la tan esperada y prometida estrategia de seguridad.
Es necesario recordar que los veracruzanos cuentan con el programa “Unidos para la construcción de paz” que consiste en el resguardo de la región sur del estado por parte de mil policías navales y policía estatal, para tratar de mitigar el alza en la incidencia delictiva en esa región. Pero con este programa el sur del estado ha dejado de estar en foco rojo de inseguridad.
En el año 2019 cuando asesinaron a 14 personas y a un menor de edad en Minatitlán, la respuesta del gobernador ante tal hecho fue regalar 500 vacas. ¿En serio cree que con regalar vacas pacificaría la entidad?
Ni los exhortos del Senado, los reclamos de la ciudadanía ni los medios de comunicación lograron presionar al gobernador y a los miembros de su gabinete para que tomaran acciones encaminadas a crear una estrategia de seguridad.
Que hoy está pasando factura a los ciudadanos de zonas donde no sucedían tales hechos y por mencionar algunos: Secuestro de unos de los socios de la cooperativa de transporte Sotavento, en el tramo carretero Oteapan-Jáltipan.
En el último mes el constante asalto de transportistas en el tramo carretero Soteapan-Acayucan.
Asalto y despojo de vehículos particulares en este mismo tramo, Soteapan-Acayucan.
El incendio de una unidad de Sotavento.
Y el reciente incidente grave de los nueve cuerpos tirados en la autopista Tinaja-Cosoleacaque.
Todo esto es un ejemplo claro de la descomposición por la que atraviesa el estado de Veracruz y la nula capacidad de Cuitláhuac García Jiménez para gobernar.
Como ciudadanos queremos que el gobernador del estado actúe en materia de seguridad, por que así no nos sirve un gobernador que sea "honesto y con principios", según AMLO, aunque no tenga la capacidad ni él ni su equipo para atender los problemas más sentidos de los veracruzanos.
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