Las dificultades en Quintana Roo se hacen presentes todos los días y la alimentación es una de ellas, pues se ha pasado por un periodo de transición mucho más complicado devido a la pandemia y que sigue afectando a nivel mundial y que ha perjudicado más, como siempre, a la clase trabajadora y que aun al estar en este tipo de situación no se ve como una prioridad a atender por parte del actual Gobierno estatal.
Y es que antes de toda esta cuestión ocasionada por la covid-19 era notorio el poco cuidado de la ciudadanía y la falta de programas para el cuidado de los alimentos pues Quintana Roo generaba 51 toneladas de alimentos según la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente, cosa que ha cambiado drásticamente en los tiempos actuales y que ahora toma un papel muy diferente pues el cuidado de los alimentos es algo primordial.
Al inicio de la pandemia se prometió repartir unas 500 mil despensas en todo el estado, aun así en eso quedó promesas, y ahora se presume que se dieron más de un millón de despensas, los ciudadanos saben que no es cierto porque la gran mayoría no recibió este apoyo y si se hizo, solo se cumplió superficialmente pues solo se realizó en la parte de la entidad donde se generara la mayor entrada de recursos económicos dejando así a miles familias de la parte sur sin este tipo de apoyo, pero ¿se pensó realmente en cuidar la integridad de la ciudadanía en general? No, más bien se pensó en cuidar la inversión de las empresas internacionales y de las pocas nacionales que tienen su capital invertido en esta zona.
Además, pensándolo detenidamente hay más de 308 mil habitantes en Quintana Roo a quienes según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social reporta que se encentraban en situación de pobreza alimentaria, esto claro antes de la pandemia, pues en la contingencia sanitaria estas cifras se duplicaron y hasta al triple principalmente en la zona norte donde se reportaban 22 mil personas antes de la pandemia y ahora llegan a las 50 mil ya que la pérdida de empleo ha intensificado este problema y aunque el estado priorizó los municipios de Benito Juárez, Playa del Carmen y Solidaridad no lo hizo con la intensidad que realmente se requiere.
Sumándole a todo esto, en el estado se estima que actualmente 100 mil quintanarroenses un 5.5 por ciento de la población sufren pobreza extrema que ante la situación actual son más vulnerables. A esto se fueron sumando varias asociaciones civiles que tratan de aminorar el problema de la obtención de comida creando comedores comunitarios donde han brindado alimentos a bajo costo, algunas que ya tenían tiempo laborando puesto que esta parte de la entidad es muy marginada, a estos sitios se le han ido sumado distintos trabajadores de los sectores hoteleros que fueron despedidos o están en descanso temporal hasta que las cosas vayan mejorando, los comedores son un mero ejemplo de cómo se debería actuar ante lo que acontece en Quintana Roo.
De ante mano sabemos que existen los recursos económicos y las herramientas también, pero es notoria la poca disposición de la autoridad estatal para apoyar a quienes más lo necesitan, aun así no es imposible y un último ejemplo es el programa de “Hambre Cero” este programa solo se notó en el norte del estado y que a principios del año también se retomó pero solo en esa parte, pues a estas alturas se debería lograr ese mismo programa pero que realmente brinde apoyo a todos los quintanarroenses que carecen de alimentos para salir de esta situación tan desfavorable.
Por ello, eb que ya ha planteado solucionar con anterioridad para que la ciudadanía quintanarroense miles de ellos, por la situación precaria que padece no se quede sin comida, empleo, vivienda y salud, mientras no se garantice esos derechos elementales nuestra organización social seguirá insistiendo, al mismo tiempo invito a los trabajadores en general a organizarse en Antorcha porque solo así, juntos y organizados lograremos obtener vivir más dignamente.
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