* Hoy es la Muestra Nacional de Declamación Infantil en Facebook
Este sábado 19 de febrero, a las 8 de la noche, los grandes genios de la poesía llegarán hasta las pantallas de los internautas con la Muestra Nacional de Declamación infantil que organiza por vez primera el Movimiento Antorchista.
De esta noble labor artística y de la Muestra Nacional, en la que participarán niños de todos los estados de la República, nos habla Lirio García Córdova, quien fue parte del jurado en la eliminatoria regional y es una conocedora y amante de la literatura.
Cuando pensamos en arte, usualmente nuestras ideas se van al campo de la música, de la danza, rara vez a las letras, pero Antorcha, en cambio, es firme difusora de estas.
LGC: Así es, en Antorcha difundimos todas las bellas artes, eso hay que dejarlo en claro. Antorcha hace arte pensando en los hombres humildes, carentes de muchas cosas, que, en esas condiciones, no se le permite aspirar a vivir mejor a tener algo mejor. En ese sentido, Antorcha usa el arte como una herramienta para educarlo y decirle ‘mira todo lo bello que puedes alcanzar a hacer, crear, todo lo bello a lo que puedes aspirar’. Y la poesía, dentro del arte que difundimos, tiene una característica particular que, al mismo tiempo, la hace más difícil y, es que, solo puede usar a la palabra.
Como parte de la literatura, la poesía solo puede apoyarse de la palabra, no puede ayudarse de las formas, de los colores, de instrumentos y muchas otras herramientas que apoyan al resto de las artes, entonces, con las palabras tiene que jugar, tiene que hacerse bella, tiene que hacer piruetas para poder hacerse bella, eso implica el uso del lenguaje figurado, la incorporación de conceptos abstractos para vestirlos con el lenguaje figurado de modo que el hombre los pueda asimilar con mayor facilidad, e implica, por fuerza que tenga que hacer un mayor esfuerzo mental. Desafortunadamente, para el sistema entre menos pensemos, mejor, entre menos usemos nuestra cabeza para discutir, para asimilar conceptos, para elevar nuestra capacidad de pensamiento, mejor. Pero nosotros queremos, por el contrario, que el hombre utilice y explote todas sus capacidades, su razonamiento, su facultad para pensar y abstraer y conocer pensamientos difíciles, abstractos y, con ello, sensibilizarse, y esa función la juega la poesía, por eso la usamos y le damos un lugar preponderarte, nosotros no hacemos poesía solo para adornarnos, sino para que el individuo piense, razone y se sensibilice.
Podremos escuchar las creaciones de grandes poetas de todos los tiempos en esta Muestra Nacional, ¿qué autores recomienda a los jóvenes que quieran iniciarse en la poesía?
No podemos constreñirnos, porque sería un error, solo a poetas mexicanos, porque, a pesar de que como país hemos dado a muchos poetas al mundo de altísima calidad literaria y estética, hay poetas en todo nuestro continente y en los demás, quizá algunos no los conocemos por la dificultad de las traducciones, pero hay una lista muy larga. En México, tenemos, por ejemplo, a Salvador Díaz Mirón, Manuel Acuña, Alfonso Reyes, Juan de Dios Peza, Luis Gonzaga Urbina, Manuel José Othón, Enrique González Martínez, Amado Nervo. En España, por ejemplo, a Gustavo Adolfo Bécquer, Antonio Machado, Federico García Lorca, Jorge Manrique; de argentinos a Leopoldo Lugones, Alfonsina Storni; en Uruguay a Mario Benedetti; en Chile a Pablo Neruda y Gabriela Mistral; en Cuba a José Martí, José Ángel Buesa, Nicolás Guillén.
Nuestro continente es verdaderamente rico en poetas, el continente en general y los mexicanos en particular. Claro, hay muchos europeos porque las corrientes literarias que se han definido por periodos temporales han dado a su vez poetas representantes que han llevado a la poesía a su máxima expresión.
¿Por qué la gente le rehúye a la poesía?
Para hacer poesía hay que hacer un esfuerzo mental. Sin denigrar al resto de las artes ni menospreciarlas, porque no se trata de eso, pero la mayoría apela a los sentidos inmediatos: tú vez la danza, tú oyes la música, y como son sentidos muy sensibles es muy fácil dejarse abrazar por ellas, es muy fácil caer en sus encantos. La música, por ejemplo, es pegajosa, aunque no la entendamos, la sentimos y, una vez que la sentimos, fácilmente podemos apreciarla, en cambio, la poesía no; porque para querer a la poesía, lo primero que hay que hacer es entenderla, si no la entendemos no la podemos sentir, hay que hacer un esfuerzo previo y, para el resto de las artes no.
Tú puedes ver un cuadro y, como lo ves, tú sabes de inmediato si te gusta o no, lo mismo pasa con la música o la danza. Sin embargo, cuando tú ves un poema escrito, si no lo lees, si no lo entiendes, si no haces un esfuerzo intelectual agregado, es muy difícil que asumas que te guste o no. La tienes que entender, y eso implica un trabajo extraordinario al que no estamos acostumbrados, porque nos enseñan muchas vece a leer, pero no a entender, es parte de la mala formación académica que hemos tenido a lo largo de nuestra vida educativa eso complica más las cosas, muchas veces no entendemos ni la prosa, que es la forma natural que cobra la lengua, cuando viene en verso la poesía, con mucha mayor razón.
En esta Muestra, a diferencia de los Encuentros de Declamación que se hacían antes de pandemia, veremos solo a niños. ¿Cuál es la complejidad en el proceso?
El proceso tiene que iniciar desde que le escojan una buena poesía, y en este caso, no lo puede hacer el niño, sino un tutor, un maestro, quien lo esté encaminando en esta difícil tarea de aprender y hacer poesía. Por eso, se debe escoger una poesía que sea adecuada, que el niño pueda entender según su edad, porque si no la puede entender no la va a poder interpretar.
El declamador es un puente entre un autor que ya no está y el público que lo va a escuchar y, si ese puente está roto, no se va a lograr nunca la conexión, y, para poder hacer sentir al público lo que el autor sentía cuando escribía el poema, el declamador debe entender el poema para poderlo transmitir.
¿Qué debe hacer todo aquel que quiera empezar a declamar?
Lo primero que debe hacer quien se sienta atraído por esta fascinante disciplina que es la declamación, es encontrar un poema que sea adecuado para su edad y para su capacidad de comprensión. Segundo, tiene que aprendérselo bien, porque se comenten muchas veces errores elementales que destruyen el poema, cuando le cambiamos una palabra por otra o se la quitamos, porque el verso del poema está perfectamente medido, rimado, acomodado ahí donde está. Hacer un poema le ha llevado a un poeta muchísimo tiempo y esfuerzo para poder ajustar las palabras correctas en el verso, de modo que, si nosotros nos la aprendemos mal, cambiando palabras, le damos al traste. Y finalmente, después de haberla aprendido, entenderla bien, investigar las palabras, dilucidar las oraciones correctamente. Aprenderla bien, conocer bien el significado y sentirlo. Y una vez que se ha hecho esto, entonces se puede declamar y lograr con cierto éxito que el público entienda y sienta lo que está diciendo el declamador. Eso también implica mucha práctica.
¿Qué podemos esperar de esta Muestra Nacional de Declamación Infantil?
Yo le puedo asegurar al público que es un verdadero manjar. La poesía es una especie de princesa que han dejado dormir en los estanques y, con estas interpretaciones que hacen estos pequeños, en algunos casos verdaderamente sorprendentes, son verdaderos príncipes que le dan el beso de la interpretación a la poesía para revivirla. Son asombrosos, esos niños han logrado hacer vivir al poeta en sus interpretaciones. No se van a arrepentir a escucharlos.
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