Antorcha presentará su Encuentro de Folclor Internacional (virtual) el 29 y 30 de enero. Diez ballets mostrarán el folclor de países como República Dominicana, Panamá, Perú, Argentina, Venezuela, Bolivia, Colombia, además de Country. El Ballet Nacional de la organización presentará tangos de Argentina con el montaje “El día que me quieras”. El bailarín Erick Vargas nos cuenta su experiencia en el proyecto

¿Cuál es el baile que presentarán y quiénes participan?

Nuestra participación es una explicación del tango: cómo se fue desenvolviendo en el tiempo, desde la nada hasta el espectáculo. Somos 24 parejas y para enseñarnos el tango tuvimos a una maestra de Argentina, Cinthia Amoroso, que nos mostró el tango y nos enseñó a quererlo, a tomarle aprecio, para ejecutarlo bien en el escenario.

¿Cómo fue su preparación?

Fue muy compleja, diferente a como siempre hemos trabajado. El folclor internacional es más complicado, porque no es de nuestra zona de confort. Nosotros somos un poco más ‘folclóricos mexicanos’ y aprender un baile de un país diferente: el estilo, los pasos, la técnica, es todo un reto. El tango tiene mucha técnica clásica, pero es muy complejo en fuerza, en memorización y en la misma ligereza que debes tener. 

¿Cuál es el reto más grande al que se enfrentaron al realizar este montaje?

Realizar un tango no es solamente bailar, sino saber interpretar. No puedes bailar un tango con cara seria, por ejemplo. Para que el tango te genere algo debes de empezar por expresarlo con el rostro, con el cuerpo y siempre ponerle atención a letra del tango. Todo eso te tiene que llenar para que puedas interpretarlo y que a la gente le llegue, que es lo que siempre hemos querido: que el arte tenga un impacto en quienes nos ven.

Es un trabajo salió muy bien. Fue agradable, sentimental, romántico, fue conocernos más como compañeros: el tango nos unió un poco más como grupo.

¿Cuál es la importancia de participar en el Encuentro de Folclor Internacional?

Somos los Grupos Nacionales y debemos presentar algo bien hecho, porque nos ven como un ejemplo y creo que eso nos pone un peso muy grande. En esta ocasión, por ejemplo, el encuentro no es presencial, pero cuando salgamos de esta crisis de salud va a seguir este concurso de manera presencial en el auditorio de La Guelaguetza. Nos llena de alegría poder seguir bailándole a nuestra gente, ver cómo otros grupos están sacando sus montajes y están rindiendo frutos, como lo quiere la organización:  brindarle cultura, arte y educación a los más necesitados.

La virtualidad a lo mejor la sintamos un poco más compleja, más complicado porque no estábamos acostumbrados a hacerlo así, entonces es estar puliendo, hay muchos aparatos que nos ayudan a exigirnos más, por ejemplo, alguna toma aérea (con dron) y todo eso nos obliga a tener más cuidado con nuestro trabajo, tener la misma energía, no perder el papel, tu caracterización, tu personaje. El arte que hacemos en el escenario en vivo es un sentir efímero, llega en ese momento, les genera algo y lo pueden estar pensando, pero esta vez se queda por siempre grabado, entonces eso nos obliga a la perfección, a algo bien realizado, que sea agradable a la vista.

¿Qué mensaje les darías a las nuevas generaciones?

Que siempre que vayan hacia delante. No le hablo sólo a los bailarines, le hablo a personas que quieran el beneficio en la sociedad, que no se dediquen solamente a una cosa, que aprendan muchas y qué mejor si lo podemos ejercer en esta organización que nos brinda mucho.

Siempre hay que ser agradecidos con lo que se nos da y la organización nos da mucho, nos enseña mucho y nos abre tantas puertas, es un agradecimiento enorme al Movimiento Antorchista Nacional por abrir estas plataformas, darnos la oportunidad de presentarnos en escenarios tan importantes como La Guelaguetza, el Auditorio Nacional, el Estadio Azteca o como puede ser una colonia obrera o rural; todos esos escenarios son muy importantes, desde el más pequeño hasta el más grande, porque siempre lo que podemos darle a las personas va a ser recíproco. Yo los invito a que sigan formando parte del Movimiento Antorchista Nacional y, si no lo son, que empiecen a abrir su panorama, a darse cuenta que un cambio se necesita mediante la cultura y en Antorcha lo podemos lograr.