No hace mucho que el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha iniciado el ataque a las instituciones autónomas del país: al INE, INAI, Derechos Humanos, entre otros. concretamente hoy me quiero referir al Instituto Nacional Electoral (INE).
A estas alturas todo mundo sabe que en México se está promoviendo la famosa "consulta para la revocación de mandato", una parte por el INE, pero también de manera especial el partido que está en el poder, incluso, más que la institución asignada para llevarla a cabo, pues en todas las grandes ciudades de los estados se ven grandes espectaculares y los spots en radio y televisión todos los días.
Pero, ¿qué es la revocación de mandato? Según el INE, "es el instrumento solicitado por la ciudadanía para determinar la conclusión anticipada en el desempeño de la persona titular de la presidencia de la república a partir de la pérdida de confianza"; es decir que a los ciudadanos se les va a preguntar si quieren que siga Andrés Manuel López Obrador como presidente o quieren que se vaya, por pérdida de confianza, esta consulta se llevará a cabo el 10 de abril.
Por cierto, un gasto millonario para que esto se lleve a cabo, se estima que son poco más de 2,000 millones de pesos, coincido con quienes han dicho que es un gasto innecesario, porque no ayuda en nada a la gran mayoría de la población, se está invirtiendo dinero en consultas, en lugar de que a la gente se le apoye con vivienda, agua potable, electricidad, salud, empleo, etc.
Todo indica que se trata de un engaño, una manipulación más de los que acostumbra este gobierno, de hacernos creer que es de los pobres y para los pobres, pero con los hechos demuestra todo lo contrario, basta con recordar el escandaloso acto de corrupción del hijo del presidente publicado recientemente por Latinus, donde le descubrieron una casa lujosa en Houston, Texas. Contrasta irremediablemente con su discurso de austeridad, muestra de lujos y privilegios.
Ya es hora de que despertemos, la amarga verdad de las cosas, recordar que en nombre del combate a la corrupción, se suprimió el seguro popular y hoy más de 25 millones de mexicanos se quedaron sin acceso a los servicios de salud, se eliminaron las estancias infantiles para hijos de madres trabajadoras, los comedores comunitarios, se dejó sin obra pública a todos los municipios del país; además eliminó el Fondo Nacional para Desastres Naturales (Fonden) y ya no hay ninguna ayuda para los damnificados por huracanes y tormentas, sin mencionar que sigue sin vacunar a la población de los lugares apartados en diversos municipios de nuestro país y los niños menores de 18 años, se ataca a la investigación científica y la educación superior, etcétera.
Por ello, el pueblo mexicano no debe olvidar que la única alternativa para salir del atolladero en el que nos ha metido la administración actual, está en sus manos, consiste en organizarse y tomar el poder político, para gobernar como pueblo educado y consciente. Esa es la única salida, de no hacerlo así, estaremos contribuyendo a que el abismo entre ricos y pobres perdure y aumente cada vez más.
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