En este 2024 nuestro país elegirá al nuevo presidente de la república, se renovará el Congreso de la Unión, la Jefatura de Gobierno de la CDMX, ocho gubernaturas, 31 Congresos locales, mil 580 ayuntamientos y dieciséis alcaldías. Serán, según el INE, las elecciones más grandes en la vida democrática de México. Es un momento importante para la vida de todos los mexicanos, pues en este proceso electoral se decidirá el rumbo que seguirá el país en el siguiente sexenio.
Por ello, es de vital importancia que el pueblo trabajador reflexione detenida y concienzudamente sobre a quién dará su voto el próximo 2 de junio.
Hemos sido testigos de la política errada y alejada de los intereses del pueblo trabajador llevada a cabo en estos seis años del gobierno de AMLO y su partido, Morena, que tiene al país en una situación de crisis, la cual se profundizará aún más.
Si no queremos que nuestro país se siga enfilando a un despeñadero debemos optar por un cambio de rumbo distinto en materia económica, política y social.
Veamos:
En Salud, según Expansión: “México es uno de los países de OCDE con algunos de los peores indicadores en salud. Los datos que revela el informe muestran que México todavía está lejos de alcanzar la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador de tener un sistema de salud mexicano mejor que el de Dinamarca”. O sea, que vamos como el cangrejo, hacia atrás.
16.5 millones de mexicanos, según el INEGI no tienen acceso a la salud, como es el caso de los trabajadores del sector informal. Por otra parte, quienes tienen la “fortuna” de tener atención en el IMSS u otro sistema de salud pública, se encuentran con desabasto de medicamento y con la deficiente atención en hospitales y clínicas, donde no hay camas, faltan médicos especialistas, etcétera.
Ya no hablemos de los cientos de miles de mexicanos que murieron durante la pandemia de covid-19, con la que AMLO trató de maquillar las cifras y minimizar la magnitud de esta tragedia.
De los programas sociales, según Julio Boltvinik, sólo se le entrega al 34 % de los mexicanos, ¿y qué hay del resto de la población? Son los olvidados de AMLO y Morena.
En seguridad vemos que la política de “abrazos y no balazos” no dio resultados. La delincuencia organizada viene ganando terreno sin que se haga nada para revertir tal situación. “Registra México un asesinato cada 15 minutos en sexenio de AMLO”, dice el encabezado de una nota del periódico digital Vanguardia, de fecha 10 de diciembre del 2023.
Ya en el contenido, la nota informa: “Un informe de TResearch indica que hasta el 9 de diciembre del presente año se registraron 28 mil 371 homicidios, cifra con la que el país está nuevamente cerca de rebasar el umbral de los 30 mil asesinatos por año”.
Sigamos:
No hay obra pública que incida directamente en el nivel de vida de los más pobres. Miles de pueblos y colonias reclaman servicios básicos como drenaje, agua potable, electrificación, necesitan construcción de carreteras, escuelas, clínicas, etcétera. Y en lugar de atender el desarrollo del país en este aspecto, el gobierno federal ha dilapidado inmensos recursos en sus programas sociales que nunca han abatido la pobreza desde que se implementaron, bajo otros nombres, hace décadas. como “Sembrando Vida”, “Jóvenes Construyendo el Futuro”, “Becas Benito Juárez”, entre otros.
De estos, según Julio Boltvinik, investigador del Colegio de México, sólo se le entrega al 34 % de los mexicanos, ¿y qué hay del resto de la población? Son los olvidados de AMLO y Morena, pues los apoyos monetarios tienen la finalidad de comprar votos y conciencias de los grupos más vulnerables que Morena busca asegurar a toda costa su permanencia en el poder.
Ante este panorama nada alentador, y cuyas consecuencias se están viendo, el pueblo trabajador debe reflexionar y no dejarse engañar por los discursos de los candidatos de Morena y los partidos afines.
Hoy vemos a Claudia Sheinbaum Pardo recorrer el país haciendo campaña, presumiendo supuestos logros de la 4T, pintándonos un país que sólo está en su propaganda electoral, pero no en la realidad que vive el pueblo mexicano, el cual vive con desempleo, inseguridad, falta de educación y atención médica.
Hoy más que nunca los mexicanos debemos exigir que los discursos de los candidatos propongan verdaderas soluciones a los grandes problemas que vive el país, y, sobre todo, debemos exigir que sean discursos respaldados en un actuar consecuente.
La solución está en la politización del pueblo trabajador; en la formación del partido político que lo represente verdaderamente para conquistar el poder político por la vía democrática.
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