Para el 2023 se tendrá elección en dos estados de la república, y en ambas entidades, cada bloque de partidos, tanto el oficial como los de oposición ya traen haciendo “campaña” a sus “gallos”, es decir, ya andan proyectándose ante la sociedad que puede votar por ellos en el momento que se requiera; en tanto, en 2024 también se tendrá la elección donde se renovará la presidencia de la república, lo cual genera que ya haya destapados de manera abierta para querer abanderar un partido político, o alianza como se ha venido dando.
En Coahuila, ya el bloque de lo que se llama movimiento de la cuarta transformación, ya tiene sus aspirantes a abanderar dicha alianza, el cual actualmente tiene función en el gobierno federal y es un político reconocido en esta entidad, pero que ahora ya tomó fuerza para contender por la gubernatura y que se habla que las encuestas andan en números altos; en tanto, la alianza de oposición, ya trae su candidato o posible candidato, que actualmente tiene función en una secretaría en el gobierno del estado, y no es de estos días, sino que viene haciendo su “luchita” desde hace varios días, lo cual genera algo de ruido entre propios y extraños para ser el abanderado oficial, pues ya ha causado algo de incertidumbre, a tal grado que hay quien ya abandonó el partido tricolor de Coahuila, y hasta del partido acción nacional, situación que pone al descubierto que ya viene “palomeado” el secretario de inclusión y desarrollo social de Coahuila, y es necesario tomarlo en cuenta porque se vendrá una contienda algo apretada, aunque ya se augura triunfo para ambos lados, es decir, ambos competidores ya afirman tener el triunfo, cuando faltan meses y se vendría la disputa fuerte, y sobre todo, habría acciones y omisiones que cambiarían las cosas de manera contundente para el día de la elección.
En lo referente a la presidencia de la república, también hay varios que ya pretenden destaparse de manera abierta, aunque aún los grupos al interior de sus partidos o alianzas no se los permite, aunque ya hay gente en las bases que hasta lonas y publicidad en redes sociales proyecta a esos presidenciables, a esos que pretenden que sean sus candidatos. Por parte de la alianza opositora aún no hay una persona que se diga que pretende ser el abanderado de manera abierta, pero en sus intenciones se tienen varios, pero tienen algo que les pesa demasiado, es decir, las siglas por las que pretenden ser candidato, además, del historial que se cargan como políticos, funcionarios o que fungieron de algún puesto público, y eso en su momento los deja mal parados.
Entre los que conforman los partidos del movimiento de la 4T, o que les llaman corcholatas, hay funcionarios en el gobierno federal que están ya posicionados, pero que son tiempos muy previos para decirlo abiertamente, pues ya hasta la autoridad electoral sancionó, pero solo a un grupo de políticos, es decir, no es parcial ese instituto que debe proyectar, ejercer y promover la democracia, es decir, no está siendo parejo en su accionar.
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