MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El informe oficial vs. la realidad

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Atrás quedaron los años en los que la ceremonia del informe presidencial venía acompañada de un enjambre de personeros y besamanos que esperaban ocupar un espacio privilegiado para que los reflectores dieran constancia de su presencia y dejara claro su lugar en el statu quo del establishment del grupo en el poder. Hoy, la “transformación”, la cuarta según sus panegiristas, si marcó diferencia, la lista es selectiva, ahora se privilegia la sumisión, la demagogia, el aplauso, para celebrar el mundo imaginario que sólo existe en los sueños presidenciales de noches de insomnio con delirios de un mundo ideal, “Jauja, el reino de los pobres”, quizás ese sería su nombre, la realidad dice algo diferente.

Los promocionales para el 5° Informe de Gobierno 2023, a cargo del histrión mañanero, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), hablan de una barbaridad de éxitos y logros que, por ejemplo, al sistema de salud de Dinamarca ya le llevamos años luz de distancia. Los éxitos de los que se ufana el actorazo que cada mañana ofrece a su abultada audiencia un verdadero show, una mezcolanza entre comedia o tragedia griega y circo romano. Poco le importa la validez de su dicho, “estamos” en campaña y lo que interesa es promocionar la marca de la casa, tampoco le quita el sueño aquello de que “elogio en boca propia es vituperio” ni que se violente cuanta ley se le atraviese.

De sus no pocos promocionales llama mi atención el dedicado a los apoyos al campo: “estoy muy contento porque se están distribuyendo los fertilizantes de manera gratuita en todo el país, que coman los que nos dan de comer”, de ese tamaño fue la gansada del protagonista.

En fechas recientes estuvimos en municipios de la región de Ixtapan de la Sal y de Tejupilco, en el Estado de México, donde las lluvias ahí no hacen falta, cierto es que llegaron mes y medio después, pues los “aguaceros de mayo” llegaron casi al final de junio, los elotes ahora se disfrutarán a finales de septiembre, en vez de agosto. La queja principal de los lugareños es la falta de apoyo de gobierno, tanto federal como estatal, a la gran mayoría no les llegó el fertilizante que se presume.

Ítem, en reciente visita a la mixteca baja, Oaxaca y Puebla, el asunto está más grave. Estamos a fines de agosto y las lluvias no llegan, los ríos y cañadas están secas, la siembra que se hacía a fines de mayo algunos aún no la empiezan, y los que ya sembraron esperan un milagro para que llueva y pueda rescatarse algo de los brotes que amenazan con secarse.

Aquí nada se sabe de “fertilizante que se entregó a todo el país”, tampoco de las 100 mil hectáreas de tierra de riego que presume AMLO en sus promocionales. ¿De dónde, señor presidente, viene la afirmación triunfalista que vamos a dar de comer a los que nos dan de comer? En la mixteca baja no se conocen los apoyos de que se ufana. Aquí se sigue esperando la bendición divina que le socarra con las lluvias. Son tierras de temporal, laderas, donde el milagro, la pasión y el amor por el cambo hacen que los campesinos le arranquen algo a la tierra para darnos de comer.

 En la mixteca baja no se conocen los apoyos de que se ufana. Aquí nada se sabe de “fertilizante que se entregó a todo el país”, tampoco de las 100 mil hectáreas de tierra de riego que presume AMLO en sus promocionales. ¿De dónde, señor presidente, viene la afirmación triunfalista que vamos a dar de comer a los que nos dan de comer?

Dejaremos para otro momento hablar de Producto Interno Bruto (PIB), de “su” combate a la pobreza, de la diferencia entre deciles, de la manipulación criminal de las cifras del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) y del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de la producción de gasolina en la refinería Olmeca, de la compra de esa chatarra llamada Deer Park, de sus 200 universidades bienestar, “patito”, que no son ni tantito suficientes para crear una generación de verdaderos científicos, de sus becas, del apoyo a los “ninis” que reciben más que los que estudian o trabajan, según las cifras que usted, señor presidente no proporciona, o de las miserias que se entregan en su programa “sembrando vida” que sólo dejará cerros pelones, falso que se estén construyendo presas o sistemas de riego, el campesino defiende su tierra con uñas y dientes, esperando el milagro divino de la lluvia.

Tanto en la “mañanera” del 2 de agosto del presente año, como en los promocionales de su informe, AMLO afirma una inversión millonaria en la compra de medicamentos y el arribo a un sistema de salud mejor que el de Dinamarca. La realidad está bastante distante del dicho presidencial.

Desapareció el Seguro Popular que llegó a atender operaciones de tercer nivel hospitalario, hoy sólo alcanza la atención el primer nivel, es decir, el primer contacto con los pacientes y de medicamentos ni qué decir, cada quien surte sus recetas como dios le dé a entender.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reconoce que las recetas no surtidas pasaron de 5 millones en 2019 a 15.8 millones en 2020, y alcanzó su nivel más alto en 2021 con 22 millones de recetas no surtidas, en el primer trimestre de 2023 ya se llevan 9 millones y sigue en aumento (nota de El Economista del 17 de marzo de 2023); nada dice al respecto, pero la desaparición del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) representa el primer fracaso en el tema de salud; el “castigo” a los monopolios de la industria de fármacos provocó desabasto, al igual que el caso del castigo a huachicoleros provocó desabasto de gasolina. “Aunque se burle la oposición, tendremos un mejor sistema de salud”, es su dicho presidente, no es burla, es la realidad que nos golpea de frente cuando uno se aferra a una verdad diferente a ésta.

Del abultado racimo de deseos, para no decirle mentiras, del informe de la gestión cuatroteísta, el apoyo al campo y al sistema de salud ocupa nuestra atención, por el momento. Queda mucho en el tintero, particularmente su desprecio por la teoría que ha demostrado el origen de la riqueza, su acumulación y la mala distribución de ésta, como dueño y señor de una tribuna, puede afirmar, denostar, calumniar, más aún cuando su auditorio, comprado con becas y apoyos dinerarios están prestos al aplauso, igual que su apoyo al cambio y al sistema, la realidad le soltará de frente y a la cara su error, finalmente los que más lo resentirán, como siempre, son “primero los pobres”, como dice su muletilla mediática.

Por el momento debe saber que hay ciudadanos, jóvenes y no tan jóvenes, que se han dado a la tarea en profundizar a ese genio que usted, señor presidente, sin aportar pruebas, que no sea su dicho, se dedica a denostar, para educar y organizar a los corazones y mentes más humanistas para llevar a México un lugar realmente diferente, y no simplemente para un “arriba los de abajo, abajo los privilegios”, no, vamos por una patria más justa y equitativa. En eso andamos.

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