Esta semana fue de logros para el antorchismo tijuanense, lo cual me hace sentir más orgulloso del trabajo que realiza el Movimiento Antorchista, en Tijuana y en México entero; como dice una compañera, fue hermoso, ver los rostros de felicidad de los cientos de familias en la colonia Unión Antorchista cuando vieron llegar los postes de luz para la calle principal de su colonia, la magnitud de la obra ante los ojos de cualquier extraño pudiera ser mínima, pero para los antorchistas que han luchado desde la creación de esta colonia, para que los servicios lleguen, es enorme, pues ya no transitarán entre la obscuridad cuando salen a las 2, 3 o 6 de la mañana para dirigirse a la parada donde los recoge el camión de la fábrica; aunque no en sus totalidad, son un poco más seguros al caminar.
Decía que es de logros, hoy se cosecha lo que con tanto esfuerzo y trabajo se ha venido luchando, trabajando e insistiendo, también en Tijuana pues, los antorchistas dan de qué hablar, en una de las zonas más olvidadas del municipio, se encuentra la quinta sección del Altiplano, quien sea de Tijuana y tenga un conocimiento minúsculo del municipio, le vendrá a la mente solamente calles sin pavimentar, casas de cartón, la pobreza en su máxima expresión, cuando escucha decir Altiplano quinta; sí, aquí la pobreza se palpa en cada respiro, aquí pocos gobernantes han querido venir cuando no son tiempos de elecciones, pero aquí está la Antorcha, como le llaman los vecinos, aquí ellos se organizaron con la única organización que los defendió y con ella lograron ya la introducción del drenaje, el presidente municipal, que asistió a la revisión de obras, las pavimentaciones, electrificación definitiva y otras demandas de carácter asistencial.
Me siento orgulloso, decía al inicio, del trabajo de la organización y de todo el activismo que hace funcionar esta gran organización, que día con día trabaja y lucha de 6 a 10 de la noche, o en ocasiones más tarde, por el progreso del pueblo mexicano, pero que también trabaja por educarlo, por concientizarlo y por lograr un verdadero cambio en nuestro país.Pero aún hace falta mucho.
Las condiciones sociales en las que se encuentran los bajacalifornianos, la clase baja, son paupérrimas, he cierto que hemos avanzando y trabajando para llevar obras y servicios a comunidades, pero nuestro trabajo a medida que pasan los meses y los años se hace cada vez más grande; aunque no se tiene en estadísticas reales, cuáles son las colonias que no tienen servicios como agua, luz, drenaje, pavimentaciones u otros, la realidad nos dice que son muchas y con ellas miles de familias que sufren día a día el olvido de las administraciones pasadas y algunas, las actuales.
Es triste ver comunidades o colonias, en un municipio tan industrializado como Tijuana, que no tienen siquiera las condiciones necesarias para el desarrollo de las mismas familias, donde tienen que crear fosas sanitarias para poder hacer sus necesidades o en muchas otras, donde tienen que acarrear agua para poder utilizarla en sus casas, es triste y lamentable ver este tipo de situaciones, mismas que se acentuaron durante la pandemia y que dejaron demostrado, aún más, la necesidad de un cambio de política, pero sobre todo de un cambio de estructura social; como organización hemos hecho ya las propuestas para realizar este cambio; mejorar la calidad de vida de los mexicanos no sólo en materia económica, sino también espiritual, llevándoles arte y cultura.
Antorcha sabe cuál es el camino, ya lo dio a conocer y algunos han seguido este camino, como ejemplo tenemos a mis compañeros de Tijuana, que hoy demuestran más que ayer, que la lucha organizada rinde frutos y no glorias de pocos, sino de todos los que creen que un mundo mejor es posible.
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