Hace unos días, la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) entregó a la joven profesionista Diana Yesenia Villegas Rodríguez su título de licenciada en Comunicación Social. Su cara de felicidad, su sonrisa de triunfo, su mirada de confianza en la fuerza del pueblo de México y en su lucha, transmitían a su vez serenidad y ánimo para el futuro.
Diana está convencida de que su decisión de prepararse para servir a su pueblo está acorde con la necesidad del tiempo que le ha tocado vivir. Pues ella, como dijo Karl Marx en “Reflexiones de un Joven en la Elección de una Profesión”:
“Quien elija aquella clase de actividades en las que más pueda hacer por el bien de la humanidad, jamás flaqueará ante las cargas que pueda imponerle, ya que estas no serán otra cosa que sacrificios asumidos en intereses de todos; quien obre así, no se contentará con goces egoístas, pequeños y mezquinos, sino que su dicha será el patrimonio de millones de seres, sus hechos vivirán calladamente, pero por toda una eternidad, y sus cenizas se verán regadas por las ardientes lágrimas de todos los hombres nobles.”
Hoy que todos los partidos prometen, debemos tener claro que no cuentan con un Proyecto de Nación que refleje la situación del pueblo trabajador, sus causas y las acciones para transformarlas.
Así como él a sus escasos diecisiete años, Diana escuchó el llamado de su organización estudiantil, la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (FNERRR), a la que se incorporó cuando realizaba sus estudios de preparatoria en el Colegio de Bachilleres de Tamaulipas (Cobat), número 23, del ejido El Bayito, municipio de Nuevo Laredo.
Diana nació en la colonia “Las Alazanas” de Nuevo Laredo, Tamaulipas. Estudió en el Jardín de Niños “Rosario Castellanos”, la primaria “Alfredo Bonfil”, la Secundaria Técnica 79 y la preparatoria Cobat 23, escuela que fue lograda a través de la lucha de Antorcha Popular, pues debido a la pobreza de sus colonias y comunidades, exigieron a los diferentes niveles de gobierno su aprobación y construcción.
La joven estudiante se apropió del conocimiento científico de sus diferentes maestros y a su vez aprendió que, por el grupo social o la clase en la que vino a este mundo, estaba predestinada solo al trabajo manual en la fábrica, el taller o la informalidad, y que solo estudiando podría mejorar su situación.
Aprendió que lo importante no era sólo ella y su familia, pues pertenecen a la clase trabajadora, y toda esa clase necesita mejorar sus condiciones de vida, por ello entendió —cuando conoció— la propuesta y la concepción del “Prometeo de Tréveris”, el joven estudiante alemán.
Se esforzó y preocupó por su formación académica, además de contribuir en la lucha por avanzar en la construcción y consolidación de su escuela.
Al terminar el bachillerato, nuevamente escuchó a su organización, trasladándose a la capital del país para realizar sus estudios de periodismo.
Ya en Ciudad de México, se incorporó a la Casa para Estudiantes de Periodismo “Hermanos Flores Magón”, tomando el curso para el examen de ingreso a la educación superior, aprobó en la Universidad Autónoma Metropolitana (segundo lugar en el ranking de mejores universidades públicas del país) y este 26 de abril, ha recibido su título.
Sus padres, Rosario Rodríguez, originaria de Valle Hermoso, Tamaulipas, y Manuel Villegas, de Durango, buscaron la manera de dar educación a sus hijos; él se convirtió en trabajador de una distribuidora de vidrio y aluminio en Nuevo Laredo, y ella se dedicó a atender a Diana y sus dos hermanos. Hoy vemos el fruto de ello.
He aquí el logro de la organización que cuenta con un Proyecto de Nación, que cumple 50 años y muestra resultados de lo que busca: “una vida mejor para el pueblo trabajador”.
Para los estudiantes, Diana es un ejemplo de compromiso y disciplina; para los obreros y campesinos, una muestra dichosa de su lucha, y el acicate para redoblar esfuerzos.
Hoy que todos los partidos prometen, debemos tener claro que no cuentan con un Proyecto de Nación que refleje la situación del pueblo trabajador, sus causas y las acciones para transformarlas. Contamos con ese proyecto, nos toca construir el arma que nos permita acceder al poder y aplicarlo: el partido del pueblo trabajador.
Felicitamos a Diana, a sus padres y a la FNERRR, a los compañeros, maestros y estudiantes que hacen posible la existencia y el trabajo en la Casa para Estudiantes de Periodismo “Hermanos Flores Magón”, que ha permitido llegar a este gran triunfo al contar con una nueva profesionista comprometida con el pueblo trabajador.
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