La falta de servicios públicos básicos en Quintana Roo es una problemática que parece no tener solución y que ha ocasionado que miles de ciudadanos vivan en condiciones poco dignas, por lo que la exigencia a las autoridades estatales y federales es que trabajen para mejorar esa situación, sin embargo, está a la expectativa de lo que pueda ocurrir después de las elecciones.
La situación no es nada fácil al ser cerca de 35 mil quintanarroenses quienes padecen de algún servicio básico en alrededor de 107 colonias, principalmente en el norte del estado, en la que los habitantes demandan la regularización de sus predios lo que dificulta, pero no imposibilita el acceso a más y mejores servicios públicos.
Y es que el problema no solo es adquirir ciertos medios de supervivencia, sino también mantenerlos y resguardarlos ante la delincuencia que en la zona norte cada día va en aumento, por lo que otra de las demandas de mayor interés para los habitantes es precisamente el reforzamiento de la vigilancia policial para evitar delitos.
Los asentamientos que más resienten estas necesidades son las que se ubican del sur de la ciudad, hasta la parte norte por la carretera Cancún-Mérida, donde la situación es prácticamente igual para todas, por la falta de electrificación, agua potable, pavimentación, alumbrado público, regularización, recoja de basura, drenaje.
Entre las colonias más marginadas se encuentran La Amistad, Generación Dos Mil, Santa Cecilia y El Pedregal, donde los pobladores no cuentan con ninguno de los servicios indispensables para llevar una vida digna, además de que son lugares donde las autoridades policiales se niegan a entrar por los altos índices delictivos, pero que no hacen nada por corregir este tipo de irregularidades.
Parte de estas colonias, en el norte de la entidad, pertenecen al ejido Alfredo V. Bonfil; es decir, son terrenos que los propietarios lotificaron y vendieron hasta crear colonias, pero por los que después nadie se responsabilizó, y ahora las consecuencias las padecen los miles de habitantes que en busca de un patrimonio ahora poseen un lote con las posibles consecuencias de ser desalojados o en el mejor de los casos reubicados.
Aunque las condiciones son duras y adversas, los habitantes hacen todo lo posible por gestionar algunos recursos como electricidad que, aunque no de la mejor manera, pero han obtenido en ciertas partes conexión, esto sin ayuda de ninguna asociación social tan solo por sus propios méritos, aun así, las calles de todas estas casi 107 colonias son de tierra, no hay seguridad, la oscuridad favorece los delitos nocturnos y la mayoría de hogares no son de materiales resistentes a las inclemencias del tiempo.
Por lo que a veces es muy difícil que noten que el trabajo colectivo es el que puede ayudar a resolver sus demandas, y aunque es notable que de manera individual puedan obtener ciertos recursos, no es la mejor opción, pues; incluso, las asociaciones que trataban de abordar estos temas han venido desapareciendo tras la persecución y represión incesante del actual Gobierno federal.
Ante estos problemas, el Movimiento Antorchista sigue demostrando que organizados es posible mejorar las condiciones de los más vulnerables e invita a todos esos 35 mil habitantes que viven en condiciones de incertidumbre a que se unan a la lucha por mejores condiciones de vida, que se unan a Antorcha, porque solo unidos y organizados será la única manera de salir adelante y solucionar cada problemática.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario