El sistema nacional de la educación en México es grande, por ello necesitamos retos y estrategias potenciales para poder cumplir y mejorar la calidad educativa en nuestro país; ahora tocando los datos cuantitativos; el sistema de educación en el 2021 es de treinta y cinco millones 588, 589 mil alumnos, contamos con doscientos sesenta y un mil 101 escuelas, en maestros es de dos millones 062, 543 mil, en comparación en el año del 2018 la matricula bajo en un millón 73 mil, se abandonaron cuatro mil 131 escuelas, y se dieron de baja a treinta y seis mil 531 maestros, si nos damos cuenta la diferencia es enorme, y muy preocupante, se demuestra el retroceso en este punto.
El pasado 24 de enero se celebró el Día Internacional de la Educación bajo el lema "Cambiar el rumbo, transformar la educación". Tal y como se detalla en el reciente informe global de la UNESCO sobre “Los futuros de la educación”, transformar el futuro requiere balancear de manera urgente la forma de cómo funciona cada sistema educativo en muchos países en el mundo, y en específico en México, en donde todos tengan las mismas oportunidades y, al mismo tiempo, expongan un planteamiento para dar solución a los graves problemas de equidad, inclusión y participación de la comunidad estudiantil, ya que en nuestro país a pesar de que la educación se diga que es gratuita, como así lo marca la constitución, y de que es un derecho de cada mexicano ejercerla, por lo menos hasta el nivel medio superior, esto no es de todo cierto, si le ponemos lupa.
En la actualidad y ante una pandemia mundial causada por la enfermedad de la Covid-19, las cosas en materia de educación; en algunos países apuntalaron para mejorar en su sistema educativo, dando más presupuesto a este rubro, algunos no hicieron nada, y otros retrocedieron en todos los sentidos, como es el caso de México, ¿Por qué digo esto? Bueno, nos enfocaremos en el como lo menciono al inicio de mi opinión. En el ciclo 2021, según el informe de la SEP, que dirige la maestra Delfina Gómez, es lo más crítico de los últimos años; así como lo lee, estamos en el peor momento que atraviesa la educación en el país, con menos alumnos, menos maestros, menos escuelas, menos presupuesto y una escasa evaluación, aunado a esto, un gobierno que aplaude la nula señal de mejorar.
La pandemia sin duda vino a agravar los problemas y las dificultades de acceso a materiales digitales de la educación, contenidos adecuados, también muchos maestros que no estaban familiarizados con las TIC´s para dar clases en línea. Las necesidades de los alumnos y maestros durante la pandemia son enormes, la falta de apoyo en las escuelas para atender a todos ellos, están a la orden del día; ante este contexto hubo una enorme caída en matrícula estudiantil, que iniciaron curso en el ciclo del 20 y 21 y no terminaron, así también causando la pérdida de muchos trabajos de maestros ante cierres de escuelas, agregando el desabastecimiento en la entrega de materiales de higiene y anticovid-19 para los centros.
Con esto solo podemos afirmar que el modelo de educación a distancia en México no es incluyente, no es solidaria, ni mucho menos popular, no tiene las condiciones para las clases en línea, menos si el gobierno actual no aterriza sus planes, y va a lo más hondo de la problemática educativa para dar una solución, aun con las reformas aprobadas en el sexenio de Enrique Peña Nieto, así como en el de Andrés Manuel López Obrador, las medidas como programas implementadas no han logrado llegar a toda las comunidades escolares.
¡Entonces!, nada que celebrar el 24 de enero, el gobierno de la 4T y la SEP de la maestra Delfina Gómez, no van a cambiar el rumbo del país, no transformarán la educación, todo lo contrario, con sus malas políticas y sus malas decisiones, la educación en México está sufriendo un retroceso; ante estos hechos solo queda invitar a todos mis compañeros maestros de Antorcha Magisterial y a todos aquellos que simpatizan con el trabajo educativo de nuestra querida organización, que se sumen, organicen, luchen, y exijamos juntos a las autoridades educativas que cumplan y velen por la educación popular; los resultados serán favorables, solo si tomamos un papel como educadores, con un verdadero eros pedagógico. Debemos convencernos y convencer de nuestra lucha a los que están involucrados: aprendices, docentes y padres de familia por el bien de México, ¡por el bien de la sociedad!, saludos fraternos.
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