En los últimos días, se registró un acelerado incremento de precios; por ejemplo, el tomate Saladet nuevamente se disparó en más del 100 por ciento al aumentar de 14.80 pesos el kilo a 35.90, de una semana para otra en la tienda tomada como referencia para el Monitor de Precios, un golpe no solo a la economía, sino a la alimentación de los mexicanos, pues es una de las verduras más importantes en su dieta.
Pero esto no basta, tan solo en una semana los productos del consumo regular aumentaron un 147 por ciento, según un medio informativo de mucho prestigio en nuestra entidad, el producto que más aumentó, después del tomate, fue el detergente para la ropa marca Ace, que en su presentación de cinco kilogramos se disparó de 135.45 pesos hasta los 172; es decir, se vendió casi 27 por ciento más.
La lista sigue, por su parte el jamón Virginia de pavo de la marca Fud también mostró un alza pues en su presentación de 450 gramos aumentó 3.90 pesos, al pasar de 72.00 a 75.90, ese fue el primer incremento en cuatro semanas de observar los precios. En lo que corresponde a las carnes solamente la molida de res muestra un movimiento de precios, siendo colocada regularmente en oferta en el día de la semana en que se tomaron los presentes datos; la semana pasada se vendió en 189.90 el kilogramo en tanto que en la previa el precio fue de 162.90, es decir, 27 pesos de aumento.
Asimismo, la milanesa pulpa negra, además de ser de “precio prohibitivo” para las mayorías (229.00 pesos el kilogramo), tampoco ha registrado oferta alguna en un mes de monitoreo, en tanto que la carne de puerco y el pollo, en cortes y piezas de precio más bajo, tampoco han mostrado variaciones. Por último, el agua Ciel también aumentó de precio la semana de referencia al venderse en 39.40 el six pack de botellas de un litro, desde 38.30 pesos del precio previo.
Con todo esto se suma el aumento de las gasolinas que afecta al traslado de las mercancías y una serie de acontecimientos mundiales que han afectado el bolsillo de miles de mexicanos. Hoy el difícil acceso a los alimentos ha precipitado a familias enteras a sumarse a la pobreza, además de que han reducido el consumo de productos básicos para la alimentación como las carenes, pues de por sí, ya sufrían una limitante, ahora será imposible poder consumir este alimento que es primordial para el mexicano y su desarrollo.
La falta de políticas públicas ha favorecido a las grandes empresas que, en su único afán por ganar dinero, ofrecen a los trabajadores salarios mínimos que no alcanzan para cubrir las necesidades y en gran medida ineficientes porque apenas se puede cubrir el costo de la alimentación muchas veces deficiente, lo que a la larga provoca que el crecimiento y desarrollo de los mexicanos vaya modificándose.
Mientras eso sucede, el abandono, el hambre y la pobreza, lacera la vida de millones, pues mientras unos cuantos tienen mucho dinero y pueden gozar de grandes fortunas acumuladas, otras están condenadas, además de que el sistema económico los obliga a permanecer “agradecidos”, por el extenuante trabajo que les tocó en esta vida, pero esto no es culpa solo del mexicano común y corriente, sino de un gobierno desinteresado que solo le atañe hacer y deshacer a su antojo, mientras los demás que le hagan como puedan.
En los últimos años se han registrado un aumento considerable de personas en la pobreza, la inseguridad sigue golpeando a los mexicanos, la educación ha mostrado su deficiencia que ahora se han modificado los libros de texto gratuitos que se entregan en las escuelas, ahora en lugar de educar de manera científica, su único objetivo es adoctrinar a los más jóvenes, brindando datos del gobierno morenista como “la salvación del país”, pero que en lo concreto y en lo real son falsos.
Recordemos que sin educación es más fácil que el gobierno influya en decisiones que en nada nos benefician, un ejemplo claro fue la consulta popular que solo reafirmó la aceptación de Morena en varios estados del país, pero que no favorece en nada a los que pagamos por ese capricho, y no dejemos a un lado las malas políticas que han realizado en contra del pueblo, pues no han presentado un programa o apoyo que aminore el golpe de la inflación y es claro que no lo harán, por eso hace falta que nosotros, los ofendidos y afectados entendamos que contra la inflación no podemos nadar contra corriente, pero sí es responsabilidad del gobierno evitar un golpe brutal a nuestros bolsillos, pues que sirva para eso todos los impuesto recaudados por los mexicanos, para aminorar este gran mal.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario