Eli Rojano Aquino
Una de las estrategias utilizadas por la candidata de Morena y hoy presidenta electa de Atlixco, Ariadna Ayala Camarillo, fue la creación de grupos de WhatsApp en todo el municipio y sus alrededores, controlados en su gran mayoría por mujeres de las que se hacen llamar: “empoderas y luchadoras incansables”.
En un primer momento, los grupos ofrecían apoyo de sustento y abasto familiar; bueno para ser exactos, la creación de bolsas con verdura muy poca y en algunos casos en mal estado, pero su aceptación fue el bajo costo en el que se vendieron. Cuando la pandemia tuvo su punto máximo, utilizando como la mayoría de los candidatos oportunistas y queriendo figurar en la política, con el pretexto de penetrar en las familias y amigos atlixquenses, el equipo se dedicó a regalar en las calles, colonias del municipio y juntas auxiliares, gel y desinfectante, que muchos sostenían ser en el caso del primero algo que no serbia y en el segundo pura agua. El mayor de los descaros se dio el día de la vacunación contra la covid-19 de los adultos mayores en Atlixco, donde nuevamente su equipo regaló “tortas de jamón”, mismas que fueron despreciadas e incluso denunciadas por médicos y sociedad, en todas las redes sociales posibles.
Aún y con todo ello, su estrategia tuvo que mejorar, aprovechándose de la ola a nivel nacional y mundial por la igualdad de los valores y oportunidades de la mujer con relación a los hombres, los mensajes y los llamados a que fuera una mujer la que llevara las riendas del camino subieron de tono y penetraron en los pensamientos de algunas.
A pocos días de la votación y por falta de respuesta de las mujeres y por la inseguridad de la candidata por salirse de la contienda electoral, después de haber sido ratificada nuevamente, hicieron un último intento, desesperado diría yo, por llamar la atención del electorado, ahora prometiendo en los grupos mencionados ser beneficiarias cada una de ellas con un proyecto particular a conveniencia.
Su discurso político también cambió, e incluso, en el momento de ser sabedora de los resultados, lo dirigió únicamente al sector femenino de la sociedad atlixquense.
Ahora en los grupos, se leen las peticiones de cada una de las mujeres que se comprometieron a apoyar a cambio de algo. ¿Qué hará la candidata electa con todo ello, para pagar los votos de cada una de las mujeres, si es bien sabido que cuando un reportero le preguntó cómo se pagarían las obras que prometió, no supo contestar y se limitó a decir que buscaría sean más baratas? Lo dejo a su criterio estimado lector.
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