Hasta en su existencia misma, Antorcha ha respondido a una necesidad fundamental, porque el Movimiento Antorchista nace precisamente del grito unísono de auxilio del pueblo pobre trabajador que ha sido humillado, golpeado, marginado por aquellos que tienen en sus manos el poder y hacen con él lo que se les antoja, a pesar de que el cumplimiento de sus mezquinos deseos deteriore la calidad de vidas de miles de familias.
El Movimiento Antorchista nació como fruto de la necesidad del pueblo, que buscaba ser educado y defendido, que buscaba luchar para empezar a forjar la base en la que se desarrolle un mundo mejor y más justo para todos.
Políticos van y vienen a lo largo de la historia, dando espectáculos decadentes cuando son candidatos y al compararlos con lo que son en la realidad, una vez que logran sentarse en la silla del poder donde entran en un profundo letargo, y olvidan todas sus promesas, aunque éstas hayan sido firmadas con sangre y su honor esté en juego al no ser cumplidas.
Este año el financiamiento público federal para partidos políticos y candidaturas presenta un aumento del 53 %, en comparación con el asignado para 2018.
Ante este espectáculo tan deprimente, la población mexicana se ha ido desencantando de la política, y los políticos que la representan, señores y señoras que hoy vemos en carteles muy sonrientes o en mantas y espectaculares con una sonrisa de oreja a oreja, aunque cínicamente quieran hasta reelegirse para un cargo público, como sucede en la Ciudad de México, en donde muchos de los que ahora son alcaldes están en su cargo por segunda y hasta tercera ocasión.
Estos personajes sin pena ni gloria han visto desfilar los años sin reflexionar que tienen la obligación de administrar los recursos y proveer a los menesterosos una mejor calidad de vida, pero las pruebas de su incapacidad los distingue y es la carta de presentación de los políticos actuales, que sólo buscan llevar agua a su molino, y este es un cuento de nunca acabar, sobre todo para los mexicanos que han tenido que ir aprendiendo por las tantas experiencias vividas con políticos de cuarta que sólo engañan al pueblo.
En este periodo electoral, justamente los políticos vienen protagonizando un espectáculo deprimente, porque muchos de ellos ya han ocupado cargos públicos, de hecho vienen a ser mantenidos de la política, saltando de partido en partido y de cargo en cargo, y ya conocemos sus mañas, pero se toman la foto con las mejores poses como si fueran nuevos en esto, para aparentar que están para servir y juran que una vez que lleguen a su cargo no defraudarán a los mexicanos que confiaron en ellos y les dieron su voto de confianza, lo peor del caso es que hay un amplio sector de la sociedad que se cree estas mentiras.
La ironía de la vida es que los propios ciudadanos les pagamos a esos políticos para que nos vengan a engañar tratando de burlar nuestra inteligencia. Ellos son mantenidos del erario como candidatos y más cuando ya ocupan un puesto público, cuando cambian el lado de la moneda y se vuelven déspotas hasta con los que ayudaron con su voto a que ocupara su cargo.
El derroche en recursos para financiar campañas políticas es muy alto, en éstas se despilfarran miles de millones de pesos, algo insultante por toda la necesidad que existe en el pueblo de México, en donde más de cien millones son pobres.
Por ejemplo, este año el financiamiento público federal para los partidos políticos y candidaturas presenta en general un aumento del 53 %, en comparación con el asignado para 2018, mientras que rubros realmente importantes como es el tema de la educación han disminuido en un 3.36 %.
10 mil 444 mdp para ser exactos es la partida nacional destinada a los partidos nacionales, un aumento del 53.86 % comparado con los 6 mil 788 mdp de 2018, donde el partido oficial recibe la mayor tajada, en total 3 mil 159 mdp.
Es muy importante que los mexicanos estemos muy atentos al desarrollo de las actividades políticas, y fijarnos bien en quiénes son los personajes que se presentan con piel de oveja cuando sabemos de sus andanzas; no nos dejemos engañar por el canto de sirenas, porque la decepción cada día será peor.
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