En algunos informes de gobierno destaca la separación del poder económico del poder político, también la afirmación de que el gobierno actual de Andrés Manuel López Obrador representa a todos, a ricos y pobres, a creyentes y librepensadores, así como a todas las mexicanas y mexicanos al margen de ideologías, orientación sexual, cultura, idioma, lugar de origen, nivel educativo o posición socioeconómica.
Sin embargo, existen pruebas que contradicen ese discurso, como las manifestaciones de grupos feministas, de la desatención de familias pobres, el aumento de los feminicidios; expresiones contra los caprichos para el manejo de la economía y las iniciativas de ley de Morena y López Obrador.
Señalar que existe un auténtico Estado de derecho, que al margen de la ley, nada; y por encima de la ley, nadie; es dudoso, porque hay muertes y secuestros y no sólo los que vemos por los medios de comunicación, por tanto, eso de que se han corregido las ineficiencias, malas prácticas y actitudes en el ejercicio gubernamental sigue y, en algunos casos, es de forma descarada, (ahí las entregas de dinero por familiares, fraudes por una secretaria de educación, patrimonios de servidores sin investigar).
Otro señalamiento que hace López Obrador es que “el Gobierno federal pone por encima el respeto a las libertades por sobre las prohibiciones, impulsa los comportamientos éticos y no las sanciones, y respeta escrupulosamente la libertad de elección de todos los ciudadanos, en todos los aspectos, en posturas políticas e ideológicas, en creencias religiosas y en preferencias sexuales”. Hay informes sobre detenciones, en muchos estados, sólo por el hecho de difundir su manera de pensar, valiéndose de artículos del bando municipal, caso extraño que pasa en donde gobierna Morena.
Pues bien, todo esto que señaló el mandatario federal en informes pasados se le olvidó y ahora presume el ahorro del erario federal en virtud de su política de combate a la corrupción y austeridad republicana. Y dice que estas medidas involucran un ahorro de 2.4 billones de pesos, mismos que han permitido que el gobierno de la Cuarta Transformación (4T) mantenga su gobernabilidad sin la necesidad de contratar deuda. Pero no nos dice en que se ha gastado y no hay pruebas de que se vaya a utilizar en beneficio del país.
También sostuvo que, de acuerdo con estudios del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) y del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la brecha de desigualdad se ha reducido a favor de los más pobres de México, gracias a un mejor reparto de la riqueza. Dice este organismo que en 2018 los más ricos de México ganaban 18 veces más que los pobres; el gobierno dice que ahora se redujo a 16 veces. También apunta que los más pobres incrementaron sus ingresos en un 1.3 por ciento.
En cuanto a los ingresos trimestrales por persona, comentó que las personas adultas mayores y adscritos a pueblos originarios se vieron beneficiados. Sin embargo, no admite que tanto están endeudados los pobres derivado de los gastos por préstamos que se generaron en la época más fuerte de la pandemia, los 250 pesos de aumento de ingreso que mensual por persona que reporta el Coneval no indica que sea por aumento de salarios, sino por endeudamiento ante la presencia de la inflación.
El gobierno condenó los indicadores neoliberales que se empeñan en señalar únicamente el crecimiento económico y no necesariamente reflejan las realidades sociales, por lo que sostuvo que lo fundamental no es cualitativo sino cuantitativo, esto en virtud de tener una distribución adecuada de la riqueza. Sin embargo, vemos a lo largo del país las condiciones en los viven muchos ciudadanos y para conocer una microscópica parte de la realidad social que él dice debió preguntar como andaban preocupados muchos padres de familia para conseguir todo lo necesario para que sus hijos regresaran a clases
En cuanto al combate a la inflación, López Obrador dijo que su gobierno implementó la medida de poner subsidio a los combustibles, esto para evitar un efecto peor al que se está viviendo. Y es que actualmente la inflación es poco mayor del 8 por ciento y, de no tener estas medidas, sentenció que la inflación sería del 14 por ciento, aunque seguimos viendo que el precio de los combustibles sigue subiendo.
Esto sólo es una pequeña parte del informe que no cuadra mucho con la realidad social, será que desde la posición que él tiene así lo ve, porque hay datos en educación que aún son más reveladores. Pero hay que recordar que él tiene otros datos.
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