Tras el destrozo total de Acapulco, por el impacto de “Otis”, inmediatamente y con su instinto acechador de votos para 2024, López Obrador puso manos a la obra para la decir que está en proceso la reconstrucción del centro turístico y las zonas populares, sin que realmente se busque levantar al pueblo acapulqueño de forma seria y urgente.
Lo demuestran varios hechos que el mismo presidente dirige, por ejemplo, en la reunión de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, donde aprobaron con 32 votos a favor, Morena y aliados y 24 en contra, el dictamen del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2024, un recorte de 13 mil millones de pesos a diversos órganos autónomos, entre ellos el Poder Judicial y el Instituto Nacional (INE).
No se destinaron recursos extraordinarios a la reconstrucción de Acapulco, no habrá dinero para este concepto y no hay ninguna garantía de que el PEF 2024 canalice recursos para este fin.
López Obrador determinó que todas las ayudas que lleguen a Guerrero, las deben encabezar y distribuir funcionarios morenistas, en este caso Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación y la gobernadora del estado, Evelin Salgado.
Una vez que ambas funcionarias quedan rebasadas por su ineptitud, la sociedad civil inicia la colecta de víveres y trasladó a Guerrero la ayuda, misma que fue decomisada por el Ejército. Ante la denuncia pública que cada vez tomó más fuerza, el Gobierno morenista tuvo que asumir tal embestida que lo exhibía como autoritario y revanchista electorero.
No se destinaron recursos extraordinarios a la reconstrucción de Acapulco y no hay ninguna garantía de que el PEF 2024 canalice recursos para ese fin.
No conforme con ello, López Obrador lanzó al lugar de la tragedia a un ejército de “servidores de la nación” para censar a los damnificados que recibieran directamente de la Presidencia los apoyos, es decir luciendo el logotipo de Morena y promoviendo a los candidatos de dicho partido.
Más tardaron en llegar a Guerrero que la lluvia de reclamos hechos por todos los pobladores afectados. Así lo publicaron los escasos medios de comunicación que lograron levantar las antenas de transmisión dañadas por el huracán.
Para rematar su campaña electoral, anuncia López Obrador que sólo en las mañaneras se darán a conocer las ayudas para Acapulco. ¿Qué podemos concluir de todo esto? Que el Gobierno de la 4T es uno oportunista, insensible y que carece de un objetivo que busque ayudar a quienes más lo necesitan.
Hoy Acapulco vive una de sus peores batallas, ante lo cual la clase política sólo sabe aprovecharse. Se cuelga de una desgracia para hacer su campaña barata, mientras día a día, miles de sobrevivientes luchan por mantenerse en pie.
Quiero hacer un llamado al pueblo de Acapulco, al de Guerrero, y de México en general, para que en 2024, ni un voto sea para Morena. Hoy han demostrado que son más de lo mismo, y que su único interés es preservar su posición en el poder a costilla de las vidas de los mexicanos.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario