Zumpahuacán es un municipio que se encuentra al sureste del Estado de México y cuenta con 18 mil 538 habitantes, la mayor parte de la población es jornalera que vende su fuerza de trabajo en el campo y se ve obligada a trasladarse a municipios como Tenancingo y Villa Guerrero para llevar el sustento a sus familias.
Invertir en una educación de calidad para jóvenes resulta muy caro y más en este periodo de pandemia cuando muchos dejaron sus estudios por no contar con una computadora, un celular o por no tener acceso a internet para tomar las famosas “clases en línea”.
Es necesario impulsar la educación, ya que la ciencia y la tecnología deben estar al servicio del pueblo para aportar al desarrollo del campo.
En el sector salud la situación no es mejor, pues se encuentran cerradas las casas de salud y clínicas; en plena pandemia negaron el servicio de atención hasta por una gripa y despidieron a doctores y enfermeras. Hoy solo son estructuras sin medicamentos ni doctores. Urge invertirle al sector salud para que haya doctores las 24 horas, medicamentos antialacrán, que es lo que más aqueja a la población por el tipo de clima.
Cuando inició la pandemia la demanda principal era tener ventilación, espacio en el hogar para evitar los contagios y seguir el protocolo de sanidad; pero la mayoría de las familias solamente cuentan con uno o dos cuartos, los cuales los utilizan todos. Hay viviendas que solo están hechas de bambú cubiertas de hule alrededor, por lo que no es posible tener un espacio adecuado con sana distancia.
También pedían que la gente se lavara las manos como mínimo unas 20 veces al día, pero en la mayoría de las comunidades si hay algo de lo que padecen es la falta de agua potable, como en la comunidad de Ahuatzingo, que no cuenta con el vital líquido y solo lo recibe a través de pipas, que muchas veces no abastecen a la población. Lo mismo ocurre en en la comunidad de San Gaspar.
Es necesario también que las autoridades otorguen apoyos para el mejoramiento de la vivienda.
La asociación ganadera sufre el abandono de apoyo para mejorar su raza de ganado y para combatir la plaga de garrapatas; además, es necesario impulsar piletas para bañar a todos los animales y combatir la plaga.
Los campesinos son otro sector que requiere atención y apoyo inmediato porque los productores de fresa necesitan plantas, insumo de fertilizantes y agroquímicos ya que son una de las regiones con mayor aportación en el mercado.
Pero el productor que más sufre de abandono es el que siembra maíz, pues no cuenta con subsidio de semilla mejorada, fertilizante, agroquímicos, a pesar de que hoy el precio del Urea anda en alrededor de los mil 100 pesos por bulto. Por eso, muchos campesinos están resignándose a dejar de cultivar sus tierras por no contar con el apoyo de ninguno de los tres niveles de gobiernos.
El Movimiento Antorchista de Zumpahuacán hace un llamado al pueblo en general: comerciantes, taxistas, amas de casa, jornaleros, productores de fresa, ganaderos, agaveros, maestros, estudiantes, y campesinos, que padecemos las mismas injusticias sociales, como nulos apoyos y servicios básicos.
Todo eso es lo que hoy estamos viviendo, a pesar de que somos la clase trabajadora que día a día producimos riqueza y, en contradicción, somos los que menos disfrutamos. Los antorchistas hemos trabajado y gestionado, por más de 36 años, obras de gran utilidad como electrificaciones, clínicas, encementados, mejoramiento a la vivienda, subsidio al fertilizante, pero estamos seguros de que todo eso es sólo es un paliativo al mar de necesidades que existe en el municipio.
El olvido en el que nos encontramos no es casual, es muestra de una descomposición del sistema económico actual.
Urge que trabajemos por un proyecto de nación que beneficie al país, Antorcha propone un proyecto de nación sustentado en cuatro ejes económicos:
1) Que se generen más empleos para todos los que estén en edad de trabajar
2) Salarios bien renumerados que cubran la canasta básica, que debería ser de 600 pesos salario mínimo, y todas las necesidades de la familia.
3) Que haya una política fiscal más progresiva, para que pague más impuestos el que gane más, y si gana poco o no gana que no page impuestos.
4) Reorientación del gasto social, que sea más equitativo, que con obras públicas para beneficio de la gente, se le devuelva al pueblo sus impuestos; pero no en programas monetarios, que se invierta en obras y servicios para: educación de calidad, agua potable, medicamentos, doctores las 24 horas, vivienda, electrificación, encementado, apoyo al campo.
Para ello, se requiere que el pueblo comprenda que en sus manos está hacer realidad este proyecto de nación.
Hoy, el Gobierno federal no quiere que el pueblo se organice porque sabe que disperso es más fácil de manipularlo. Por eso, en Antorcha invitamos al pueblo para que se eduque políticamente, se una y organice en las filas del antorchismo nacional para construir una nueva sociedad más justa y más equitativa. Eso es posible, entre todos podremos lograrlo.
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