A día de hoy, es inevitable, ver y escuchar noticias sobre la pandemia, las cifras de gente que se ha infectado de covid-19 y Ómicrón, pues ahora, en nuestra rutina diaria, nos hemos acostumbrado a escuchar y ver en las redes sociales, TV y radio, las muertes de personas en estado de vulnerabilidad, gente que en su mayoría, no cuenta con servicios de salud, debido a que son de bajos recursos económicos, de infraestructura, o sufren de ciertas capacidades físicas limitadas entre otras, pues como tal la situación actual de dichas personas no es favorable, pues aquí influyen diversos factores que con este difícil escenario, se han agraviado todavía más y sigue aumentado.
Esto sería, por su puesto, en mi opinión, la receta perfecta para dar paso a un desequilibrio social, cosa que es de lo más evidente en la actualidad, ya que para nadie es un secreto que hay un descontrol de la pandemia, añadiendo que esto fue siempre así, desde que comenzó todo y nunca se ha aportado una manera eficaz de controlar las muertes y contagios, a pesar de que ya existen métodos para anular, y contrarrestar el virus, ya sea en el trabajo de la ciencia con las vacunas y la técnica del Par Biomagnético.
Dando un modelo de inestabilidad social, en Tabasco por ejemplo, existe desde el inicio de la pandemia un rezago habitacional del 59.4% después de Chiapas, que cuenta con el 68.2%, sumando a esto, debemos conocer las condiciones en donde vive cada familia, ya que a causa de la falta de infraestructura, servicios de luz, agua potable, drenaje incluso de sufrir hacinamiento, dan como resultado estas condiciones.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), que elaboró el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), da a conocer que Tabasco presenta una tasa de desocupación, aproximada de 6.8% cosa critica para quienes han perdido su trabajo durante estos últimos años, donde el coronavirus de covid-19, prácticamente, se adueñó del mundo.
Cabe señalar que esto solo es en Tabasco, uno de los estados más perjudicados por el virus del SARS-CoV-2, y ni las autoridades sanitarias encabezadas por el Doctor Hugo López Gatell, Han podido dar una solución estable para controlar el problema, pues recordemos que vivimos bajo un periodo de políticos que juegan a ser políticos (Andrés Manuel López Obrador y Morena), y a consecuencia de esto, ahora nace un descontento nacional, en este y otros aspectos, como pobreza alimentaria, que se desarrolló aún más con el descontrol y mal manejo de ello.
Es aquí pues, donde yo aplico el título de este artículo: ¿y dónde está la cura de la pandemia?, es obvio que no me refiero a la vacuna en particular, si no en dónde está ese plan de para combatir la enfermedad y todos sus males que se han visto reflejadas con una desigualdad monstruosa, y que ahora necesitamos inyectarla a la sociedad lo más ¡urgente! posible, de no ser así seguiremos siendo víctimas de lo mismo.
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